Hola, mi nombre es Jacob Rothschild. Mi familia posee trescientos billones de dólares [o sea, un tres seguido de 14 ceros; fin de la acotación]. Somos dueños de casi todos los bancos del mundo. Hemos financiado a ambos lados de ambas guerras desde Napoleón Bonaparte. Somos dueños de tus noticieros, los medios, tu gasolina y tu gobierno…” y, en letras más pequeñitas, “Probablemente nunca has oído hablar de mí”.
De ser cierto todo lo anterior —y otras cosas que circulan por ahí en la internet, o bien, bajo la forma de leyenda urbana—, estaríamos hablando, efectivamente, de la familia más rica y más siniestra del mundo. En otras palabras, de los verdaderos dueños del mundo occidental, del verdadero “poder detrás del poder”, de la cúpula con el suficiente dinero como para estabilizar la economía a nivel global, derrocar o instaurar gobiernos, manipular a su antojo la tecnología de telecomunicaciones y la información que ésta trasmite, y todo, desde el más oscuro de los anonimatos. Escalofriante, ¿no es así?
Fuente: King Luxury EspañolLord Draugr
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