Donald Trump centró buena parte de su campaña en atacar el libre comercio y denunciar la supuesta competencia desleal que ejercen países como México y sobre todo China. A ellos les ha culpado de la destrucción del poder industrial de los EEUU y de la pérdida de millones de puestos de trabajo.
De hecho, el papel que Trump le ha otorgado a China en su discurso político es tan relevante que prácticamente podemos hablar del candidato anti-China.
Ahora bien, aunque es verdad que el número de empleos en la industria manufacturera estadounidense se ha reducido sustancialmente en los últimos años, el discurso de Trump se construye en buena medida sobre argumentos y planteamientos erróneos.
En este vídeo de "VisualPolitik para La Vanguardia" os desgranamos muchos de los errores que incluye el programa político-económico de Donald Trump.
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