La Junta Bilderberg publica en su página oficial que el público del mundo tiene paranoia, rechazando así todas las acusaciones sobre la famosa reunión Bilderberg. La Junta Bilderberg o Club de los poderosos difunde en su página oficial que el público del mundo tiene paranoia ya que se imagina una conspiración cuando no hay nada, rechazando así todas las acusaciones que han hecho escritores, periodistas, intelectuales sobre la famosa reunión Bilderberg a la que se le ha acusado de clan secreto que conspira para decidir el futuro de la humanidad, decidir qué está bien y qué está mal, y derrumbar países o edificar imperios económicos al mover las finanzas internacionales a su antojo. Pero todo esto es una fantasía y es un error, dice la Junta Bilderberg: “La Organización Bilderberg a menudo ha sido objeto de protestas antiglobalización y varios teóricos de conspiración han expresado acusaciones descabelladas sobre el propósito de nuestras reuniones. Mientras todos estos reclamos carecen toda evidencia, nosotros lamentamos ver que muchas personas continúan apareciendo en internet y en las redes sociales”. Esto es la única explicación que usted puede encontrar de esta misteriosa y secreta junta. Y con ello, uno se pregunta: ¿por qué el dueño de la empresa más grande de cosméticos del planeta, se reúne varios días con un general del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), con un fabricante de armas, con el que maneja los hilos del ciberespacio, internet y realidad virtual, con científicos, con académicos, con los presidentes de YouTube, Google, Microsoft, con los banqueros más grandes del mundo, con los creadores de películas, cantantes y series de televisión, con los directivos de la cadena estadounidense CNN, la revista británica The Economist, y conglomerados que manejan miles de revistas, periódicos, televisoras y canales virtuales, con jefes de Estado, con reyes, con agentes de inteligencia, con generales del Pentágono, con directivos de Coca Cola, con presidentes de las petroleras más grandes del planeta? Y además no nos dicen nada. Es en total secreto lo que se dice ahí dentro. ¿Será que toda esta poderosísima gente, influyente en el destino mundial se reúna sólo para tomar té y hablar de los chismes de sus amantes, familias, esposas y vacaciones? No lo creo. No solo eso, tan cruciales y clasificados son sus chismes familiares, que utilizan la regla de oro de la Chatham House (en Londres, capital británica), el instituto de la realeza británica que establece reglas de estricta confidencialidad para debates y conferencias, de las cuales uno debe ver y callar, es imposible que alguien pueda revelar quién y qué dijo de tal tópico, si bien está permitido usar esa información, está estrictamente prohibido revelar fuentes, señalar nombres o citar el conocimiento que de ahí se desprende. Es decir “los chismes” de familia están protegidos por la propia élite mundial del poder. ¿Qué hace el dueño de productos cosméticos de belleza reunido con el presidente de Google, un jefe de inteligencia, fabricantes de armas, un directivo de Warner que crea cantantes y el secretario del ejército más poderoso, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)? Según la escritora Cristina Martin Jiménez, el mundo para la Junta Bilderberg está tan interconectado que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. interviene en la elaboración del programa televisivo de diversión y concursos de fama mundial: MasterChef. ¿What?! Sí, así me quedé yo. ¿Será posible esto? ¿Para qué lo hacen? Preguntemos aquí, más urgente cuando vemos que los temas son exactamente las preocupaciones y los blancos de las noticias y las políticas internacionales. Los temas publicados por la página oficial de la Junta Bilderberg son: China, Rusia, carrera espacial, redes sociales como arma, futuro del capitalismo, Brexit, salud del planeta, terrorismo ciberespacial, y el tema extraordinario de su sesión: Irán, para el cual, el Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, viajó especialmente a Suiza, donde es la reunión, para hablar del futuro de la nación iraní. En “Detrás de la Razón”, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la noche; México, Colombia y Chicago a la una de la tarde. Por: Roberto de la Madrid.
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