viernes, 7 de marzo de 2014

"lucha por tus sueños"



A veces otros tratan de aplastarnos, de minimizar nuestros sueños y esperanzas, nuestro futuro y nuestra persona.
Poniéndonos en ridículo y por muchos otros medios, las personas malintencionadas pueden tratar de llevarnos a la ruina.

Por la razón que sea, nuestros esfuerzos por mejorar, por ser más felices en la vida, se pueden volver el blanco de ataques.
A veces es necesario encargarse de esto directamente. Pero existe una manera de resolverlo a largo plazo que rara vez falla.
¿Qué es con exactitud lo que estas personas tratan de hacernos? Tratan de empujarnos a una posición inferior. Deben pensar que somos peligrosos para ellas en alguna forma; deben creer que si progresáramos en el mundo, eso sería una amenaza para ellas.

Por eso tratan de minimizar nuestro talento y capacidad de diversas formas. Algunos dementes incluso tienen un plan general que dice: "Si A tiene más éxito, puede ser una amenaza para mí; por lo tanto, debo hacer todo lo posible para lograr que A tenga menos éxito".
Al parecer, nunca se les ha ocurrido que sus acciones podrían convertir a A en su enemigo, aunque no lo haya sido antes. Podría decirse que ésta es una forma casi segura en que estos dementes se meten en problemas; algunos lo hacen sólo por prejuicio o porque "alguien les desagrada".

Pero, sin importar cómo traten de hacerlo, su verdadero propósito, como tal, es hacer que la persona que es su objetivo se empequeñezca y fracase en la vida. La manera de resolver realmente esta situación y de manejar a estas personas, la manera de vencerlas, es florecer y prosperar. Sí, es cierto que al ver que nuestra suerte mejora, tales personas pueden ponerse frenéticas y atacar con más fuerza.
Lo que debemos hacer es encargarnos de ellas si tenemos que hacerlo, pero no dejar de florecer y prosperar, ya que eso es lo que tales personas quisieran que hicieras. Si floreces y prosperas cada vez más y más, tales personas caerán en apatía, podrían darse por vencidas completamente. Si nuestras metas en la vida valen la pena, si las llevamos a cabo teniendo en cuenta los preceptos de este libro, si florecemos y prosperamos, con toda seguridad saldremos vencedores y con optimismo, sin dañar un solo cabello de sus cabezas.



radiaciones en nuestra comida



LA CAJA DE PANDORA: En esta conferencia Joan Carles López nos sorprendió a todos con un tema del que apenas se ha oído hablar y que nos parece escandaloso, la radiación en la comida. Pero no sólo se trata de una radiación adquirida de forma accidental por el contacto o la cercanía de los alimentos a toda la tecnología que hoy en día podemos encontrar en las cocinas, sino que muchos alimentos son irradiados expresamente para que aguanten “frescos” mas tiempo favoreciendo la acumulación de estos alimentos y su resistencia a largos períodos de transporte.
Joan Carles expone las empresas donde se irradian los alimentos en España, qué alimentos se irradian y cómo funciona a grandes rasgos el proceso de radiación. Además nos muestra una serie de experimentos que él mismo ha realizado para comparar lo que le pasa a un alimento cuando se somete a radiación frente a los que no son irradiados.
También nos advierte sobre los peligros de la radiación que emiten los diferentes electrodomésticos en la cocina y la importancia de los diferentes métodos de cocción y cómo afectan a los alimentos.
Fuente: periodismo alternativo

the taos hum: un extraño zumbido



El 19 de mayo de 1997, la NOAA (U.S. National Oceanic and Atmospheric Administration) detectó un extraño sonido durante unos 7 minutos que provenía desde algún punto ubicado en el Pacífico al frente de las costas del Perú (concretamente aquí). El extraño sonido fue bautizado Slow Down debido al peculiar comportamiento de su frecuencia.
Este sonido al igual que el Bloop y al igual que el Taos Hum (en el cual nos centraremos) constituyen un desafío para los científicos que aun no encuentran una explicación racional que describa su posible origen.
En varios sitios del mundo como Estados Unidos (incluyendo Alaska), Reino Unido o Nueva Zelanda, pobladores han manifestado oir un extraño ruido parecido a el sonido de un motor de diesel lejano. Dicho sonido es mundialmente conocido como El Hum o el Taos Hum debido al lugar donde se reportó por primera vez. Veamos …
“Un motor diesel sonando a través de los cristales” es una de las definiciones con la que la mayoría de los llamados “enfermos del zumbido”, describen al sonido continuo, sordo y de baja frecuencia que suele acosar a los habitantes de puntos llamativamente específicos del planeta.
Taos, en Nuevo México; Bristol, en Reino Unido; Kokomo en EEUU; la Isla Grande de Hawai y Nueva Zelanda, son solo algunos de los lugares de la Tierra, donde “el zumbido” se dispone a perturbar la paz de determinados individuos, a determinadas horas del día.
El fenómeno de “el zumbido”, comenzó a reportarse estadísticamente desde inicios de la década de los 90´, cuando una ola de alertas desde el pueblo de Taos, en Nuevo México, comenzó a repercutir en los medios de comunicación estadounidenses. Sin embargo, “el zumbido” ya había alcanzado cierto grado de popularidad durante los 70´ y los 80´, en zonas tan disímiles cartográficamente como Nueva Zelanda y la ciudad de Bristol, en Inglaterra.
Aunque muchas investigaciones han fracasado en identificar el enigmático origen de “el zumbido”, las consecuencias en quienes lo padecen son claras; la interferencia del “motor de diesel” dentro de sus cabezas, varían desde una simple molestia, hasta una genuina tortura que impide la realización de las tareas habituales.
Su período de permanencia tampoco se encuentra limitado a ciertas horas; algunos afectados lo escuchan de día, otros a horas determinadas, algunos en momentos inciertos y, la mayoría de todos ellos, encuentran en el “zumbido” un enemigo constante por las noches.
El extraño fenómeno del zumbido ha encontrado en algunas regiones, tales como en KokomoIndiana, posibles factores de origen industrial, del porte de torres de refrigeración o compresores de aire de gran calibre, capaces de generar ruidos de altos decibeles y baja frecuencia, que son transmitidos sutilmente a través de la tierra hasta las edificaciones citadinas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los orígenes de aquel “zumbido” imposible de detectar hasta con los más sensibles micrófonos, representan un verdadero enigma para los científicos y un abanico de posibilidades para los investigadores.
Entre las hipótesis más aceptadas a la hora de identificar la fuente del ruido molesto, los especialistas sugieren sistemas de transmisión de sonido de baja frecuencia usados con fines experimentales a nivel planetario, que son percibidos “cerebralmente” por unos pocos desdichados, sin intervención alguna del sistema de transporte auditivo. Esta rama de hipótesis lograría explicar de momento, la razón por la cual el aislamiento de oídos con tapones de materiales diversos o los lugares especialmente silenciosos, no harían más resaltar el fenómeno provocado dentro del mismo cráneo por la interferencia de ondas provenientes del exterior.
Uno de los orígenes candidatos de la producción del zumbido lo representan los sistemas de comunicación de submarinos militares, tales como el ELF (sistema de Frecuencias Extremadamente Bajas) que son capaces de atravesar tierra y mar en cualquier dirección. Otra opción la representan los sistemas de calentamiento ionosférico de muy alta frecuencia, llevados a cabo por Estados Unidos, Rusia o Noruega, tales como el HAARP, desarrollado en Alaska desde 1993. No obstante, está última hipótesis, no explicaría el origen de otros zumbidos como el “Bristol Hum”, registrado mucho antes de la puesta a punto del proyecto HAARP.
Hacia otro plano de hipótesis, el “zumbido” podría ser inducido por factores naturales, como por ejemplo el movimiento de las placas terrestres, ondas electromagnéticas causadas por meteoritos, u ondas producidas por la interacción del campo magnético terrestre con el viento solar.
Otras de las posibles causas investigadas, se limitaría a ondas producidas por la ionización del aire en torno a fuentes eléctricas de alta tensión cercanas a los poblados afectados.
Las patologías neurológicas relacionadas con la percepción de sonidos inexistentes, englobadas científicamente con el nombre de “acúfenos”, se encuentran exceptuadas de ser las culpables del “zumbido”, ya que en muchos casos las personas que lo escuchan dentro de un mismo recinto suelen ser dos o más.
Para agregar misterio a los orígenes del “zumbido”, sus afectados frecuentemente aseguran que existen zonas geográficas dentro de un mismo terreno mucho más sensibles que otras a la incidencia de las ondas perturbadoras; dentro de ciertos edificios, al aire libre, o en distintas habitaciones de una misma casa, los enfermos del zumbido han escogido frecuentemente el lugar menos afectado por el fenómeno para descansar algunas horas de la noche.


Fuente: mezvan.blogsome.com/ el arrecife/lo incognito

¡alerta a la humanidad!


¡Alerta! A la Humanidad de La Superficie de La Tierra

Todos los últimos terremotos del planeta han sido provocados. Tenemos las pruebas, sabemos quiénes son los asesinos y sabemos que quieren volver a actuar. Todo está en este video. Solo podemos impedirlo denunciándolo. Tenemos que tomar la responsabilidad de hacerlo o la humanidad completa lo pagará muy caro. Esta entrevista es una denuncia de un crimen, una denuncia de los asesinos y una advertencia de que, si no actuamos, los asesinos volverán a actuar.


P.D. de ECJ: Agradecido a Pili Reyes por proponerme y recordarme tan transcendental vídeo. 

Fuente: el cientifico juan

pobrecito del obrero (videoclip)





Pobrecito del obrero, nunca le llega el dinero
Pobrecito del obrero, le pagan poco dinero
Pobrecito del obrero, que nunca tiene dinero
Pobrecito del obrero, no tiene ni pal sombrero
Impuestos al día, alto interés y crédito rápido
Somos la mejor esponja, te lo absorvemos todo
¡Toma, toma!, nada que no te engaño
¡Somos la tía del anuncio! ¡Esta es tu casa!
¡Tenemos la mejor patada para tu culo!
Yo no maldigo mi suerte, porque minero nací
y aunque me ronde la muerte, no tengo miedo a morir