Esta semana se dio a conocer un informe de la ONU. Contrario a lo que pudiéramos pensar, se revela que hay más de 20 mil y hasta 30 mil terroristas en Siria. Que están creciendo, expandiéndose y reagrupándose. Que a pesar de haber sido derrotados, no están muertos, estaban escondidos, se esconden en pequeños grupos, dentro de las comunidades y si bien no controlan grandes territorios, sí controlan muchas parcelas, en desiertos y valles. Además tienen alimento, un gran alimento de cientos de millones de dólares con los cuales se alimentan de verdad, se arman de verdad, y se organizan para matar. “A pesar del gran daño a las estructuras burocráticas del llamado ‘califato de los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe)’, la disciplina colectiva de está intacta”, publica el diario británico The Telegraph. ¿De dónde sacan ese dinero? De la venta del petróleo que se roban. ¿Y quién les compra ese petróleo robado? Esa es la gran pregunta que quizá muchos gobiernos saben pero se callan. El informe de Naciones Unidas hecho por los supervisores internacionales de sanciones, además revela que entre las filas de los malditos del terror, se encuentran miles de terroristas de nacionalidad extranjera. ¿Por qué terroristas extranjeros, para enseñar a los terroristas locales, son mercenarios, son jóvenes sin causa, son matones a sueldo? Una pregunta larga con muchas respuestas que convergen también en occidente, en Europa, como desde antaño se denunció que muchos de los que combatían en Siria contra el presidente sirio, Bashar al-Asad, eran de tierra europea. El informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también señala que los terroristas se están reagrupando en Libia y en Afganistán, y que el estilo quizá ahora no sea imponer un gran califato, sino crear una red de terrorismo global. Cosa que si usted ve desde el cielo muy alto, en el mapa, parecería que quieren crear un cinturón entre África, Oriente Medio y Asia, desde Trípoli hasta Kabul, y si uno es mal pensado, parecería también que en esa cinta que están tejiendo, faltaría el territorio de Irán, y la cadena estaría completa. Una especie de cinturón del terror, comandado por fuerzas del crimen y financiado por intereses ocultos que viven en lujosas residencias de seguridad en los países más avanzados, quizá, como hipótesis planteo, para contener la futura y cabalgante ruta de transporte de millones de dólares que está creando China, y que para esos comerciantes, corporaciones o países, no conviene. Otra hipótesis sería clavar una estaca en las salidas de Asia para contener a Rusia como siempre se ha manejado en la historia. Después de haber sido derrotado militarmente en Iraq y en la mayor parte de Siria en 2017, Daesh se realzó a principios de 2018. Este fue el resultado de una pérdida de impulso de las fuerzas que luchan en el este de Siria, que prolongó el acceso de Daesh a los recursos y le dio un respiro para prepararse para la siguiente fase de su evolución, en una red encubierta global. El ejército estadounidense en Siria se ha abstenido de luchar contra Daesh durante meses. El mapa del territorio sostenido por Daesh en la frontera sirio-iraquí en la zona controlada por los EE.UU., al norte del Éufrates, no ha cambiado desde noviembre de 2017, reporta la ONU, y que señala algo muy curioso, que precisamente donde están concentrándose los terroristas, son las zonas donde Estados Unidos apoya a los grupos y milicias rebeldes que luchan contra Al-Asad. ¿Acaso Washington les está dando alas? En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la tarde; México, doce del día, y Colombia, una de la tarde. Por Roberto de la Madrid ¡Suscríbete a HispanTV! https://www.youtube.com/user/hispantv...
martes, 21 de agosto de 2018
Detrás de la Razón: Miles de terroristas en Siria desafían a Rusia, escondidos en zonas de EEUU
Esta semana se dio a conocer un informe de la ONU. Contrario a lo que pudiéramos pensar, se revela que hay más de 20 mil y hasta 30 mil terroristas en Siria. Que están creciendo, expandiéndose y reagrupándose. Que a pesar de haber sido derrotados, no están muertos, estaban escondidos, se esconden en pequeños grupos, dentro de las comunidades y si bien no controlan grandes territorios, sí controlan muchas parcelas, en desiertos y valles. Además tienen alimento, un gran alimento de cientos de millones de dólares con los cuales se alimentan de verdad, se arman de verdad, y se organizan para matar. “A pesar del gran daño a las estructuras burocráticas del llamado ‘califato de los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe)’, la disciplina colectiva de está intacta”, publica el diario británico The Telegraph. ¿De dónde sacan ese dinero? De la venta del petróleo que se roban. ¿Y quién les compra ese petróleo robado? Esa es la gran pregunta que quizá muchos gobiernos saben pero se callan. El informe de Naciones Unidas hecho por los supervisores internacionales de sanciones, además revela que entre las filas de los malditos del terror, se encuentran miles de terroristas de nacionalidad extranjera. ¿Por qué terroristas extranjeros, para enseñar a los terroristas locales, son mercenarios, son jóvenes sin causa, son matones a sueldo? Una pregunta larga con muchas respuestas que convergen también en occidente, en Europa, como desde antaño se denunció que muchos de los que combatían en Siria contra el presidente sirio, Bashar al-Asad, eran de tierra europea. El informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también señala que los terroristas se están reagrupando en Libia y en Afganistán, y que el estilo quizá ahora no sea imponer un gran califato, sino crear una red de terrorismo global. Cosa que si usted ve desde el cielo muy alto, en el mapa, parecería que quieren crear un cinturón entre África, Oriente Medio y Asia, desde Trípoli hasta Kabul, y si uno es mal pensado, parecería también que en esa cinta que están tejiendo, faltaría el territorio de Irán, y la cadena estaría completa. Una especie de cinturón del terror, comandado por fuerzas del crimen y financiado por intereses ocultos que viven en lujosas residencias de seguridad en los países más avanzados, quizá, como hipótesis planteo, para contener la futura y cabalgante ruta de transporte de millones de dólares que está creando China, y que para esos comerciantes, corporaciones o países, no conviene. Otra hipótesis sería clavar una estaca en las salidas de Asia para contener a Rusia como siempre se ha manejado en la historia. Después de haber sido derrotado militarmente en Iraq y en la mayor parte de Siria en 2017, Daesh se realzó a principios de 2018. Este fue el resultado de una pérdida de impulso de las fuerzas que luchan en el este de Siria, que prolongó el acceso de Daesh a los recursos y le dio un respiro para prepararse para la siguiente fase de su evolución, en una red encubierta global. El ejército estadounidense en Siria se ha abstenido de luchar contra Daesh durante meses. El mapa del territorio sostenido por Daesh en la frontera sirio-iraquí en la zona controlada por los EE.UU., al norte del Éufrates, no ha cambiado desde noviembre de 2017, reporta la ONU, y que señala algo muy curioso, que precisamente donde están concentrándose los terroristas, son las zonas donde Estados Unidos apoya a los grupos y milicias rebeldes que luchan contra Al-Asad. ¿Acaso Washington les está dando alas? En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la tarde; México, doce del día, y Colombia, una de la tarde. Por Roberto de la Madrid ¡Suscríbete a HispanTV! https://www.youtube.com/user/hispantv...
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