La reunión Bilderberg de este año 2020, que suele celebrarse a finales de mayo o principios de junio, queda aplazada «en consonancia con las limitaciones de los viajes en todo el mundo y los esfuerzos de prevención», según se ha comunicado en la web oficial. Por tanto, sin mencionarse expresamente se alude a la pandemia de SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad COVID-2019. De la misma forma, no se aventura ninguna fecha para la realización del evento.
Rodeado de misterio y rumores, Bilderberg se remonta al año 1954, cuando políticos, banqueros y monarcas participaron en una conferencia conjunta en el Hotel de Bilderberg, localizado en Oosterbeek (Países Bajos). Desde entonces, cada año se dan cita unos 130 líderes políticos, acompañados de expertos de otros campos, como la industria, las finanzas, el mundo académico y los medios de comunicación. Desde su inauguración solo se ha fallado un año, 1976, pues un escándalo que involucró al entonces presidente del comité directivo, Bernardo de Lippe-Biesterfeld, provocó que no se llevara a cabo el encuentro.
El objetivo principal es «fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte» mediante «debates informales», señala la propia organización. Por ello, aproximadamente dos tercios de los participantes proceden de Europa y el resto de Norteamérica. Se ha de obedecer la «regla de Chatham House», según la cual los asistentes tienen derecho a utilizar la información que reciben, pero no pueden revelar ni la identidad ni la afiliación del orador, ni de ningún otro participante.
Bilderberg no tiene un orden del día detallado, ni se realizan votaciones o se proponen resoluciones. Se trata de un evento de carácter privado que permite que los presentes intervengan a título individual, por lo que no están obligados por las convenciones de su cargo ni están sujetos a posiciones preexistentes.
El encuentro de 2019 se desarrolló del 30 de mayo al 2 de junio en Montreux (Suiza). Entre otros asuntos, se habló sobre «un orden estratégico estable», China, Rusia, el futuro del capitalismo o la ética de la inteligencia artificial.
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