En esta curiosa historia se mezclan misterios no resueltos, engaños, tomaduras de pelo, intereses turísticos y actuaciones contradictorias que implican a altos funcionarios del gobierno.
Todo ello aderezado con testimonios sensacionales (o sensacionalistas), que contribuyen a convertir la historia en una gran diversión y en un posible guión de película (quizás de humor), en el futuro.
Hablamos por primera vez del asunto en el Microlector el día 20 de agosto:
TESORO NAZI EN POLONIA
Dos cazatesoros afirman haber descubierto el paradero de un tren fantasma nazi cargado de dinero, lingotes de oro y joyas enterrado en un túnel abandonado en Polonia.
Durante años circularon rumores acerca del presunto tren blindado, que pertenecía a a la Wehrmacht y que desapareció, cuando transportaba los tesoros saqueados por lo nazis cuando huía del avance del Ejército Rojo al final de la Segunda Guerra Mundial.
Las autoridades locales del distrito de Walbrzych en Polonia, afirman haber sido contactadas por un bufete de abogados que representan a un polaco y a un alemán que afirman haber localizado el tren y que pretenden cobrar el 10% del valor de los hallazgos.
“Los abogados, el ejército, la policía y los bomberos están tratando con el asunto”, ha declarado Marika Tokarska, una funcionaria del consejo de distrito de Walbrzych.
“La zona nunca se ha excavado antes y no sabemos lo que nos vamos a encontrar.”
Los rumores, que circularon durante décadas en la región, afirman que el tren entró en un túnel cerca del Castillo de Ksiaz en la región montañosa de Baja Silesia y nunca apareció. Según esa teoría, el túnel más tarde fue cerrado y su ubicación fue largamente olvidada.
Presuntamente, el tren tendría una longitud de 150 m y llevaría armas, equipamiento industrial, joyas, oro y otros tesoros valiosos.
Las autoridades aún no tienen detalles exactos sobre la ubicación o el contenido del tren presuntamente desaparecido y que durante décadas ha sido fuente de rumores, leyendas y búsquedas infructuosas.
Después de esta “primera toma de contacto” con la historia del tren, los asuntos se han ido desarrollando de forma bastante curiosa.
El asunto del tren parece iniciarse 7 décadas atrás, tal y como nos cuenta el testimonio de Tadeusz Slowikowski, uno de los primeros buscadores de este “tesoro ferroviario mítico”
EL CASO DE TADEUSZ SLOWIKOWSKI
Un hombre de 85 años de edad, llamado Tadeusz Slowikowski, quien pasó la mitad de su vida buscando el tren del oro nazi desaparecido y supuestamente recién hallado, ha revelado los asesinatos, la intimidación de la policía secreta y la confesión en el lecho lecho de muerte que han conducido al descubrimiento sensacional del presunto tesoro nazi bajo una colina de Polonia.
Este pensionista disfruta de un conocimiento sin igual de todo lo referente a la caza del famoso tren; Slowikowski afirma que, no sólo sabe dónde está oculto el tren, sino que también conoce la identidad de los dos hombres misteriosos que hace dos semanas afirmaron haberlo encontrado, así como la identidad del hombre que habría dado la pista definitiva sobre la ubicación del tren en su lecho de muerte.
Tadeusz Slowikowski
A medida que la prensa mundial se acerca al pequeño pueblo de Walbrzych, en el suroeste de Polonia, los servicios secretos polacos, a través del Servicio de Seguridad Interior (ABW), se han trasladado a la zona donde se afirma que el tren desapareció hace 70 años, lo que lleva a creer que documentos secretos del Tercer Reich podrían encontrarse entre su preciosa carga.
Tadeusz Slowikowski reveló a MailOnline que escuchó hablar por primera vez sobre el tren escondido en el túnel, ysobre su oscura y peligrosa historia, en la década de 1950.
Slowikowski declaró: “supe de la existencia del túnel después de salvar a un hombre alemán llamado Schulz que fue atacado por dos hombres. Como agradecimiento por salvarlo, él me habló del túnel”.
La historia que Schulz estaba repleta de asesinatos, miedo y secretos, que empezaron en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, cuando otro hombre alemán, que entonces trabajaba en los ferrocarriles, encontró la entrada del túnel.
“Unos alemanes vinieron a vivir a la zona después de la guerra y éste hombre en concreto había estado trabajando en los ferrocarriles cuando encontró la entrada del túnel”.
“Vio dos vías entrando en el túnel. El túnel estaba bloqueado pocos metros más allá”
Pero el trabajador ferroviario no dijo nada porque tenía miedo de lo que le podía suceder y por buenas razones: temía correr la misma suerte que una familia asesinada a sangre fría con anterioridad, al parecer ejecutada para mantener la existencia del túnel en secreto.
Slowikowski cuenta por qué, mientras sostiene una vieja foto en blanco y negro de la época de la guerra, que muestra a un hombre y a dos muchachos jóvenes de pie frente a una casa con techo de tejas: “Desde esta casa se podían controlar las vías”
“Desde la ventana superior se podía ver todo lo que iba y venía en esta línea ferroviaria. El 5 de mayo de 1945, la familia que vivía aquí fueron asesinados a tiros y la casa fue demolida. Pasaron solo tres días hasta que los soviéticos tomaron el pueblo”
“El que los mató no quería que hablaran sobre lo que habían visto. No hay nada allí ahora. Sólo un espacio vacío en el lugar donde estaba la casa. Nada se ha construido allí desde entonces”
Pero por lo visto, el anciano alemán finalmente se armó de valor para confesarle a Schulz, en su lecho de muerte, lo que había visto y ésta fue la información que Schulz acabó ofreciendo a Slowikowski cuando éste le salvó.
Esto fue suficiente para despertar el interés de Slowikowski en el tren, que según afirmaba la leyenda local, estaba repleto de oro nazi que habían robado a los Judios.
En las cuatro décadas que han pasado desde entonces, Slowikowski, quien es ampliamente reconocido en Polonia como uno de los principales expertos sobre el tren desaparecido, ha estudiado los mapas y los datos de la zona.
Revisando un viejo mapa amarillento y manoseado de 1928, esbozó la ruta desde Wroclaw a Walbrzych que mostraba claramente la existencia de una vía muerta penetrando en la montaña.
Después de presentar sus hallazgos al gobierno polaco, Slowikowski afirma que le dieron permiso oficial en 2003 para comenzar a explorar la zona.
Pero por lo visto, aún había gente que quería mantener la existencia del tren en secreto.
“Tan pronto como empezamos a explorar, tres hombres armados y vestidos de civil se acercaron a nosotros y nos amenazaron, diciéndonos que parásemos. No sabía quiénes eran, pero yo tenía mis sospechas”
“Poco después mi perro fue envenenado. Entonces la puerta de mi casa apareció reventada y luego empezarona intervenir mis teléfonos. Estas eran las tácticas clásicas de la policía secreta cuando querían intimidar a la gente”
“Y esto aún continúa así en la actualidad. Mi teléfono aún está siendo vigilado y unos desconocidos me han advertido recientemente que me mantenga alejado. Recibí una llamada telefónica diciéndome que no metiera mis narices en esto”
Otro buscador del tesoro, que ha preferido mantenerse en el anonimato por cuestiones de seguridad, declaró cosas similares al periódico MailOnline: “He recibido una llamada telefónica de un hombre misterioso que me advertía de que me mantuviera lejos del asunto y de que no me involucrara”
“Una gran cantidad de personas peligrosas están interesadas en encontrar este tren, y la advertencia que recibí, podría proceder de uno de ellos. Este hombre que me llamó sabe que yo sé algo”
Pero este tipo de amenazas no han impedido, en el caso que Slowikowski se eche atrás. Incluso ha construido su propia maqueta de trenes para mostrar la ubicación en el garaje de su casa.
El modelo, una réplica del mapa de 1928, muestra dos vías de ferrocarril que corren paralelas entre sí al entrar en una sección bordeada por colinas a ambos lados.
Al entrar en la zona, una de las vías se bifurca en una vía muerta y desaparece en un túnel.
Ese lugar ha sido nombrado oficialmente por el gobierno polaco como un tramo de 4 kilómetros del ferrocarril de la ciudad de Wroclaw, donde se dice que está escondido el tren del tesoro nazi.
Las autoridades afirman haber visto evidencias de la existencia de un tren mediante una imagen tomada con un radar de penetración terrestre, que incluso mostró la forma de una plataforma de tren y cañones (aunque muchos otros expertos afirman que en la imagen no puede distinguirse nada)
Sobre la identidad de los dos cazadores de tesoros que han revelado la ubicación del tren, muchos de los cazadores de tesoros contactados por el periódico MailOnline han afirmado conocer su identidad.
Una de las fuentes dijo: “La comunidad de cazadores de tesoros es bastante pequeña. Todo el mundo conoce a todo el mundo. Y cada uno tiene sus sospechas acerca de quien son estos dos hombres”
Pero ciertamente, hay una conspiración de silencio alrededor de ello: nadie se atreve a nombrarlos.
El propio Slowikowski sonríe cuando se le pregunta si él conoce la identidad de los dos hombres: “Por supuesto que sí. Hace dos semanas vinieron a mi casa a pedir disculpas. Ellos dijeron que lo sentían mucho por revelar la ubicación sin consultarme. Pero no me importa. Después de todo mi trabajo me siento feliz de que se revele la ubicación del tren. Pero no voy a revelar el nombre de estas dos personas”.
LA FIEBRE DEL ORO Y EL MONSTRUO DEL LAGO NESS
La idea de que haya un tesoro en un tren escondido en el interior de una montaña, ha atraído a gente de lugares tan lejanos como Japón, que acuden con la esperanza de encontrar su propio pedazo de historia.
Ahora, algunos de los buscadores de tesoros que merodean por el lugar, afirman haber encontrado las primeras piezas y pruebas del tesoro nazi en el bosque que se extiende por encima del túnel.
Concretamente han mostrado a un diario británico una águila nazi, monedas de oro y otros objetos de la Segunda Guerra Mundial que según ellos son una “prueba” de que podría existir el tren repleto de joyas de incalculable valor.
Los dos hombres, que sospechosamente son de la misma localidad de Walbrzych, se han negado a ser identificados.
Como es fácil deducir, estos objetos presuntamente hallados en el lugar, tienen toda la pinta de ser una tomadura de pelo o un intento de atraer aún a más gente a la población para hacer negocio con ellos.
Lo que está viviendo en estos momentos la población de Walbrzych es algo parecido a una mezcla del mito del monstruo del lago Ness y la fiebre del oro, lo que ha sentado las bases para hacer un gran negocio con ello.
Ya empiezan a anunciarse los primeros “tours turísticos” por los túneles subterráneos y algunos hoteles locales nunca habían visto tantos visitantes de todo el mundo.
Y muchos miembros de organismos culturales locales, echan leña al fuego para despertar aún un mayor interés sobre la zona y atraer turismo y dinero.
Por ejemplo, Magdalena Woch, directora de cultura del cercano castillo de Ksiaz, una fortaleza que Hitler planeaba usar como su base en Europa del Este, dice que: “Hay una historia que cuenta que en 1945 había tres trenes que entraron en la ciudad y nunca se han encontrado. El oro quizás pueda estar en alguno de ellos. Hay diferencias entre los mapas de la zona de la década de 1920 y la década de 1940, lo que sugiere que existen túneles bajo la ciudad que nunca se han encontrado. Hasta 1947, los soviéticos estuvieron aquí y no sabemos lo que encontraron”.
castillo Ksiaz
Lukasz Kazek, un político y guía de turismo local, afirma que: “En esta región hay una gran cantidad de tesoros. Cuando el ejército soviético llegó, los alemanes tuvieron que huir pero pensaron que iban a volver. Escondieron dinero, documentos y joyas de oro que pensaban volver a recuperar más adelante”.
Todo ello ha desatado un frenesí con cazadores de tesoros viniendo, como hemos indicado antes, de sitios tan lejanos como Japón.
El problema es que todos ellos pueden tener la tentación de empezar a excavar en busca de los estos presuntos tesoros en una zona donde podría haber minas enterradas de la segunda guerra mundial.
Piotr Zuchowski, Director de Patrimonio Nacional de Polonia, afirma que: “Puede haber sustancias peligrosas que datan de la Segunda Guerra Mundial en el tren oculto, que estoy convencido de que existe. Apelo a la gente a dejar de buscar hasta que se acaben las indagaciones oficiales. Hay una gran probabilidad de que el tren esté rodeado de trampas explosivas”
Por esa razón, las autoridades han establecido un perímetro de protección de 4 kilometros alrededor del túnel.
Se han podido ver a agentes del servicio secreto polaco en una furgoneta negra, instalando dispositivos de vigilancia para mantener a los curiosos alejados del túnel.
Medios oficiales ya han anunciado que la excavación para buscar el tren del oro nazi no comenzará hasta la primavera, y un portavoz militar declaró a una radio que los soldados no se desplazarían a la zona hasta después de que expertos militares hubieran llevado a cabo un estudio de la ubicación exacta en la que está el tren desaparecido.
Los presuntos túneles excavados por los nazis en los alrededores de Walbrzych, siempre han sido la materia de leyendas.
Los presos del cercano campo de concentración de Gross Rosen fueron utilizados para construir los enormes túneles, bajo el nombre en código de Riese (Gigante), para su uso como espacios de producción de armas estratégicas, puesto que la zona estaba a salvo de las incursiones aéreas aliadas.
Eso ha permitido fabricar una enorme cantidad de rumores no fundamentados.
La rumorología local dice que la Alemania nazi construyó una extensa red subterránea, que serpentea alrededor del gran Castillo Ksiaz, con el fin de ocultar objetos de gran valor del Tercer Reich, bombas V2, al propio Hitler o incluso evidencias de la existencia de ovnis.
Pero más allá de las anécdotas y las leyendas, lo cierto es que la posibilidad de que exista un tren con tesoros robados durante la segunda guerra mundial parece plausible y podría tener consecuencias imprevistas.
UN ASUNTO INTERNACIONAL
Sin ir más lejos, la posibilidad de que el tren contenga oro y joyas procedentes de los judíos enviados a los campos de exterminio, ha abierto la veda a todo tipo de reclamaciones previas.
Robert Singer, director del Congreso Judío Mundial, ha declarado que: “En la medida en que los elementos que sean descubiertos en Polonia pueda haber sido robados a los Judios antes de ser enviados a la muerte … es esencial que se tomen todas las medidas para devolver las propiedades a sus legítimos propietarios o a sus herederos. Tenemos muchas esperanzas de que las autoridades polacas tomarán las medidas oportunas al respecto”.
Pero uno de los posibles focos de conflicto, podría provenir de la posibilidad de que el tren contenga tesoros robados a la antigua Unión Soviética, lo que llevaría a Rusia a reclamar gran parte de su contenido.
La posibilidad más llamativa sobre el presunto tesoro, la ofreció hace unos días Tom Bower, un prominente periodista de investigación británico y autor de varios libros, incluyendo algunos sobre el oro robado por los nazis y temas de la segunda guerra mundial.
Bower afirmó que el tren podría contener el legendario Salón de Ámbar, que fue regalado al zar Pedro el Grande por el rey de Prusia y que fue conocida como la Octava Maravilla del Mundo.
La habitación, hecha de ámbar, oro y joyas preciosas, fue robada por los nazis en 1941, en el Palacio Cahterine, cerca de San Petersburgo y llevada por tren al castillo de Königsberg, en lo que entonces era Prusia Oriental. Ahora, el castillo se encuentra en la ciudad de Kaliningrado.
Pero desapareció en enero de 1945, después de una serie de ataques aéreos y un asalto terrestre salvaje sobre la ciudad.
Mientras que algunos decían que había sido destruido en los ataques, otros dijeron haber visto 40 vagones alejándose del castillo bajo un manto de secreto después de que la ciudad cayera en manos del Ejército Rojo.
Todo ello ha provocado que un abogado ruso también haya reclamado cualquier botín encontrado.
Según Mikhail Joffe: “si las propiedades fueron robadas a la URSS, entonces la carga, de conformidad con el derecho internacional, debe ser devuelta a Rusia”.
Además, según un experto local de Walbrzych, el tren podría contener documentos secretos.
El ex policía Andrzej Gaik, que también ha pasado muchos años investigando el tren desaparecido, ha declarado que: “Es posible y probable que este tren transportara información importante que el Estado polaco estaría muy interesado en conseguir, puesto que podría incluir documentos secretos sobre el proyecto Riese”.
Este cúmulo de posibilidades sobre el contenido del tren y sus implicaciones en lo que se refiere a documentación, posibles tesoros y elevado valor monetario, podría explicar la extraña actitud que ha tenido el gobierno polaco en las últimas semanas.
Cabe destacar que hace unos días, el ministro de Cultura de Polonia, Piotr Zuchowski, afirmó que “estaba seguro en un 99% de que el tren existía”, después de ver su silueta en una imagen captada con un radar de penetración terrestre.
Poco después, sin embargo, las autoridades polacas afirmaron que no existían evidencias reales de que el tren exista, contradiciendo las llamativas afirmaciones que habían realizado previamente.
Fue justo después, y en un último giro de la historia, cuando el terraplén por el que pasa la línea de tren Wroclaw-Walbrzych, fue pasto de las llamas, junto con 180 metros cuadrados de bosque y matorral.
Los bomberos dijeron que el incendio no fue provocado y podría deberse realmente al cigarrillo mal apagado de algunos de los muchos merodeadores que ahora vagan por los bosques circundantes y las vías del tren.
Sin embargo, el incendio ha permitido que las autoridades polacas bloqueen y patrullen la zona boscosa cercana a las vías del tren, con el objetivo de“garantizar la seguridad de las personas” e impedir que sean atropelladas por los trenes mientras vagan por las vías.
Pero estan empezando a aparecer las primeras voces críticas ante la extraña actitud del gobierno polaco, al que piden que se involucre de una vez y excave en el lugar para acabar con los rumores.
El abogado Piotr Lewandowski, de la Fundación Thesaurus, que se especializa en la protección jurídica de los lugares patrimoniales, ha afirmado en una radio local que: “Es el momento de acabar con esta locura. En primer lugar, el gobierno tiene que comprobar la credibilidad de toda esta información, y en segundo lugar, si resulta que hay algo ahí, que se involucren”.
Realmente, todo lo relacionado con este presunto “tren del tesoro” parece ser una gran tomadura de pelo, propio de una película mezcla de aventuras y comedia.
Sin embargo hay elementos en ello que podrían convertir una historia anecdótica, divertida y curiosa, en un potencial problema de carácter internacional, en el que se mezclarían intereses económicos, políticos y las actuales tensiones entre países del este y Rusia. Sabemos por ejemplo, que las relaciones entre Rusia y Polonia, están caracterizadas actualmente por un elevado nivel de tensión y no pasan por el mejor momento.
Además, alrededor de todo este asunto, podría haber mucho dinero en juego, intereses diversos y posibles casos de corrupción que llevaran al final a políticos locales o del propio gobierno polaco e incluso a mandos militares de su ejército, a “repartirse un posible botín” y a ocultar su existencia real al mundo.
No descartemos que en los próximos días, la versión oficial nos diga que“todo fue un rumor” y que “no existe, ni existió jamás ningún tren ni ningún tesoro”.
Una maniobra que evitaría reclamaciones internacionales, conflictos, avalanchas de buscadores y que permitiría a algunas personas hacerse muy, muy ricas…