Era la tercera orden de lanzamiento que recibía la familia, que residía en un piso de Kutxabank vacío después de quedarse sin hogar y sin ingresos. El más pequeño de los niños tiene apenas 21 días. La Policía ha cargado indiscriminadamente y ha detenido a seis personas
El Samur ha tenido que atender a un familiar de la pareja desahuciada.- HÉCTOR JUANATEY
La Policía ha dejado este viernes sin hogar a Jorge, Yolanda y a sus tres hijos menores de edad (9 años, 3 años y un bebé de apenas tres semanas). La familia habitaba desde hacía un año una vivienda en el barrio de Usera, en Madrid, propiedad de Kutxabank, a la que accedieron tras encontrarse esta vacía y no disponer de ningún ingreso.
Esta era la tercera vez que se había dictado una orden de desalojo, y se ha transformado en definitiva debido al gran despliegue de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) en la zona. En el interior de la vivienda se encontraban, además de Jorge ─Yolanda y los hijos estaban con un familiar─, activistas de la PAH y algunos periodistas desde anoche. Fuera de la misma, en escaleras y acampados en el portal, también permanecían desde primera hora de la noche un grupo amplio de personas que buscaban evitar el desahucio. Una mujer ha llegado a encadenarse en la escalera.
A primera hora de la mañana, sobre las seis y media horas, la Policía ha echado a las personas que se encontraban acampadas en el portal y ha cercado cualquier acceso al inmueble. Tras varios intentos de entrar en el mismo, los agentes aprovecharon que un vecino abrió el portal alrededor de las 8.00 horas para colarse en el interior y sacar a la fuerza a los activistas. Asimismo, han obligado a la prensa a abandonar el edificio tras corroborar que habían apagado sus cámaras.
El desahucio se ha saldado con al menos seis personas detenidas, una de ellas tras una carga indiscriminada de varios agentes en los exteriores del inmueble. Según fuentes de la Policía consultadas por Europa Press, el detenido trató de saltar el cordón policial y robar el arma a un policía, si bien ninguna persona presente vio semejante suceso. La carga comenzó tras la provocación de un agente al que varios activistas pidieron que no se riera. En ese momento, se acercó hacia el grupo y en cuestión de segundos se iniciaron los empujones, los porrazos y los golpes.
Al menos una persona ha resultado herida tras recibir un porrazo en la cabeza, lo que le ocasionó un gran bulto en la frente. Además, la hermana de Yolanda, embarazada, ha tenido que ser atendida después de sufrir un desmayo y un ataque de ansiedad.
Fuente: publico.es
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