Querella presentada ante el Juzgado Central de Instrucción número 1 de Madrid. Escándalo de tal magnitud que podría afectar a las más altas estructuras políticas y financieras de España
Emilio Botín no falleció por un infarto en su domicilio de Somosaguas sino que fue asesinado en su propio despacho de la Presidencia del Banco de Santander de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte.
Esta es la afirmación recogida literalmente en la querella presentada en el Juzgado Central de Instrucción número 1 de Madrid por el letrado Carlos Javier Sánchez-Seco Vivar, que podría hacer tambalear las más altas estructuras políticas y financieras de España pues considera (entre otros) a la actual presidenta del Banco de Santander Ana Patricia Botín y a su madre, la viuda del banquero Paloma O´Shea, encubridoras y, posiblemente inductoras, del asesinato de Emilio Botín llevado a cabo por el narco Jesús Samper Gaviria y los responsables de seguridad del Banco Carlos Martínez, Carlos Rubio y José Manuel García Entrena.
Precisamente los querellados, además de Ana Patricia Botín y su madre, Paloma O´Shea, son Jesús Samper, Carlos Martínez, Carlos Rubio y José Manuel García Entrena.
La querellan sostiene que Botín quería divorciarse de Paloma O´Shea para casarse son la Subdirectora General del Banco de Santander
Ana Patricia Botín, presidente del Banco de Santander inductora del asesinato según la querella presentada
Así las cosas (siempre según la referida querella) la viuda del banquero y la presidenta del Banco de Santander, Patricia Botín, urdieron un plan para la desaparición de Emilio Botín que acabó consumándose con el asesinato del “patrón” de la banca española, la noche del 9 de septiembre de 2014, entre las 21 y las 21.30 horas, en su despacho de la Presidencia situada en la Ciudad Financiera que el Banco de Santander posee en Boadilla del Monte, una Ciudad Financiera completamente vallada y rodeada de las más avanzadas medidas de seguridad.
Bombazo informativo que parece extraído de una novela negra. Según el querellante, el banquero fue asesinado por el amante de Ana Patricia Botín
La querella afirma que Jesús Samper, narcotraficante colombiano que mantiene una relación extramatrimonial desde hace años con la presidenta del Banco de Santander, había sido amenazado por Emilio Botín que quería terminar con esa relación y le había obligado a abandonar España. Samper, con la colaboración de los miembros de seguridad de la Ciudad Financiera del Banco de Santander, asesinó a Botín, que era diabético, inyectándole alguna sustancia (mortal de necesidad). Samper, miembro de uno de los cárteles colombianos de droga más importantes, llamó a su amante Ana Patricia Botín nada más ejecutar el asesinato, para que regresara desde Londres. La actual presidenta del Banco de Santander (siempre según la querella presentada en el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid), voló de inmediato -en avión privado- desde cuya cabina contactó con el abogado del estado Rodrigo Echenique, uno de los muchos trabajadores públicos al servicio de la entidad financiera, y le ordenó que preparara de inmediato una reunión para ser nombrada presidenta del Banco.
Así las cosas, Ana Patricia Botín llegó a la sede de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte alrededor de la una de la madrugada y se improvisó, en el despacho contiguo a donde yacía cadáver Emilio Botín, un
Paloma O´Shea, viuda de Botín, inductora del asesinato según la querella
Una de las primeras decisiones de Ana Patricia Botín fue despedir a la amante de su padre, María Sánchez del Corral
María Sánchez del Corral. Amante de Emilio Botín y con quien iba a contraer matrimonio
La querella presentada por la procuradora Ana Isabel Sánchez Riado ante el Juzgado Central de Instrucción número 1 de Madrid, supone un golpe en la línea de flotación del Banco de Santander, en un momento muy complicado para la entidad primera entidad financiera de España ya que que se enfrenta a la demanda de más de 300 accionistas por la quiebra del Banco Popular. Debemos recordar que el Banco Popular, tras ser rescatado por el Gobierno, fue vendido al Banco de Santander por el precio simbólico de un euro. Los demandantes, 315 en la actualidad, consideran que Ana Patricia Botín se habría enriquecido de manera injusta e ilegal con la compra del Banco Popular cuyo precio, según los demandantes, era muy superior al irrisorio euro que pago el Banco de Santander por su compra. Según el despacho de abogados Jausas, representante legal de los demandantes, el precio real del Banco Popular superaría los mil trescientos millones de euros que capitalizaba el día antes de su intervención. Con esta situación debe lidiar Ana Patricia Botín, la cuestionada presidenta de la primera entidad financiera de España que ahora debería enfrentarse, además, a una querella por complicidad en el asesinato de su padre y por irregularidad en el acceso a la presidencia del banco.
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