Para los que me habéis pedido mi pensar político, os diré que quiero ser independiente, como muchos otros españoles, de los ladrones que gobiernan España y han gobernado Cataluña.
Pero quiero ir más allá:
Quiero ser independiente además de la Caixa y demás instituciones bancarias criminales.
Pero quiero ir más allá:
Quiero ser independiente además de la Caixa y demás instituciones bancarias criminales.
Quiero ser independiente de la industria farmacéutica que gobierna sin haberlos votado en nuestras Sanidades públicas, recetando medicamentos que matan impunemente.
Quiero ser independiente de Endesa y demás empresas eléctricas que nos roban e impiden la autosuficiencia con energía solar.
Quiero ser independiente de esta industria alimentaria asesina, que incluye en nuestra dieta transgénicos y demás sustancias cancerígenas.
Quiero ser independiente de la macabra industria de las armas.
Quiero ser independiente de Endesa y demás empresas eléctricas que nos roban e impiden la autosuficiencia con energía solar.
Quiero ser independiente de esta industria alimentaria asesina, que incluye en nuestra dieta transgénicos y demás sustancias cancerígenas.
Quiero ser independiente de la macabra industria de las armas.
Una Cataluña independiente gobernada por los mismos intereses no me interesa, y preferiré seguir luchando codo con codo con los demás españoles y personas de bien de mas allá de nuestras fronteras por estos temas básicos de supervivencia y calidad de vida.
En Dulce Revolución nos encontramos todos estos “locos”, intentando la autosuficiencia y esto es hacer también “política”, nuestra política.
Dejémonos de banderas, yo por un trapo no voy a la guerra, ni a la guerra de opiniones.
Porque después de las palabras altisonantes pueden venir las armas.
Calma, que pocos gobernantes por no decir ninguno, dan la cara, siempre llevan al matadero al pueblo indefenso fanatizado previamente desde la retaguardia.
Estos días a venir pueden suceder en Cataluña y en España hechos desagradables, pero en las manos de la masa crítica silenciosa y mayoritaria que quiere la Paz está la clave.
(Josep Pamiés, catalán, español y hombre de bien).
En Dulce Revolución nos encontramos todos estos “locos”, intentando la autosuficiencia y esto es hacer también “política”, nuestra política.
Dejémonos de banderas, yo por un trapo no voy a la guerra, ni a la guerra de opiniones.
Porque después de las palabras altisonantes pueden venir las armas.
Calma, que pocos gobernantes por no decir ninguno, dan la cara, siempre llevan al matadero al pueblo indefenso fanatizado previamente desde la retaguardia.
Estos días a venir pueden suceder en Cataluña y en España hechos desagradables, pero en las manos de la masa crítica silenciosa y mayoritaria que quiere la Paz está la clave.
(Josep Pamiés, catalán, español y hombre de bien).
Fuente: Astillas de realidad
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