sábado, 2 de noviembre de 2013

los zombies como metafora de la humanidad en el siglo XXl: muertos vivientes y esclavos de la moda


Zombies consumismo

Como todos sabemos, al menos desde hace algunos años, los zombies están de moda alrededor del mundo. Películas, juegos de video, muñecos, etc. Los muertos vivientes andan por todos lados. Desde luego, no hablamos del fenómeno vudú desarrollado a lo largo del siglo XVII por los esclavos negros llevados a las Antillas desde Dahomey (en el África occidental), y cuyos descendientes actuales siguen practicando diversas tradiciones rituales de lo que comúnmente se ha dado en llamar como “santería” y que han hecho famoso a Haití, como el país origen de la creencia en los zombies.

No, no hablamos de este tipo de zombie, sino de una especie terrorífica, creada por Hollywood, cuyo éxito en el imaginario social contemporáneo es digno de tomarse en cuenta. ¿Cuál es la causa de esta “fiebre zombie” que hoy en día nos azota?, ¿por qué los zombies están de moda?

Es curioso que hablemos de moda zombie. El sentido primario, desarrollado en las Antillas, era el de un sujeto cuya voluntad está a merced de un hechicero, un brujo, que le esclaviza sin que la víctima pueda hacer nada contra ese letargo. La magia vudú permitía este control de un cuerpo a distancia. En realidad, el hombre que no se pertenece a sí mismo, y cuya voluntad está a merced de otro, ha sido por antonomasia la definición del esclavo: nos dice Aristóteles, desde el siglo IV a.C.: “esclavo es quien no se pertenece a sí mismo”. Bien podríamos entender al zombie antillano bajo esta categoría, que por cierto, me parece fecunda. Ya volveremos sobre ello.

Pensemos en el zombie actual, que todos conocemos: el zombie creado por la gran industria cinematográfica presenta notables características. Su descripción “etnográfica” no parece ofrecer mayores dificultades: además de ser un muerto viviente, es decir, un cadáver capaz de moverse, caminar e incluso correr (trastocando el orden cósmico prevaleciente entre cualquier sociedad interesada en dejar bien claras las fronteras entre vivos y muertos), el zombie hollywoodense condensa las características más atroces imaginables para la moral de Occidente: es caníbal, tiene un apetito feroz por la carne humana viva, mas el contacto con su saliva es mortal pues sus víctimas son infectadas con el mismo mal, de manera que se convierten en zombies también. Se trata de cadáveres al acecho de la vida.

Zombies consumismo

Para colmo, no operan en función de ningún principio racional individual: no tienen conciencia alguna, son autómatas en constante búsqueda de seres humanos para devorar. No se puede negociar con ellos: no hablan ni parecen tener voluntad propia, no forman entidades políticas ni sociales reconocibles, son simplemente masa de cuerpos indiferenciados, corruptos y corruptores, sin mayor propósito que matar a los seres humanos “normales”, y tornarlos como ellos. Quizá lo que resulte aún más espeluznante es que este zombie, al carecer de conciencia, tampoco posee voluntad individual; se trata de un ente reducido a un mero cuerpo pútrido que obedece a una voluntad de masa, una multitud devoradora e incontenible que se mueve con la misma lógica de un ejército de hormigas: no hay individuos, solo masa.

Peor aún, puesto que estos seres ya están muertos, tampoco se les puede matar definitivamente, como suele suceder en casos análogos con enemigos mortales potencialmente exterminables (árabes terroristas, rebeldes vietnamitas, etc.). Desde el punto de vista bélico-hollywoodense, ¿puede haber algo peor que un enemigo que ya está muerto?

Por cierto que el zombie reúne así antiguos terrores medievales con los viejos miedos del liberalismo burgués decimonónico, un miedo a los otros que se edificó a finales del siglo XVIII con respecto a numerosos pueblos indígenas cuyo género de vida resultaba (y resulta ahora) tan chocante para el liberalismo burgués: el miedo a las colectividades “sin ley, lenguaje ni Estado” (todos sabemos que no existe un Estado Zombie, no tienen gobierno ni lenguaje, tal como se decía de los pueblos indios americanos); también se advierte el miedo a los grupos humanos donde el factor individual no es el más pertinente (y en el que volvemos a reconocer un asomo de la otredad indígena).

Por otro lado, el zombie también condensa miedos más modernos: el miedo al contacto “infeccioso” con aquellos pueblos exóticos que mejor sería mantener al interior de un cerco sanitario, a fin de impedir que su género de vida, costumbres e ideas “contamine” a los propios (y en el que podemos reconocer fácilmente el dispositivo-cerco sanitario aplicado a los barrios obreros del siglo XIX, o bien al barrio judío hecho por los nazis, y las tentativas para “contener” zonas urbanas “rojas” llenas de prostitutas y homosexuales). En una palabra, el zombie es un peligro antropomorfo (igual que un extraterrestre malvado) con el que no se puede tratar humanamente: es el otro desprovisto de cualquier calidad humana (o debiéramos decir, cualquier cualidad burguesa).

Al final, la amenaza zombie da la pauta a las futuras interacciones: tal como sucedía con los “indios salvajes” del pasado, no hay otra manera de tratar con los zombies que destrozándolos. Después de todo, indios salvajes y zombies se reproducen sin control. De esta manera el otro (sea el indígena amazónico, el aborigen australiano, el negro africano, y todo aquel cúmulo de pueblos tradicionales explotados por el capital), devienen un peligro mortal para la supervivencia del burgués bien educado. ¡Oh qué tiempos aquellos en que el poder colonial podía aniquilar aldeas irrespetuosas! A esa añoranza, es que responde la emergencia del zombie contemporáneo. El zombie de nuestros días ofrece a la actual moral de Occidente la oportunidad de aniquilar multitudes sin remordimientos.

Ahora bien, lo más aterrador del caso zombie, es que parece presentarnos un cruel espejo de nuestra propia sociedad capitalista. Veamos: es el zombie, el autómata irreflexivo, aquel que no se pertenece a sí mismo, el más claro correlato de un moderno esclavo: el Amo convertido en esclavo de los objetos que construye, tal cual lo enunció la filosofía hegeliana. El zombie autómata de nuestros días, tiene mucho que enseñarnos sobre el peor de nuestros miedos: el miedo a que sea real en nuestras vidas. Se trata nada menos que del hombre enajenado descrito por Marx, aquel cuya autopercepción, su auto-reconocimiento y auto-conciencia, están atravesados, instrumentados y controlados por un otro, en este caso, el capital.

Hace siglo y medio Marx señalaba el hechizo místico del capital, que despojaba a los hombres de la capacidad de reconocerse como sujetos, forjadores y creadores de su propia realidad: las cosas, las mercancías y las capacidades tecnológicas, parecían asumir (para una humanidad enajenada, despojada de sí misma), el papel activo de la historia. Vemos así al sujeto kantiano, el Amo hegeliano sin duda, convertido ahora en objeto de sus creaciones: el fetiche, el objeto, la mercancía, el dinero: el Capital convertido en Dueño y Señor de los seres humanos, de la Tierra y de la vida toda. Hoy en día, asistimos como autómatas, como testigos pasivos, zombies, ante los despliegues más brutales del capital y su fetichismo tecnológico, cuya única divisa es su propio avance, su crecimiento, aunque sea sin seres humanos y sin vida. Pues como cualquier zombie, la voracidad capitalista devora irreflexivamente la vida.

Una sociedad que ya no compra para vivir, sino que vive para comprar, que vive para trabajar, que vive para el capital, es una sociedad que no se pertenece a sí misma: está enajenada. La impotencia de nuestras sociedades es análoga a la de una tuerca, que mira impotente el camino al precipicio y el derrumbe de la locomotora a la que está unida. Pero esta es sólo la actitud de un sujeto que cree ser objeto y asume los intereses del capital como propios. Una sociedad zombie.

Zombies consumismo

El problema es que la “infección” de este género de existencia, está profundamente arraigada: desde la publicidad y la mercadotecnia, hasta la elaboración de “perfiles” en Facebook, tienen esta notable facultad de empatar los intereses del Yo con los intereses del capital: compro, me vendo, luego existo. El principal vehículo mediante el cual el capitalismo inoculó esta no-conciencia zombie, fue precisamente el placer y la autosatisfacción del individuo, un individuo voraz, sediento de satisfactores inmediatos: paradójicamente, mientras más se exalta la individualidad y preponderancia del Yo, más se le controla, pues es la industria capitalista la que más ha invertido en ofrecer los medios y términos con que el Yo debe ser “adecuadamente” exaltado. Vemos aquí al sujeto convertido en esclavo de los objetos que produce y consume, sujeto a la dinámica e inercia de su industria.

Es así que el ritmo vertiginoso de la civilización contemporánea, aniquila la voluntad de millones de personas, obligadas a mantener la maquinaria capitalista funcionando aunque en ello se juegue la vida del planeta. Una multitud autómata que depreda sin conciencia ni control, es precisamente la característica de las sociedades de masas, la multitud enajenada que consume alegremente la droga que le asesina. Comprar, producir, consumir, opinar y mimetizarse con la masa, serán las exigencias de esta voluntad ajena que impone su ritmo voraz. No falta un despistado que olvide llevar el último modelo del teléfono de moda, para que una multitud “lo devore” y le obligue a mimetizarse con ella, poniéndolo a la moda que el capital desea. En este sentido, no habría nada más zombie que la moda. Y peor aún, nada más zombie que la moda zombie.

[la haine]
Fuente: C.1040

viernes, 1 de noviembre de 2013

la llamada de la muerte

craneos


imagenes

Aprovechando la noche de Halloween, os quiero contar una historia de "miedo" que me transmitió una vieja amiga y que se trata de algo real que sucedió hace muchos años.
Todo comienza cuando un teléfono móvil suena a las tres de la mañana...
Esperamos que este corto y real relato os guste

San La Muerte
http://www.youtube.com/watch?v=IXRFUKfrrLk

Fuente: mundo desconocido

casi 900.000 personas desechadas

1Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.
Constitución Española, art. 43.
 1. 2 Son titulares del derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria todos los españoles y los ciudadanos extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio nacional.
3. 2 La asistencia sanitaria pública se extenderá a toda la población española. El acceso y las prestaciones sanitarias se realizarán en condiciones de igualdad efectiva.
Ley 14/1986, General de Sanidad.
Cuando la viceconsejera de Sanidad de Madrid, Patricia Flores, dijo hace un tiempo: “¿Tiene sentido que un [enfermo] crónico viva gratis del sistema?”, creo que mucha gente no podía dar crédito a sus palabras. No podía ser que hubiera tal nivel de crueldad en las altas instancias de un supuesto régimen democrático garante de los Derechos Humanos. Con el tiempo estos pensamientos clasistas y desalmados – mantenidos por tanto tiempo en secreto en círculos muy íntimos – van tomando forma y se abren paso apoyados en la coartada perfecta para todos los desmanes actuales: la crisis. La última desventura de la viceconsejera madrileña ha sido dejar a 30.000 mujeres sin la mamografía preventiva del cáncer de mama porque no había llegado a un acuerdo económico con las clínicas privadas. Como si no hubiera hospitales públicos en Madrid para realizar tal prueba.
Con esta excusa falaz se está desmantelando el Sistema Nacional de Salud – uno de los más admirados, eficientes y baratos del mundo – para convertir los derechos ciudadanos en beneficencia o mercantilismo y las joyas del sistema sanitario en la fuente de riqueza de unos pocos: políticos corruptos y familia, banqueros, constructores, aseguradoras, farmacéuticas y fondos de inversión. A la viceconsejera se la escuchó atentamente en Moncloa y, ahora, los enfermos crónicos: cáncer, tumores cerebrales, artritis, esclerosis múltiple, hepatitis, riñón o leucemia; las personas discapacitadas o dependientes, los ancianos, los desempleados, los inmigrantes “sin papeles”, quienes tengan necesidad de algún tipo de prótesis o traslado ambulatorio, etc., no vivirán gratis, sino que tendrán que enfrentarse a algún tipo de (re)pago sanitario. Parece que al Partido Popular sí le gustan los impuestos al dolor y la enfermedad. Cebarse con el más débil está en su idiosincrasia. Las personas podrán volver a morir en España por no poder acceder a medicamentos o atención médica.
En las actuales medidas no hay ninguna búsqueda del ahorro y la eficiencia. A no ser que consideremos ahorro recortar el gasto en personal sanitario y elevar un 15% la partida salarial de los directivos madrileños. O eficiencia que Dolores de Cospedal aumente un 170% el presupuesto para los altos cargos manchegos, mientras despide a 7.000 profesores y médicos. Todo lo contrario. En palabras del doctor Víctor Gutiérrez Millet, durante mucho tiempo jefe de nefrología del hospital Doce de Octubre, jubilado por orden de la Comunidad de Madrid a pesar de la falta de médicos y el crecimiento continuo de las listas de espera: “Yo soy un hombre de derechas. Yo he votado siempre al PP. Pero la Comunidad de Madrid, la consejería de Sanidad está gobernada por la ultraderecha más radical. Algunos casi rozan la esvástica. Ignacio González y el señor Lasquetty – gran intoxicador de los medios – están haciendo barbaridades. En la sanidad de Madrid lo que han hecho es una auténtica salvajada. El problema asistencial real que han creado con los enfermos es auténticamente inadmisible. Eso es una autentica barbaridad. Eso no se puede tolerar. Madrid está gobernado por la ultraderecha más extrema en todas sus estructuras”.
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Esta es la realidad que se vive en la sanidad madrileña: venganzas personales; pacientes que no son atendidos; coacciones y venganzas contra pacientes que rechazan el traslado a centros privados, aunque se ponga en grave riesgo su vida; médicos que no se reponen, creando un déficit de 1.300 médicos en los próximos cinco años; abandono de los gestores públicos, que prefieren desviar los fondos públicos a la sanidad privada – casi 1.000 millones en el último año –; profesionales de gran valía que son despedidos; etc. Una realidad que podemos ampliar a otras regiones de España y a las acciones del mismo gobierno de la nación. Y es que cuando las listas de espera se elevan un 125% la vida de miles de personas corre un grave riesgo. Unos gobiernos que, en cambio, están teniendo un éxito rotundo en la gestión de la crisis para los suyos. Pues, las políticas para millonarios que implementan han aumentado los mismos en un 13% desde mediados de 2012. Ya son un alegre grupo de 402.000 millonarios que han sabido aprovechar la oportunidad de la crisis.
Como ha demostrado la doctora de la London School y su equipo, Helena Legido–Quigley: “Muchas de las medidas adoptadas para ahorrar dinero no se basan en la evidencia. Hemos visto cómo los recortes tienen un efecto perjudicial sobre la salud de los españoles y, si no se aplican medidas correctivas, la situación podría empeorar, con un aumento del sida y la tuberculosis, –tal como hemos visto en Grecia, donde también ha habido importantes recortes en el sistema sanitario– así como el riesgo de una escalada de los problemas con las drogas y la propagación de enfermedades”. Además, añade: La evidencia científica es muy clara, que el copago es malo para la salud”. Sin ir más lejos Alemania recientemente ha suprimido el copago en sanidad por sus efectos perversos.
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La crisis como una oportunidad. Es así como ellos lo ven. La oportunidad de deshacerse de los débiles. Del personal sobrante. Quien no pueda pagarse un seguro privado está condenado. Y además ese seguro privado tendrá que hacerse en sus empresas. Ese es el carroñero afán de lucro y negocio a costa de la salud y el bolsillo de millones de personas que persiguen con ahínco. Que se ponga en peligro la vida o se condene a la muerte a miles de personas es un simple daño colateral que se puede asumir gustosamente, porque, en el fondo se lo merecen: son débiles, no han trabajado lo suficiente, son vagos y pedigüeños, etc. Los datos del desastre humano que están provocando con sus políticas están bien claros. Según Médicos del Mundo que ha lanzado la campaña “Nadie Desechado”: 
  • Más de 873.000 personas han perdido la tarjeta sanitaria.
  • Existen miles de personas con cáncer sin acceso a tratamiento médico.
  • Las enfermedades de transmisión se encuentran sin seguimiento.
  • Cada día – en la nueva España eugenésica – 2.392 personas son desechadas.
Simplemente, parece inconcebible que en nuestro país se pueda incumplir vilmente la Ley poniendo en peligro la vida de cientos de miles de personas o, violar los Derechos Humanos. La Ley 14/1986, General de Sanidad, desarrolla el artículo constitucional concretando que la protección de la salud es universal, gratuita y financiada por los poderes públicos. Cuando se habla de gratuita no se utiliza el término “gratis” de forma peyorativa y falseada como hacen Esperanza Aguirre y los suyos, sino que se financia con los impuestos de muchos tipos que todos los residentes en suelo español pagamos.Por tanto, este supuesto ahorro es, simplemente, una nueva subida de impuestos encubierta a los españoles. Porque quien no paga impuestos como debe en España es Esperanza Aguirre y los suyos. Es la clase de Mariano y Esperanza quien no paga impuestos.Son las grandes fortunas y empresas quienes viven en un paraíso fiscal y evaden más de 88.500 millones cada año. Dinero suficiente para pagarnos la sanidad, la educación y demás servicios públicos. Dinero sumado a la enorme extracción de riqueza que perpetran sobre la población española que nos haría ser un país rico.
Fuente: la verdad nos hara libres

un ingeniero emprende acciones legales contra los chemtrails

 

Hay una cierta especulación sobre si los chemtrails son parte de una agenda de despoblación. En mi opinión, la razón más importante para los chemtrails es que “ellos” se están preparando para el “Projecto Blue Beam” , que fue expuesto por Serge Monast.

28 oct 13. Soy Davoud Tohidy, de 47 años de edad. Como ingeniero civil, emigré a Canadá desde Irán en 1999 y me convertí en ciudadano en 2013. Cambié mi profesión a la de desarrollador web en el año 2009. Hasta el año 2011, no tenía ni idea de lo que realmente está pasando en términos de aerosoles estratosféricos, Geo-ingeniería o Chemtrails. En 2011, un artículo sobre Chemtrails cambió mi vida para siempre.
Cuando hice más investigación, me di cuenta de las graves amenazas a nuestro medio ambiente y la humanidad en general. Siempre me he visto a mí mismo como un ciudadano del mundo en lugar de ciudadano de un país en particular.
Nunca permití que ninguna figura política ni los medios de comunicación me dijesen lo que es correcto o no. Como una persona con una alta intuición y sexto sentido, casi siempre se puede analizar los datos y determinar los hechos subyacentes.
Creo que existen chemtrails porque veo que ellos están rociados con mis propios ojos. He sentido diferentes efectos secundarios tales como la artritis, a mi edad! Dolor en el cuello durante dos semanas, que son síntomas de chemtrails. En segundo lugar, los individuos creíbles como Ted Gunderson, ex LA jefe del FBI, y un científico de la NASA hablan de Chemtrails. Además, hay varias patentes que demuestran que existe la tecnología. Hay una cierta especulación sobre si los chemtrails son parte de una agenda de despoblación. En mi opinión, la razón más importante para los chemtrails es que “ellos” se están preparando para el “Blue Beam Project” , que fue expuesto por Serge Monast.
MI LUCHA
Tan pronto como me enteré de que estamos siendo rociados como insectos, empecé a luchar contra esto. En agosto de 2011, he creado un archivo pdf con información y pruebas sobre este crimen y otras conspiraciones. Me puse en contacto con investigadores privados, políticos, periódicos, iglesias, activistas, organizaciones, empresas y personas de todo el mundo y les envié el archivo pdf por correo electrónico.
También creé una tarjeta pequeña con información sobre Chemtrails, y las he entregado activamente en las calles de Ottawa desde octubre de 2011. Empecé una Petición Chemtrails con la ayuda deBrian Holmes y Juscha Grunther. Reunimos más de 3.400 firmas de todo Canadá. Recogí 1.640 firmas en Ottawa por mi cuenta con varias provocaciones físicas directas y graves amenazas indirectas a mi vida. “Ellos” habían contratado a diferentes personas, incluyendo personas sin hogar y otros para bloquear mi camino, me impedían obtener las firmas y, en dos ocasiones diferentes, tres individuos diferentes se utilizaron para provocarme físicamente para crear un problema y luego impedirme recoger firmas.
Alex Atamanenko
Además, debido a las redes sociales, fui capaz de reunir muchas más firmas. Pese a los esfuerzos de los delincuentes para poner fin a esta petición, nuestra petición fue presentada al Parlamento por el Sr. Alex Atamanenko, MP 21 de Oct de 2013. y he creado una presentación en Youtube (link) . Se ha registrado en Hansard y esto es un gran logro. El gobierno tiene 45 días para responder, que espero será con mentiras y negaciones. Es por eso que estoy preparando una demanda penal.
Ver aquí su petición en el parlamento canadiense presentada por el Sr. Alex Atamanenko:http://www.parl.gc.ca/HousePublications/Publication.aspx?pub=hansard&mee=4&parl=41&ses=2&language=E#SOBQ-8103334
CONCLUSIÓN
A pesar de que esta petición será para crear conciencia, las mentiras y negaciones es probable que continúen. Los criminales detrás de este crimen no entienden el lenguaje “humano”. Ellos entienden el lenguaje de la fuerza y el poder. La gente ha estado gritando y pidiendo al Gobierno de Canadá sobre los Chemtrails desde 1997, si no me equivoco. Su voz no ha sido escuchada. La única manera de detener este delito es presentando una demanda penal, por lo que empecé mi página de recaudación de fondos para contratar a investigadores profesionales y abogados. Invito a leer los artículos relacionados en la barra lateral de mi sitio web.
Hay que tomar medidas antes de que sea demasiado tarde. Nuestra lucha puede posponer los planes de los criminales. Sin embargo no hay garantía de que vayan a parar los crímenes contra la humanidad a menos que los llevemos a la corte criminal.
Me gustaría concluir con este importante mensaje del cantante Michael Jackson, quien afirma: “tenemos cuatro años para hacerlo bien, o bien es irreversible entonces … hemos terminado “.
Por favor únanse a mí en mi sitio web (link) y ayudar a enviar a algunos criminales detrás del crimen de la geoingeniería / Chemtrails pulverización tras las rejas por el resto de sus vidas. Usted puede donar o ser un demandante en la demanda. Yo garantizo que cada dólar de sus donaciones se destinará a la restauración de nuestra naturaleza y nuestro planeta.
Fuente:  henrymakow.com
Fuente: la hora de despertar