Hace un tiempo llegó un cuervo enviado anónimamente hasta las fronteras de Pentos con un mensaje perturbador. Alas negras, palabras negras, como se suele decir. El contenido estaba escrito originalmente en alto valyrio y una vez traducido a nuestro idioma por algún gran maestre, no tardó en circular por la red de redes. El documento, que nos parece oportuno transcribir a continuación, lleva por título “El Pacto Secreto”, pero en todos los reinos se lo conoce popularmente como “El Pacto Reptiliano”:
Una ilusión que será tan grande, tan inmensa, que escapará a la percepción. Aquellos que la vean serán acusados de dementes.Crearemos frentes separados para impedirles ver la conexión entre nosotros. Nos comportaremos como no conectados, para guardar viva la ilusión. Nuestro objetivo se logrará gota a gota, de tal manera que jamás seremos objeto de sospechas. Esto también les impedirá ver los cambios cuando ocurran. Siempre estaremos por encima de su relativo campo de experiencia, porque nosotros conocemos los ‘secretos del absoluto’.Trabajaremos juntos siempre y permaneceremos unidos por la sangre y el secreto. La muerte sobrevendrá a aquél que hable.Mantendremos breves sus esperanzas de vida y sus mentes debilitadas, mientras pretendemos hacer lo contrario. Usaremos nuestro conocimiento de ciencia y tecnología de forma sutil, de manera que ellos jamás verán lo que está pasando. Usaremos los metales, aceleradores de envejecimiento y sedativos en la comida, el agua y también en el aire. Ellos se cubrirán de venenos por todas partes, hacia donde se vuelvan. Los metales dañarán sus mentes. Prometeremos encontrar cura en algunos de nuestros frentes, pero serán nuevos venenos. Los venenos se absorberán por su piel y sus bocas, y destruirán sus mentes y sus sistemas reproductores. Por todo esto, sus niños nacerán muertos, y nosotros ocultaremos esta información. Los venenos se esconderán en todo lo que los rodea, en lo que ellos beban, coman, respiren y vistan. Debemos ser ingeniosos distribuyendo los venenos porque ellos pueden ver lejos. Les enseñaremos que los venenos son buenos, con imágenes divertidas y tonos musicales. A aquellos que parezcan ayudar les alistaremos para empujarlos hacia nuestros venenos. Verán nuestros productos usándose en las películas, crecerán acostumbrados a ellos y nunca sabrán su verdadero efecto.
Cuando ellos den a luz, inyectaremos los venenos en la sangre de sus niños y los convenceremos de que participen con el sistema. Comenzaremos temprano, cuando sus mentes son jóvenes. Tendremos a los niños como objetivo, con lo que ellos más aman, las cosas dulces. Cuando sus dientes se deterioren, les llenaremos de metales que matarán sus mentes y robarán su futuro. Cuando su habilidad de aprender haya sido afectada, crearemos medicinas que los harán más enfermos y éstas causarán otras enfermedades para las cuales crearemos más medicinas todavía. Les haremos dóciles y débiles ante nosotros, y potenciaremos sus debilidades mediante nuestro poder. Crecerán deprimidos, lentos y obesos, y cuando ellos nos pidan ayuda les daremos más venenos. Nosotros enfocaremos su atención hacia el dinero y cosas materiales, así jamás se conectarán con su ‘yo interno’. Les distraeremos con la fornicación, los placeres externos y los juegos para que jamás puedan ser uno con la ‘unidad del todo’. Sus mentes nos pertenecerán y harán todo aquello que digamos. Si ellos se negasen, encontraremos maneras de usar técnicas de alteración de la mente. Usaremos el miedo como nuestra arma. Estableceremos sus gobiernos y estableceremos la oposición a sus gobiernos. Poseeremos ambos lados. Siempre esconderemos nuestros objetivos, pero llevaremos a cabo nuestro plan. Realizarán la labor para nosotros y medraremos con su trabajo. Nuestras familias nunca se mezclarán con las suyas. Nuestra sangre deberá ser pura, siempre, esa es la clave. Nosotros les haremos matarse entre ellos cuando nos convenga. Les mantendremos separados de la ‘unidad’ por el dogma y la religión.
Controlaremos todos los aspectos de sus vidas, les diremos cómo y qué pensar. Les guiaremos suave y amablemente dejándoles pensar que se guían a sí mismos. Nosotros fomentaremos la animosidad entre ellos a través de nuestras facciones. Cuando una luz brille entre ellos, la extinguiremos por medio del ridículo, o la muerte, lo que nos satisfaga más. Les haremos rasgar los corazones de sus pares y matar a sus propios niños. El odio les cegará totalmente y nunca verán que desde sus conflictos saldremos como sus gobernantes. Estarán demasiado ocupados matándose unos a otros. Se bañarán en su propia sangre y matarán a sus vecinos hasta el momento que lo consideremos propicio para nuestro ataque. Nos beneficiaremos enormemente de esto, porque no nos verán, porque no pueden vernos. Continuaremos prosperando con sus guerras y sus muertes. Repetiremos esto una y otra vez hasta que nuestra últimameta sea lograda. Continuaremos haciéndoles vivir en medio del miedo y de la ira mediante imágenes y sonidos. Las herramientas serán proporcionadas por su propio trabajo. Les haremos odiarse a sí mismos y a sus vecinos. Siempre esconderemos la ‘verdad divina’ ante ellos: ‘todos somos uno’. ¡Esto es lo que ellos nunca deberán saber! Nunca deberán saber que el color es una ilusión, siempre deberán pensar que ellos no son iguales entre sí. Gota a gota, avanzaremos hacia nuestra meta. Tomaremos sus tierras, sus recursos y riquezas para ejercer el control total sobre ellos. Les engañaremos para aceptar leyes que robarán la poca libertad que les quede. Estableceremos un sistema de dinero que les encarcelará para siempre, manteniéndoles a ellos y a sus hijos en un estado de deuda perpetua. Si ellos logran aunarse, les acusaremos de crímenes y presentaremos una historia diferente al mundo, porque nosotros poseeremos todos los medios de comunicación. Usaremos nuestros medios de comunicación para controlar el flujo de información en nuestro favor.
Si ellos luchan en nuestra contra, les aplastaremos como insectos, porque son menos que eso. Se sentirán inermes e impotentes porque no sabrán qué hacer ni cómo hacerlo. Reclutaremos algunos de los suyos para llevar a cabo nuestros planes, les prometeremos la vida eterna, pero una vida eterna que nunca tendrán porque ellos no son de los nuestros. Los reclutas se llamarán ‘iniciados’ y serán adoctrinados para creer en falsos ritos de pasaje a los más altos reinos. Los miembros de estos grupos de ‘iluminados’ pensarán que ellos son uno con nosotros. Pero nunca sabrán la verdad. Ellos nunca deberán aprender esta verdad, de lo contrario se volverán en contra nuestra. Por su trabajo se les premiará con cosas terrenales y grandes títulos, pero nunca serán inmortales y nunca se nos unirán, nunca recibirán la ‘luz’, ni viajarán a las estrellas. Ellos nunca alcanzarán los reinos más altos; los crímenes contra su propio género impedirán el paso al reino del esclarecimiento.
La verdad se ocultará en sus rostros, tan cerca que serán incapaces de enfocarla. Oh sí, tan grande será la ilusión de libertad, que nunca sabrán que son nuestros esclavos. Cuando todo esté en su lugar, larealidad que nosotros habremos creado para ellos los poseerá. Esta realidad será su prisión: la prisión del autoengaño. Cuando nuestra meta esté cumplida, comenzará un nuevo orden de dominación. Sus mentes se limitarán por sus creencias, las creencias que nosotros hemos establecido desde tiempo inmemorial. Pero si ellos alguna vez averiguan que son iguales a nosotros, entonces pereceremos. Lo más importante es que ellos nunca lo sepan. Si alguna vez averiguan que juntos pueden vencernos, tomarán la acción. Ellos nunca deben averiguar lo que nosotros hemos hecho, porque si lo hacen, no tendremos lugar para correr. Para ellos será fácil ver quiénes somos una vez que el velo que tienen se haya caído. Nuestras acciones se habrán revelado, sabrán quiénes somos, nos cazarán y ninguna persona nos dará resguardo.Éste es el ‘pacto secreto’ por el cual nosotros viviremos el resto de nuestro presente y las futuras vidas.Porque esta realidad trascenderá muchas generaciones y esperanzas de vida. Este convenio se sella por sangre, nuestra sangre. Nosotros, los únicos que vinieron ‘del cielo a la tierra’. Jamás deberá ser conocida la existencia de este pacto. Nunca será escrito o contado. La conciencia que generaría su revelación desataría ‘la furia del creador’ sobre nosotros y seríamos lanzados a las profundidades de donde venimos, para permanecer allí hasta el fin de los tiempos o la infinidad misma.
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