En la "guerra contra el terrorismo" que nos dicen que las autoridades de Occidente están manteniendo contra el islamismo radical no deben faltar héroes. El pasado viernes los tuvimos gracias a la gesta de unos soldados norteamericanos de vacaciones que consiguieron reducir a Ayoub El Khazzani, un yihadista armado con un kalashnikov, una pistola semiautomática, nueve cargadores y un cúter y que se disponía a masacrar a los pasajeros del tren Thalys 9364. Solo podemos felicitarnos por la iniciativa de esos valientes.
Sin embargo, frente a la versión oficial de los hechos fuentes de "Veterans Today" afirman que el terrorista estaba en una lista de sospechosos y bajo vigilancia en el momento de subir al convoy. Gordon Duff, editor de dicho medio, va aún más lejos al afirmar que sus armas le fueron suministradas por una agencia de inteligencia con la plena cooperación del gobierno de Francia. Lo que no había previsto sus controladores era que unos curtidos soldados de permiso lo reducirían de un modo tan rotundo que pocos franceses se atreverían a llevar a cabo.
Iba a ser una reedición del trauma nacional causado por la masacre de Charlie Hebdo, aunque todo se quedó en un sainete. No hubo terrorista descalzo disparando por la calle, sino un sujeto torpe incapaz de manejarse en el reducido espacio de un tren de alta velocidad. Y -cómo no- una biografía a la medida que nos lo presenta como una de esas "bombas humanas" radicalizadas en suelo europeo (Algeciras, por cierto). Se nos dice que había viajado a Siria, lo que no es fácil dada la situación actual allí, a no ser, claro, que volase a Turquía y luego fuese conducido a los campos de entrenamiento de los rebeldes sirios escoltado por la inteligencia turca. Otros cruzan el Sinaí a Israel y se entrenan allí, como dio a conocer la Australian Broadcast Network en 2014, para ser luego puestos en Siria. Otros vuelan a Jordania y son entrenados por la CIA y los saudíes. Pero nadie vuela a Siria. Las autoridades francesas han mentido.
Su abogado dice que quería robar para comer, y que pretendía saltar del tren (de alta velocidad) en marcha. Yo, o entreno mucho o no conseguiría largar eso sin que me entrase la risa. |
Resulta rocambolesco pensar que tenemos un terrorista que no podría existir, que Francia sabía que llegó a Siria en un camión a cargo de una ONG de refugiados ligada a la inteligencia turca. Ya sabes, cuando los refugiados esperan años para llegar a Francia, y otros se ahogan cruzando el Mediterráneo, ¿cómo este joven simplemente vuela a París, camina por la aduana, recoge 25 libras de armas, pasar los controles policiales sin fin, subir a un tren y "Alá Akbar", sólo para ser golpeado por el primer estadounidense con el que se cruza?.
Se cambiaron al vagón de los hechos porque en el suyo no había "wi-fi". El resto es historia, heroica, aunque tal vez incompleta. |
¿Es el deshielo de las relaciones de Francia con Irán el motivo de este ataque? Si es así, ¿qué puede esperar Gran Bretaña, que ha reabierto su embajada en Teherán?
Lo sabremos en breve.
(Fuente: http://www.veteranstoday.com/)
Fuente: Astillas de realidad
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