Traducido por @dacha1953 para Periodismo Alternativo
Es casi imposible vivir en una casa herméticamente cerrada y sólo comer alimentos cultivados allí, esquivando las ramificaciones peligrosas de las estelas químicas (chemtrails). Por desgracia, estas pulverizaciones aéreas venenosas se han convertido en una realidad cotidiana, y para evitar enfermedades graves necesitamos desintoxicar nuestro organismo a partir del consumo de alimentos y suplementos sanos.
Ya sea disfrutando de una humilde manzana o atacando los metales pesados con Chlorella, esta rutina diaria de importancia excepcional si queremos hacer frente con éxito a los efectos virulentos de la geoingeniería.
Envenenados desde arriba
Las toxinas que se encuentran en las estelas químicas se infiltran en todos los aspectos de nuestras vidas, desde el aire que respiramos, el agua que bebemos hasta los alimentos que comemos. No es de extrañar que las enfermedades físicas y mentales estén aumentando a un ritmo asombroso. Sorprendentemente, estas pulverizaciones aéreas a menudo contienen una extraña mezcla de agentes patógenos y sustancias tóxicas:
Bacterias
Pseudomonas fluorescentes, vinculadas con la guerra biológica, infecciones severas de la sangre, ataques de tos y vértigo.
Pseudomonas aeruginosas, que tienen que ver con neumonía, bronquitis, infecciones del oído y la vista, meningitis, fibrosis quística y dolor articular y muscular, junto con trastornos gastrointestinales.
Mycoplasma fermetans incognitus, patógeno producto de la bioingeniería y conectado con la enfermedad de la Guerra del Golfo y la fatiga crónica.
Morgellons, produce necrosis cutánea que eventualmente conduce a la muerte. El morgellons es un patógeno “misterioso”, ya que los científicos no están seguros si clasificarlo como una bacteria o un virus.
Químicos
Dibromuro de etileno (EDB), toxina prohibida que daña los sistemas circulatorio, respiratorio y hepático.
Metales pesados
Cadmio carcinógeno, compromete los órganos cardiovasculares, renales, gastrointestinales y los sistemas neurológico, reproductivo y respiratorio.
Fibra de vidrio con recubrimiento de nano-aluminio, deteriora la función cerebral y se le vincula con inestabilidad emocional, paranoia, falta de memoria, irritabilidad, disminución del estado de alerta, trastornos de humor y mal juicio.
Mercurio, produce daños a los sistemas nervioso, respiratorio, digestivo, renal e inmunológico.
Bario, produce arritmia cardiaca, parálisis, presión arterial alta, trastornos gastrointestinales e insuficiencia respiratoria. El bario también está implicado en enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple.
Rutinas diarias de desintoxicación
Si queremos protegernos de ese bombardeo tóxico, algunos de los siguientes suplementos y alimentos selectos pueden ayudarnos:
Chlorella, limpia los tejidos de metales pesados y encapsula las toxinas para evitar su reabsorción en el tracto digestivo.
Pectina, absorbe los metales pesados en los intestinos y facilita su eliminación.
Cilantro, elimina del cuerpo el mercurio, el plomo y el aluminio.
Alga Kombu, rica en alginato, que absorbe los metales pesados.
Plata oxigenada, destruye bacterias, virus y hongos.
Carbón activado, se combina con los metales pesados para facilitar su eliminación segura.
Adicionalmente, un poderoso desintoxicante de metales pesados, parásitos, contaminantes, bacterias, hongos y virus es la arcilla bentonita; una excelente defensa contra las estelas químicas. Para el consumo interno, sólo ingerir la variedad alimenticia conocida como arcilla de bentonita de calcio. También se puede utilizar en el baño para desintoxicación suave a través de la piel.
DMPS (sodio 2,3-dimercaptopropano-l-sulfonato) es una sal de ácido sulfúrico extremadamente eficaz en la eliminación de metales pesados del organismo. En pruebas de laboratorio, luego de una inyección intravenosa de DMPS, el 90 por ciento de los metales pesados fue eliminado a través de la orina al cabo de 24 horas. El suplemento oral es también una opción, aunque se considera menos eficaz.
En última instancia, la suspensión de la fumigación es la mejor protección contra los estragos de salud causados por las estelas químicas. Otras medidas prácticas puedes encontrarlas en: