Hace todavía unos meses decíamos el Grupo 5+1, ahora parece que hay que decir, el G5 menos 1, Reino Unido, Rusia, Francia, China y Alemania menos EE.UU.
Las seis potencias del mundo, EE.UU., Reino Unido, Rusia, Francia, China y Alemania, en aquel entonces firmaron el acuerdo nuclear con Irán. La rabieta del presidente estadounidense, Donald Trump, sacó a Washington del acuerdo, y este viernes pasado, se reunieron los mismos, pero ya sin EE.UU., no hay suma, sino resta. La reunión fue de suma importancia, porque el tiempo se agota, la paciencia se acaba y la tensión sube.
EE.UU. amenazó con asfixiar a Irán con terribles sanciones económicas jamás antes vistas, y con no dejarlo vender ni una gota de petróleo. Irán no se queda de brazos cruzados y contesta que si eso pasa, entonces podría muy bien cerrar el estrecho de Ormuz (sur del país persa), que une el Golfo Pérsico con las aguas internacionales, y no habría así petróleo para nadie, hablamos de un tercio del petróleo comerciado globalmente en el mar y un tercio del suministro de gas licuado del planeta.
Esto dispararía los precios del petróleo y ocasionaría una crisis militar y económica sin precedentes. Y no son bravuconadas al estilo Trump, no, de hecho el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, que es el órgano militar de élite que cuida a la nación iraní, se reporta listo para cumplir la orden presidencial de cerrar el estrecho de Ormuz.
Y la Armada de Estados Unidos también amenaza que no dejará que se cierre el geoestratégico estrecho. Ambos cuerpos seguramente están en alerta, pero en realidad el balón está en la cancha de Europa quien debe resolver esta ecuación.
Irán espera que Europa no sea Trump, y cumpla el acuerdo nuclear pactado ante el mundo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la ley internacional en 2015, y compense la rabieta trumpista de sacar del acuerdo a EE.UU. y de quererle reimponer sanciones a Irán. Si Europa es capaz de no doblegarse ante Washington, entonces la paz y la estabilidad continuará en el mundo, pero si no, la tormenta puede tornarse negra y violenta.
“Lo que esperamos es recibir un paquete de propuestas compuesto por compromisos de los países que han quedado comprometidos con el acuerdo nuclear, es decir Rusia y China, el Reino Unido, Francia y Alemania, que preserven los derechos de la nación iraní, económicos incluidos... Lo único que se le puede pedir a Irán es cumplir con sus obligaciones estipuladas en el acuerdo nuclear, algo que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha verificado en reiteradas ocasiones. Hemos dicho que cumpliremos con nuestra parte, siempre y cuando se preserve los derechos nucleares, políticos y económicos de la nación iraní”, advierte el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
La reunión en Viena, la capital de Austria, solo arrojó un documento que leyó la jefa de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, que dice que todas las partes reconocen la necesidad de una ejecución plena y efectiva de todos los compromisos estipulados por el pacto, consensuado en 2015.
El texto señala además el compromiso de los participantes en la cumbre con el mantenimiento y la promoción de relaciones económicas y sectoriales más amplias con Irán, así como con la preservación y mantenimiento de canales financieros efectivos con el país persa.
En “Detrás de la Razón”, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.
El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la tarde; México, y Colombia, una de la tarde.
Por Roberto de la Madrid.
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