Hace unos días un vídeo conmocionó las redes sociales: en él se ve a pequeños pollitos siendo arrastrados por una cinta transportadora hasta una trituradora mecánica que los secciona por completo.
En torno a esta publicación, que publicó PACMA para contar que el Consejo Federal de Suiza había aprobado una enmienda sobre su Ley de Protección Animal que prohibirá el triturado de pollitos macho en las industrias del huevo suizas a partir del 1 de enero de 2020, surgieron miles de preguntas en redes sociales. Las más frecuentes: ¿Cómo es posible? ¿Es esto legal? ¿Cómo va a hacerse en España?
Te lo explicamos en esta noticia: es legal y se hace en España
Todas aquellas personas que estamos, de un modo u otro, sensibilizadas con la situación de los animales en la industria extensiva, sabemos cuál es el final de los más de cien mil pollitos macho que nacen cada día en granjas de huevos de toda España.
Sin embargo, existe una gran parte de la población que no se plantea lo que sucede con aquellos pollitos, fruto del incubado que lleva a cabo la industria avícola, para obtener las gallinas ponedoras que den continuidad a su producción.
Los pollitos que nacen son separados por su sexo: las hembras son destinadas a la industria del huevo para convertirse en gallinas ponedoras. Los machos son triturados porque no resultan útiles para esta industria ni tampoco son válidos para la de la carne, ya que su crecimiento es lento.
En la industria avícola de producción de carne de pollo se utilizan animales de la raza broiler, que han sido modificados genéticamente para crecer muy rápido (tanto que es habitual que sus huesos se partan a las pocas semanas y no puedan moverse). Por tanto, los pollitos macho de la industria del huevo son directamente desechados. Se les trata como descartes de la producción, y del mismo modo que si de basura se tratase, son sencillamente eliminados.
A pesar de la opacidad de la industria ganadera, bien sea avícola o de cualquier otra cabaña, la perseverancia y el trabajo constante de activistas, partidos animalistas como PACMA u organizaciones en defensa de los derechos de los animales, como Igualdad Animal o Aussie Farming (autora de este vídeo), han comenzado a sacar a la luz las terribles prácticas que se llevan a cabo dentro de granjas y mataderos.
Hace algunos años comenzaron a circular, sobre todo por las redes sociales, vídeos que mostraban el triste final de esos pollitos macho. En la mayoría de los casos, y particularmente en nuestro país, los pollitos desechados son eliminados en una trituradora de acero.
La normativa 1099/2009 de la UE, relativa al sacrificio de animales durante su matanza, establece que la trituración de pollitos es un método legal y permitido para el sacrificio de los «lotes» sobrantes de hasta 72 horas de vida.
De hecho, en este Reglamento se detalla concretamente en qué consiste el método mecánico de trituración, cuya descripción, según el Reglamento, es la «trituración inmediata de todo el animal», previsto para los «polluelos de hasta 72 horas y huevos embrionados».
Además, se especifica que «este método triturará instantáneamente y matará de forma inmediata a los animales». Para ello, «el aparato dispondrá de cuchillas trituradoras de rotación rápida accionadas mecánicamente, o de protuberancias de poliestireno». Añade dicho apartado que «la capacidad del aparato deberá ser suficiente para matar instantáneamente a todos los animales, incluso si su número es elevado».
Esto está recogido en un Reglamento europeo, es de aplicación en toda la UE, y, por supuesto, es legal.
Sin embargo, el clamor popular ha conseguido, no solo que Suiza adopte esta decisión, sino que en Alemania o en Estados Unidos, algunas factorías productoras de huevos se hayan comprometido a no utilizar este método sangriento y cruel.
A pesar de esto, la alternativa no es mucho más compasiva en aquellos lugares en los que no se aplica la trituradora. En lugar de ser triturados vivos, los pollitos son gaseados o electrocutados.
Sin embargo, la enmienda suiza plantea un rayo de esperanza para los entre cuatro y seis mil millones de pollitos macho descartados por la industria global cada año. La idea es implantar la tecnología desarrollada por la empresa LivEgg que permite determinar el sexo del embrión que se encuentra dentro del huevo, incluso antes de comenzar a incubarlo. De este modo, se pueden seleccionar los embriones hembra y no permitir el desarrollo y eclosión de los macho que no se deseen. Se estima que esta tecnología estará disponible a comienzos de 2020.
Como siempre, desde PACMA, continuando con nuestro compromiso con los animales y nuestra lucha contra el maltrato y sufrimiento de los mismos, haremos todo lo posible para que en España y en Europa se legisle en favor de medidas que, como esta, eviten la tortura, la muerte y el sufrimiento a millones de animales que cada año son arrinconados por la industria ganadera y tratados como desperdicios.
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