Hay una noticia que ha pasado un poco desapercibida en los grandes medios de desinformación, y es que extrañamente fueron asesinados dos policías franceses. Hombre y mujer ambos eran pareja y comandantes, oseaaltos cargos de la policía.
Es curioso que fueron asesinados en su propia casa sin ningún motivo aparente. Fue un ataque directo y planificado contra esta familia de policías. ¿Pero por qué?
Hay que recordar el comisario asesinado Helric Fredou el cual iba a destapar el montaje del autoatentado de falsa bandera de Charlie Hebdo organizado por la CIA.
Helric Fredou policía asesinado por intentar hacer justicia y condenar a los verdaderos culpables del atentado de Charlie Hebdo.
Por lo tanto esto huele también a limpieza de policías que no están de acuerdo con los asesinatos terroristas que su gobierno realiza.
Ni que decir tiene tampoco que lo de Niza es un montaje. Lo que no quiere decir que no haya victimas porque a parte del montaje necesitan para el sacrificio ritual la muerte de personas inocentes.
El presidente masón satánico Hollande con su falsa cara de tristeza.
Me da la impresión que a los masones satánicos que se creen todopoderosos no le están saliendo los planes como ellos quisieran, porque el falso atentado de Niza me parece ya como el que va a la desesperada. El que esta perdiendo 1-0 y le quedan los minutos de partido y lanza balones largos, hace subir a todo el equipo a ver si alguien remata y mete gol.
Ya nadie se traga este cuento.
Ya nadie se traga este cuento.
Saben que el Nuevo Orden Secular fracasará, y quieren acelerar lo máximo posible el proyecto. La gente esta despertando por miles cada día.
Estáis a tiempo arrepentiros, pedir perdón por todos los crímenes que habéis cometido. Toda la verdad va a salir a la luz y se hará justicia, queráis o no.
Fuentes:
La entrada en vigor de la llamada Ley Mordaza no ha pasado desapercibida fuera del Estado español. Este reportaje de investigación de TeleSur plantea abiertamente las consecuencias de la nueva legislación represiva. La configuración, de facto, de un estado policial donde incluso las libertades civiles más formales se convierten en papel mojado.