lunes, 19 de septiembre de 2016

Bayer-Monsanto, la fusión empresarial más grande de la historia

Bayer-Monsanto, la fusión empresarial más grande de la historia

La farmacéutica alemana se puede convertir en líder mundial de la industria transgénica.
Bayer y Monsanto se unieron entre 1954 y 1967 una empresa conjunta (joint venture) llamada Mobay Chemical Corporation, que proveyó al Departamento de Defensa de los Estados Unidos de uno de los químicos fundamentales para la generación del agente naranja utilizado durante la guerra de Vietnam como parte de la Guerra Química. Su droga anticolesterol Lipobay causó la muerte de un centenar de personas en Argentina.
por Alejandra Soifer 
Tras meses de rumores, la alemana Bayer y la estadounidense Monsanto confirmaron que esta última aceptó la oferta por 66.000 millones de dólares para fusionarse.
El laboratorio multinacional Bayer, líder de la industria farmacéutica, decidió incrementar su línea de negocios en la industria agrícola. A su ya desarrollada rama de agroquímicos –comercializados por la firma CropScience que le pertenece– se suman ahora más de 2000 variedades de semillas cuya patente lleva la firma Monsanto.
Esta unión no se da en cualquier contexto. Syngenta, competidor de origen suizo de Monsanto, fue recientemente adquirida por la empresa estatal ChemChina. Los mercados occidentales más que nunca se vuelven un terreno de disputa. Así, de las seis empresas multinacionales dedicadas al agronegocio, la competencia se reduciría a cuatro gigantes (ChemChina-Singenta/Bayer-Monsanto/Dow-DuPont/BASF).
Bayer cuenta hoy con alrededor de 117.000 empleados alrededor del globo, mientras que Monsanto tiene 23.000 aproximadamente. Con esta fusión, el negocio farmacéutico de la compañía alemana a nivel global pasa a un segundo lugar, representando el 50% de su actividad.
Dentro del mismo negocio farmacéutico la empresa venía cambiando su intencionalidad comercial para el desarrollo de medicamentos con exclusividad de patentes y alto costo, lo que venía provocando despidos en las fuerzas de venta como sucedió en enero de este año. Esta nueva compra puede incidir en el mismo sentido e implicar la pérdida de nuevos puestos de trabajo, señalaron a Notas trabajadores de la empresa, que ya han sufrido recortes de personal en anteriores fusiones.
Alimentación sustentable
En el comunicado que la nueva corporación hizo público señalaron que el objetivo “está en cómo alimentar a 3.000 millones de personas más en el mundo en 2050 en una forma sostenible con el medio ambiente”.
En este sentido, la Coalición contra los Peligros de Bayer (CBG, por sus siglas en alemán) citó en un comunicado al investigador de la compañía alemana, Hermann Stübler, quien indicó que “desde hace más de 25 años, la industria fitosanitaria mundial no ha desarrollado y puesto en el mercado ningún herbicida relevante para el cultivo con algún nuevo mecanismo de acción; ésta es una de las consecuencias de la consolidación de la industria, que ha ido acompañada de una considerable reducción de la inversión en investigación de nuevos herbicidas”.
“En consecuencia, cada vez más plantas silvestres se adaptan a esos productos y los agricultores tienen que utilizar cada vez más agroquímicos, con efectos devastadores sobre la biodiversidad”, añadió la CBG.
También denunció que no es la primera vez que Bayer y Monsanto se unen. Entre 1954 y 1967 conformaron una empresa conjunta (joint venture) llamada Mobay Chemical Corporation. Mobay proveyó al Departamento de Defensa de los Estados Unidos de uno de los químicos fundamentales para la generación del agente naranja utilizado durante la guerra de Vietnam como parte de la Guerra Química.
El uso del Agente Naranja tuvo como consecuencia –según la Cruz Roja de Vietnam– un millón de personas discapacitadas o con problemas de salud y 400.000 muertos. Sin embargo, el nombre de Bayer no quedó asociado a este hecho como sí lo ha hecho Monsanto.
Si es Bayer, ¿es bueno?
Desde diversos medios internacionales se especula que la histórica farmacéutica planea deshacerse de la firma de Monsanto, ya que esta empresa “tiene mal nombre”, mientras que los alemanes gozan de buena fama por haber inventado la aspirina.
Sin embargo, Bayer ha enfrentado juicios millonarios a lo largo de su historia. El más reciente en Argentina tuvo que ver con la droga para el tratamiento del colesterol, comercialmente conocida como Lipobay, que causó la muerte de un centenar de personas.
En ese caso, decidieron no incluir los efectos adversos en el prospecto del medicamento, haciendo caso omiso a reglamentaciones locales e internacionales en materia de salud colectiva. Personas físicamente saludables que fueron recetadas con este medicamento quedaron inválidas de por vida. El laboratorio tuvo que retirar en 2001 este medicamento del mercado en todo el mundo.
Luego de este “traspié”, las acciones de Bayer empezaron a descender en la bolsa. La firma entonces recurrió a la compra del laboratorio Schering, adquiriendo la línea de productos anticonceptivos y oncológicos probados, que le permitieron levantar su decaída imagen y continuar con sus exorbitantes ganancias.
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Ernesto Carmona Ulloa
Santiago - Chile

Veneno en tu mesa "MONSANTO" (exterminio de las masas)

"Alimento, Salud, Esperanza", ese es el lema de Monsanto, una compañía que tiene más de 100 años de existencia y actualmente está presente en más de 100 países. Se presenta a sí misma como una empresa que busca satisfacer la creciente necesidad mundial de alimentos y fibras, conservar los recursos naturales y proteger el medio ambiente. Sin embargo, allí donde Monsanto se encuentra presente, sólo se vislumbra muerte, privatización de tierras, amenazas a campesinos, contaminación, enfermedad y destrucción del medio ambiente.

En 1980 existían en el mundo alrededor de 7 mil empresas semilleras para uso comercial; desde hace una década, las empresas de punta en la producción de agroquímicos, como Monsanto, Dupont y Bayer, comenzaron un proceso acelerado de compra de compañías semilleras. 

En México, como en muchos otros países del mundo, los productos transgénicos también nos invaden. Desde 1982 hasta el año 2000, nuestro gobierno había otorgado 151 permisos a empresas e instituciones para el cultivo de transgénicos. De esto, la población no ha sido consultada en ningún momento. Los transgénicos están en nuestro campo y en nuestros platos, y muchas veces ni siquiera lo sabemos. La superficie aproximada en la que se ha dado autorización de sembrar o experimentar con transgénicos es de 153,000 hectáreas. 

HISTORIA DE MONSANTO EN MÉXICO.
1950: Se establece en nuestro país Monsanto Mexicana S.A. para producir polímeros de estireno.
1951: Abre sus puertas la primera planta de producción de poliestireno ubicada en Lechería, Edo. de México.
1953: Comienza la producción de resinas de PVC.
1962: Monsanto Mexicana adquiere la Compañía Industrial de Plásticos S.A (CIPSA), la cual bajo licencia de Mattel fabricaría productos como "Barbie" y "Hot Wheels".
1970: Se forma Monsanto Comercial S.A de C.V para llevar los negocios relacionados con la importación y Monsanto Sistemas de Información S.A para el procesamiento de datos.
1971: Nuestra empresa se mexicanizó al fusionarse con Adhesivos Resistol S.A.
1979: Monsanto Comercial lanza Roundup en México. Este herbicida que se convertiría en el más vendido del mundo vio la luz en nuestro país con el nombre de FAENA y fue distribuido por Bayer.
1985: La adquisición de Searle por parte de Monsanto permitió que en México comenzara a operar la planta de endulzantes. La marca "Canderel" fue lanzada al mercado y se llevó a cabo una alianza con Nestlé para lanzar en México la marca "Nutrasweet".
1987: Monsanto decide tomar la exclusividad de la venta del herbicida FAENA, convirtiéndolo en poco tiempo en el herbicida más vendido de México.
1992: Monsanto vende toda su participación de Industrias Resistol y otros negocios relacionados con los químicos. Comenzaba la transición de la empresa hacia los productos agrícolas y la biotecnología, la matriz de Monsanto en EUA ya desarrollaba los primeros lanzamientos.
1996: La Secretaría de Salud aprueba el uso de algunos productos transgénicos, como el algodón Bollgard de Monsanto. Para este entonces todos los esfuerzos de la empresa se encontraban ya apuntando al sector de la agroindustria.
1997: La adquisición de Asgrow y Dekalb hizo que creciera en México el negocio de agrícola.
2005: Se aprueba en México la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados.
2009: El 6 de marzo del 2009, se publica el Decreto que modifica el Reglamento de la Ley de Bioseguridad, con lo cual el Régimen de Protección Especial del Maíz queda incluido dentro del mismo reglamento. Con esto, las siembras experimentales de maíz transgénico en México podrían dar inicio en septiembre de este mismo año.

Con la firma del TLCAN en 1994, el mercado mexicano se ha visto invadido por maíz estadounidense, en su mayoría transgénico. El maíz transgénico entra a México mezclado con maíz criollo sin que pueda notarse la diferencia a simple vista. Muchas veces los campesinos, sin saberlo, siembran los granos transgénicos que les llegan desde Estados Unidos a través de programas de abastecimiento de alimentos básicos como Diconsa, provocando la propagación desmesurada de transgénicos. 

Debido a que las variedades transgénicas son más resistentes a herbicidas e insecticidas, hay que usar una cantidad mayor de agroquímicos. La fertilidad de los suelos disminuye con el uso masivo de agroquímicos, entonces hay que usar más fertilizantes. Se trata, pues, de un efecto en cadena que soluciona muy poco y, en cambio, deriva en una mayor contaminación del agua, los suelos y nuestro medio ambiente. Los alimentos que incluyen subproductos de Monsanto inducen cáncer, tumores, infertilidad y mutaciones en la flora intestinal (por citar algunos trastornos).

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