El pasado 16 de febrero se cumplieron tres años de la entrada en prisión del rapero catalán Pablo Hasél. Desde entonces, su voz apenas ha traspasado los muros de la cárcel de Ponent (Lleida) donde está a punto de completar la mitad de la condena.
Hasél tiene dos condenas que suman dos años y nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona en canciones y tuits, a las que se le añadieron otras dos penas de cárcel. Una es por agresión a un periodista y otra por obstrucción a la Justicia y amenazas a un testigo de un juicio en el que se absolvió a varios policías de Lleida acusados de agredir a un activista. Todo ello suma algo más de seis años y dos meses de cárcel. Pablo Rivadulla Duró (su nombre real) no obtendrá la libertad definitiva hasta el 14 de abril de 2027.
Coincidiendo con el tercer aniversario de su encarcelamiento, se ha publicado Open Letter To Pablo Hasél, canción compuesta para recordar al mundo que en España hay un rapero encarcelado por delitos de opinión. La idea fue del pianista Albert Marquès, que meses atrás grabó un disco con Keith LaMar, convicto estadounidense que lleva casi tres décadas en el corredor de la muerte de una prisión de Ohio. Marquès contactó con Hasél a través de la plataforma No Callarem, pero a Hasél no ha podido participar en la grabación. El rapero estadounidense Samuel Omare y el productor Hermes LeBleu han completado la pieza.
La siguiente entrevista, una de las pocas que ha concedido, se ha realizado por escrito. Ese formato sí se le permite, en cambio, por una entrevista reciente con una radio, ha sufrido una sanción. Según explica el Departament de Justícia de la Generalitat, hacer una entrevista con “un medio de comunicación audiovisual” sin autorización previa “se considera un mal uso del derecho a las comunicaciones y es objeto de sanción”.
Siendo sus delitos, principalmente, sus opiniones, ¿a qué le suena la palabra reinserción y en qué sentido percibe que su paso por la cárcel va a reinsertarle?
La ‘reinserción’, en general, es una auténtica farsa, al nivel de ‘la ley es igual para todos’. No ofrecen oportunidades dignas para que los reclusos abandonen la delincuencia y además los primeros que la ejercen son los poderosos que jamás pisan la cárcel. En el caso de los presos políticos como yo, no tenemos que reinsertarnos porque estamos bien insertados defendiendo intereses populares, con una vida íntegra. Los represores llaman ‘reinserción’ a que los luchadores acatemos su orden terriblemente injusto, criminal y putrefacto; para eso se ensañan. Pero un revolucionario solo puede reafirmarse aún más si cabe en estos pozos, viendo más injusticias flagrantes y siendo castigado por pelear por intereses colectivos. Así que no van a lograr su objetivo. No me arrepiento, estoy orgulloso de oponer resistencia.
¿Cuáles cree que son las dinámicas que buscan su reinserción y cuáles cree que están más enfocadas a la represión y el castigo?
Ambas cosas van ligadas. Voy a poner un ejemplo que ilustra bien el timo. Otro preso de mi módulo y yo intentamos estudiar un ciclo y nos pusieron tantas dificultades que tuvimos que dejarlo. A él incluso le recomendaron no estudiar, ¡cuando en teoría han de fomentar el estudio y cobran por ello!
Los presos políticos que no renegamos de la lucha por la que nos encarcelaron y rechazamos realizar el programa de tratamiento enfocado al arrepentimiento no tenemos beneficios penitenciarios. Es decir, que cumplimos la condena hasta el último día. De lo contrario, cumplido un cuarto de la condena hubiera tenido permisos y por la mitad ya estaría fuera. Llevaría tiempo en la calle si me hubiera arrodillado. Pero no luché para luego legitimar la represión y no mantenerme firme ante esta; eso sería una falsa libertad. Una humillación, una traición a la causa y a mí mismo que evidentemente la conciencia hace imposible. Cuando uno dice que está mal la lucha que ha llevado a cabo, aparte de denigrarse, está legitimando que también se castigue a otros que hagan lo mismo. ¿Cómo voy a decir que lo mejor que un ser humano puede hacer, servir al bien común, es erróneo? Precisamente hace falta enaltecer la lucha y más en estos tiempos. Así es como la intención de su castigo fracasa.
La música es una de las herramientas que se utilizan en los centros penitenciarios para hacer más llevadera la vida de los convictos. En algunos centros de Catalunya incluso se ofrecen talleres de rap. ¿Los hay en la prisión de Ponent? ¿Ha participado en algún taller de este u otro tipo?
Aquí no hay talleres de rap. A lo que llaman ‘talleres’ es a la sobreexplotación de los presos que van a coser por una miseria; entre otras cosas, sacos para cadáveres.
¿Puede escuchar música grabada en la cárcel? ¿Tiene televisión, reproductor de CD o reproductor de mp3? ¿Cómo obtiene la música y qué tipo de músicas escucha? ¿Me puede poner ejemplos de discos, artistas o canciones que le hayan acompañado a lo largo de estos meses?
He escuchado canciones de flamenco o de rap de presos que las han grabado aquí. Tengo televisión y reproductor de mp3. Conseguir la música que uno quiere ha sido muy difícil durante muchísimo tiempo. Ahora hay alguna facilidad más en informática, pero lógicamente no toda la que quisiéramos.
En teoría, nuestra condena es la privación de libertad, no de música. Deberíamos tener acceso a la que nos plazca. Es una de las cosas que me ha jodido más porque me gusta mucho escucharla, descubrir cosas nuevas, etc. Escucho canciones de multitud de géneros y últimamente ando muy centrado en las bandas sonoras de películas. Me apasionan y además me inspiran para escribir. Una de mis favoritas es la de El último samurái, de Hans Zimmer.
Por poner ejemplos de algunas de las canciones que más he escuchado aquí: A Change Is Gonna Come, de Sam Cooke. Es muy esperanzadora y me anima. Behind The Enemy Lines de Dead Prez habla de la cárcel, de los presos políticos y es uno de los grupos que más me marcó para hacer rap revolucionario. Poema Dels Oprimits, de Ken Zazpi, habla de lucha y represión. Y Vientos de octubre de RPG-7. También he quemado mucho las canciones revolucionarias irlandesas o las de Grup Yorum, un grupo comunista turco con miembros encarcelados.
¿Me puede resumir su régimen de visitas y contactos con el exterior ya sea físico, por teléfono, correo electrónico...?
Dos visitas semanales de media hora en locutorios a través de un cristal. Un vis a vis al mes con mi compañera de cuatro horas y 25 llamadas semanales de ocho minutos cada una. Antes había menos llamadas y no las han subido únicamente por las reiteradas quejas, sino porque suponen un gran negocio. Cada llamada cuesta un euro y los fines de semana o en según que horarios, dos. No tenemos acceso a correo electrónico. Esas son las comunicaciones a las que tenemos derecho todos los presos, además de las de abogados, excepto cuando hay sanciones graves. Hay presos que reciben algún vis a vis extra por realizar algunos trabajos no remunerados.
y si se impone en nombre del progresismo sea baladí, cuando aún adquiere mayor gravedad y repugnancia.
Tampoco les gusta un pelo que dentro de la lucha que llevo a cabo denuncie las condiciones inhumanas de la cárcel ―especialmente en Catalunya, la de Ponent, que literalmente se cae a cachos y tiene plagas de chinches, cucarachas y ratas, como incluso han denunciado sindicatos de carceleros―, la farsa-negocio que es esta o las políticas en general del Govern. Esto aumenta su inquina y si no me han jodido aún más es porque saben que no me quedaré de brazos cruzados y que fuera hay mucha solidaridad.
Si me hubiera rendido no solo accedería a beneficios penitenciarios. También me hubieran permitido grabar canciones inofensivas para ellos.
¿Podría grabar canciones en Ponent si estas no salieran de la cárcel o ni siquiera se le ofrece esta opción?
No, no se me permite.
¿Qué estamento impide que grabe música?
Instituciones Penitenciarias, el Departament de Justícia. Pero lógicamente, en colaboración con los tribunales que me condenaron. En definitiva, con el resto del régimen. No actúan por separado en cuestiones de este calado. El colaboracionismo de la Generalitat en multitud de casos represivos es un no parar.
preguntará, ¿ningún rapero español podría ser la voz de Pablo Hasél en esta canción?
Ha habido solidaridad por parte de algunos raperos, pero muy poca a efectos prácticos. Como el resto del mundo del arte y de la cultura, es un panorama muy individualista, cobarde y mercenario. No comprenden o no quieren comprender cuánto nos jugamos en la defensa de la libertad de expresión u otros derechos y libertades. Algunos lo saben, pero se ponen vendas de billetes. Sí se podría haber contado con alguno para la canción como sí se ha podido contar para otras cosas, pero la idea que comparto con Albert es que se refleje la importancia de la solidaridad internacionalista.
¿Se le permite publicar libros de poemas como Poemas para atravesar las rejas (2022) o el más reciente Erosionant murs (2023) pero no grabar canciones? ¿Resulta menos peligroso un poemario que una pista de audio?
No pueden prohibirme escribir, aunque realmente el contenido sí está prohibido, porque imponen condenas para intentar condicionar lo que escribimos. Han demostrado en numerosas ocasiones que literalmente es ilegal denunciar según qué hechos objetivos u opinar según qué cosas sobre los poderosos. Otra cosa es que no puedan condenar a todo el mundo. Para eso están los castigos ejemplarizantes, los cabezas de turco.
La voz, y más en estos tiempos, puede llegar mucho más lejos que algo escrito. Por eso puedo realizar entrevistas escritas, pero no grabadas con audio. Acaba de llegarme una sanción de 15 días quitándome una hora y media de patio por las tardes por haber realizado una entrevista por teléfono para la radio.
Estamos hablando solo de música. ¿Es el musical el aspecto en el que más le duele no poder desarrollar su vida como lo haría en el exterior?
No, lo más doloroso es la distancia forzada con mis seres queridos más cercanos, la falta de una mínima libertad para cosas tan básicas como comer algo decente o pasear al aire libre y los problemas de salud que me han generado.
¿Hay otros aspectos de su vida en prisión en los que considera que se están vulnerando sus derechos?
No recibo todo el tratamiento que necesitaría para la enfermedad que me diagnosticaron aquí, la [Enfermedad] de Crohn. Es estomacal y no tengo acceso a la dieta adecuada. Si me realizaron las pruebas en condiciones fue gracias a la lucha exterior, pues los Mossos vulneraban el derecho a la intimidad y la enfermedad se agravó por la tardanza. Las condiciones tan indignas de esta prisión ―valga la redundancia― también vulneran los pocos derechos que tenemos como presos. Uno de las más graves es la ausencia de timbres en las celdas para avisar de madrugada si hay una urgencia, como en teoría tiene que haber.
A punto de cumplir tres años en prisión, ¿cuál es su misión en Ponent?
Continuar aportando a la lucha y aprovechar el tiempo para mejorar.
Fuente: el diario.es/TheRobertManson
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