A través de un texto que ha sido leído, los familiares de los jóvenes de Alsasua han expresado: «No podemos caer en la aceptación sin más ni más de este castigo a unos jóvenes, sus familias y su pueblo». «Necesitamos recordar y denunciar esta injusticia mayúscula».
Han sido cientos de personas las que, en plenos Sanfermines, se concentraron ayer en la plaza de Recoletas de Iruñea, para pedir la libertad de los jóvenes condenados a entre 2 y 13 años de cárcel por la agresión a dos guardias civiles en la localidad Navarra de Altsasu.
“Altsasukoak aske” (Libertad para los de Alsasua) decía la pancarta que han portado los familiares de dichos presos. Con la palabra “Justizia” por bandera, los manifestantes han coreado consignas como “Hau ez da justicia” (esto no es justicia) o “Alde hemendik, utzi pakean” (fuera de aquí, dejadnos en paz).
A través de un texto que ha sido leído, los familiares de los jóvenes de Alsasua, injustamente encarcelados, han expresado: «No podemos caer en la aceptación sin más ni más de este castigo a unos jóvenes, sus familias y su pueblo». «Necesitamos recordar y denunciar esta injusticia mayúscula».
Han asegurado que se sienten «afortunados al encontrar tanto arrope, compresión y compromiso social». Pero, a su vez, lamentan que «vemos día tras día las habitaciones de nuestros hijos vacías, en las fiestas y en lo cotidiano se nota su ausencia».
Finalmente, han considerado que se ha «utilizado el incidente del bar Koxka para crear un montaje con claros fines políticos, castigando a nuestros hijos, abusando de la prisión preventiva, esgrimiendo agravantes para aumentar la condena, llevando una dinámica político-judicial que ha ido cuestionando derechos humanos fundamentales desde su inicio».
Una vez más, se ha puesto de manifiesto que la solidaridad de miles de personas choca de frente con la imparcialidad y la insensibilidad de eso que, erróneamente, llaman Justicia.
El insulto es todavía mayor cuando algún parásito añade que dicha Justicia es “igual para todos”.
