Los promotores de las últimas protestas en Madrid contra la clase política han decidido cambiar de estrategia para poner el foco directamente en el Palacio de la Moncloa. El próximo 8 de febrero se concentrarán en el centro de la capital a las 12 horas para poner rumbo a la residencia oficial deMariano Rajoy. Su propósito es manifestarse en las inmediaciones del complejo presidencial para exigir allí mismo la dimisión del jefe del Ejecutivo.
La protesta imita las convocatorias de Rodea el Congreso, que lograron movilizar a miles de personas en septiembre de 2012 con la intención deacceder a la Cámara Baja y provocar la caída del actual orden constituyente. La experiencia se ha intentado repetir después con concentraciones similares en las inmediaciones de la carrera de San Jerónimo, como Asalto al Congreso, pero ninguna de estas réplicas logró reunir a tantos manifestantes como la cita original.
Imagen de la convocatoria
El próximo objetivo de estos fue convocada el pasado 29 de diciembre por la Coordinadora Rodea movimientos será el Palacio de la Moncloa. La manifestación Moncloa, creada exclusivamente para la organización y promoción de esta marcha. Denuncian que Rajoy ha llegado al Gobierno “utilizando dinero que hoy se ha demostrado que pertenece a un entramado de corrupción entre grandes empresas y el partido político”, que ha diseñado “un programa electoral que ha sido incumplido en la parte social” y su decisión de recortar en “sanidad, educación, dependencia, jubilaciones, ayuda social, prestación por desempleo y derechos laborales con el único sentido de salvar a los bancos y corporaciones”, recoge el comunicado oficial de convocatoria.
Cordón de seguridad
Según la Coordinadora, la manifestación arrancará en la Plaza de España de Madrid a las 12 horas y continuará con una marcha hasta la residencia oficial del presidente del Gobierno. “Convocamos una protesta indefinida para defender la dignidad del pueblo y que acabará cuando [Rajoy] presente su dimisión y convoque elecciones”, aseguran los organizadores.
Previsiblemente, las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional tratarán de evitar que la columna de manifestantes llegue hasta las inmediaciones de la Moncloa. Eso fue lo que ocurrió en las protestas junto al Congreso y también en otra marcha similar del pasado septiembre que pretendía llegar hasta el Palacio Real para exigir la renuncia del Rey Juan Carlos y la implantación de un régimen republicano. Los antidisturbios impidieron que los manifestantes se aproximaran al Palacio Real bloqueando todos los accesos. La convocatoria terminó siendo un rotundo fracaso.
Cambios legales para aplacarlas
No obstante, el Gobierno se ha propuesto terminar con este tipo de manifestaciones. El borrador del anteproyecto de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana contempla sanciones graves de hasta 30.000 euros para quienes se concentren sin autorización en las inmediaciones del Congreso, el Senado o las Asambleas Legislativas autonómicas, pero no castiga específicamente las protestas junto al Palacio de la Moncloa. Con todo, si la ley estuviera en vigor, los manifestantes podrían ser sancionados con una infracción muy grave castigada con hasta 600.000 euros por protestar sin autorización previa en las inmediaciones de una “infraestructura crítica”, la consideración que tiene la residencia oficial del presidente del Gobierno.
La marcha de Rodea Moncloa no será la única manifestación que tendrá lugar en la capital ese 8 de febrero. El Movimiento Feminista de Madrid ha convocado ese mismo día por la tarde a las 18 horas una marcha contra la reforma de la ley del aborto que promueve el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Sólo una hora después recorrerá las calles de la capital otra, convocada en este caso contra la supuesta “represión policial” de las protestas contra el Gobierno.
Fuente: el confidencial