El mundo se enfrenta a un reto muy grande: es evidente que hay quienes quieren cambiar su orden, su organización o más bien alterar la organización. ¿Pero estará bien? Desde ese sentido, no lo sabemos porque finalmente la actual que tenemos en el planeta no es justa, el abismo entre riqueza y pobreza es de terror, la violencia no se detiene, y la contaminación avanza cada vez más. Así que un cambio, quizá esté bien, pero lo que si estamos seguros, es que ese cambio jamás podría ser en nombre y a nombre del beneficio propio, del egoísmo y del abuso de poder de un solo país, el mundo así se convertiría en una sucursal de aquél que lo quiera imponer, y todo indica que el presidente de EE.UU., Donald Trump, pareciera pretender justo eso: el nuevo orden mundial bajo su bota y decisión. Es lo que dejó claro esta semana frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York. “Las organizaciones internacionales y la soberanía nacional, no son compatibles”, dijo el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, al tiempo que medio mundo se le echó encima por sus discursos llenos de unilateralismo, al tiempo también que se reían y burlaban de él, y quizá risa de nervios para los muchos conscientes de lo que se ve venir. No podemos olvidar las lecciones de la historia que nos han enseñado que los discursos de unilateralismo y proteccionismo, han traído las peores guerras, ahí está Hitler y la consecuencia con la Segunda Guerra Mundial, un Hitler que decía que el acuerdo con otras naciones del mundo, era el peor acuerdo firmado por Alemania, refiriéndose al Tratado de Versalles en 1919. La sed de ser el mejor, más grande y poderoso, distinto e independiente de los demás, llevó a la locura más grande de la historia moderna, y lo preocupante es que los discursos del presidente pelirrojo y del líder del bigote corto, se parecen demasiado. Por ello, nos debemos plantear si estamos en el umbral de un nuevo orden, una nueva organización, que destruya los acuerdos internacionales para imponer la ley de la jungla, donde el más poderoso es el que tiene la razón y el derecho, sin importar lo multilateral, lo integral, la unidad del mundo en una voz llena de color, que es eso aunque sea cursi, lo que se persiguió después de la II Guerra Mundial, como la única esperanza de que no regresara la muerte con se plantó en esa devastadora guerra. “En nuestras manos, solo en nuestras manos está el destino de Alemania. Solo si elevamos a nuestro pueblo alemán a través de su propio trabajo, su propia industria, su propia determinación y audacia, su propia perseverancia, solamente así Alemania será grande de nuevo”, dijo el exdictador nazi Adolf Hitler en uno de sus discursos. “Nosotros, los ciudadanos de EE.UU., estamos unidos ahora en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restaurar su promesa para toda nuestra gente. Juntos, determinaremos el rumbo de los Estados Unidos y del mundo en los años que vienen”, repite o le repite, o amenaza, Donald Trump. En “Detrás de la Razón”, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la noche; México y Colombia, una de la tarde. Por Roberto de la Madrid. ¡Suscríbete a HispanTV! https://www.youtube.com/c/HispanTVCan...
domingo, 30 de septiembre de 2018
Detrás de la Razón: ¿Cuándo comenzará el Apocalipsis? EEUU contra China, Rusia, UE y AL unidos
El mundo se enfrenta a un reto muy grande: es evidente que hay quienes quieren cambiar su orden, su organización o más bien alterar la organización. ¿Pero estará bien? Desde ese sentido, no lo sabemos porque finalmente la actual que tenemos en el planeta no es justa, el abismo entre riqueza y pobreza es de terror, la violencia no se detiene, y la contaminación avanza cada vez más. Así que un cambio, quizá esté bien, pero lo que si estamos seguros, es que ese cambio jamás podría ser en nombre y a nombre del beneficio propio, del egoísmo y del abuso de poder de un solo país, el mundo así se convertiría en una sucursal de aquél que lo quiera imponer, y todo indica que el presidente de EE.UU., Donald Trump, pareciera pretender justo eso: el nuevo orden mundial bajo su bota y decisión. Es lo que dejó claro esta semana frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York. “Las organizaciones internacionales y la soberanía nacional, no son compatibles”, dijo el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, al tiempo que medio mundo se le echó encima por sus discursos llenos de unilateralismo, al tiempo también que se reían y burlaban de él, y quizá risa de nervios para los muchos conscientes de lo que se ve venir. No podemos olvidar las lecciones de la historia que nos han enseñado que los discursos de unilateralismo y proteccionismo, han traído las peores guerras, ahí está Hitler y la consecuencia con la Segunda Guerra Mundial, un Hitler que decía que el acuerdo con otras naciones del mundo, era el peor acuerdo firmado por Alemania, refiriéndose al Tratado de Versalles en 1919. La sed de ser el mejor, más grande y poderoso, distinto e independiente de los demás, llevó a la locura más grande de la historia moderna, y lo preocupante es que los discursos del presidente pelirrojo y del líder del bigote corto, se parecen demasiado. Por ello, nos debemos plantear si estamos en el umbral de un nuevo orden, una nueva organización, que destruya los acuerdos internacionales para imponer la ley de la jungla, donde el más poderoso es el que tiene la razón y el derecho, sin importar lo multilateral, lo integral, la unidad del mundo en una voz llena de color, que es eso aunque sea cursi, lo que se persiguió después de la II Guerra Mundial, como la única esperanza de que no regresara la muerte con se plantó en esa devastadora guerra. “En nuestras manos, solo en nuestras manos está el destino de Alemania. Solo si elevamos a nuestro pueblo alemán a través de su propio trabajo, su propia industria, su propia determinación y audacia, su propia perseverancia, solamente así Alemania será grande de nuevo”, dijo el exdictador nazi Adolf Hitler en uno de sus discursos. “Nosotros, los ciudadanos de EE.UU., estamos unidos ahora en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restaurar su promesa para toda nuestra gente. Juntos, determinaremos el rumbo de los Estados Unidos y del mundo en los años que vienen”, repite o le repite, o amenaza, Donald Trump. En “Detrás de la Razón”, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la noche; México y Colombia, una de la tarde. Por Roberto de la Madrid. ¡Suscríbete a HispanTV! https://www.youtube.com/c/HispanTVCan...
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