EE.UU. pretende balcanizar a Rusia y evitar que Moscú desafíe la hegemonía global de Washington. Sin embargo, las fuerzas que se están alineando contra Rusia deben recordar que el país es una de las potencias nucleares más poderosas del planeta.
"EE.UU. quiere saquear a Rusia, tal como lo hizo en los años 90", afirma en un artículo publicado en el portal 'Global Research' el analista Colin Todhunter, que considera que en esta ocasión el plan consiste en "balcanizar a Rusia y dejarlo incapacitado permanentemente".
No obstante, como recordó el presidente ruso, Vladímir Putin, en un reciente discurso las fuerzas que se están alineando contra Rusia deben recordar que el país es una potencia nuclear.
"Rusia es una de las potencias nucleares más poderosas. No son simples palabras, es una realidad. Además, estamos fortaleciendo nuestra fuerza de disuasión nuclear y reforzando nuestras Fuerzas Armadas ", sostuvo el mandatario ruso en un foro juvenil celebrado en Rusia a finales de agosto.
"Será 'un día más' cuando estalle la próxima bomba nuclear" advierte el analista, que agrega que para entonces, "podría ser demasiado tarde para hacer algo".
Y es que la mayor parte de la humanidad está demasiado pendiente de su arrogancia, sus nuevas tecnologías, los centros comerciales, los deportistas millonarios y los grandes eventos deportivos como para pensar que una catástrofe así "podría ser inminente", señala.
"¿Podría alguien remotamente imaginar que un día no muy lejano varias ciudades europeas podrían ser arrasadas en cuestión de minutos? ¿Podría darse pronto el caso en el que la mención de palabras como 'Kiev', 'Moscú', 'Bruselas', 'San Petersburgo' o 'Londres' evoquen pensamientos similares a las palabras 'Hiroshima' y 'Nagasaki', ciudades devastadas tras ataques nucleares?", pregunta Todhunter.
"Pero ahí es donde podríamos acabar muy pronto si Washington continúa con su locura", escribe.
El analista señala además que la Unión Soviética retiró los misiles de Cuba en los años 60 porque sabía que EE.UU. no cedería, dado que Cuba está en el umbral de su casa.
"Esta vez, será Rusia la que no dé marcha atrás con lo que está sucediendo a la puerta de su casa", asevera.
A su juicio, el país norteamericano y sus fuerzas aliadas están llevando a cabo una "limpieza étnica" de las autodefensas del este de país. Sin embargo, es Washington quien acusa a Rusia de invadir Ucrania y de estar implicada en el derribo del MH17, el avión de Malaysia Airlines, basándose en pruebas endebles o falsas evidencias.
"Como resultado de esta agresión invisible, Washington ha impuesto sanciones a Moscú, que están perjudicando a Europa", indica el autor del artículo que subraya, sin embargo, que precisamente de eso se trata.
Lo que desea EE.UU. indica, "es desvincular la economía europea de Rusia en términos de comercio y energía, y debilitar a Europa para asegurarse así de que esta siga dependiendo de Washington".
Según Todhunter, Washington pretende cercar militarmente a China para darle algún día "el tipo de atención que Rusia está recibiendo actualmente".
No obstante, como recordó el presidente ruso, Vladímir Putin, en un reciente discurso las fuerzas que se están alineando contra Rusia deben recordar que el país es una potencia nuclear.
"Rusia es una de las potencias nucleares más poderosas. No son simples palabras, es una realidad. Además, estamos fortaleciendo nuestra fuerza de disuasión nuclear y reforzando nuestras Fuerzas Armadas ", sostuvo el mandatario ruso en un foro juvenil celebrado en Rusia a finales de agosto.
¿Una tragedia más el día menos esperado?
Todhunter apunta que los eventos más catastróficos del mundo sucedieron siempre en "un día cualquiera", Pearl Harbour, el 11-S o el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria tuvieron lugar cuando millones de personas comunes y corrientes pasaban un día más de sus vidas, indica el autor del artículo."Será 'un día más' cuando estalle la próxima bomba nuclear" advierte el analista, que agrega que para entonces, "podría ser demasiado tarde para hacer algo".
Y es que la mayor parte de la humanidad está demasiado pendiente de su arrogancia, sus nuevas tecnologías, los centros comerciales, los deportistas millonarios y los grandes eventos deportivos como para pensar que una catástrofe así "podría ser inminente", señala.
"¿Podría alguien remotamente imaginar que un día no muy lejano varias ciudades europeas podrían ser arrasadas en cuestión de minutos? ¿Podría darse pronto el caso en el que la mención de palabras como 'Kiev', 'Moscú', 'Bruselas', 'San Petersburgo' o 'Londres' evoquen pensamientos similares a las palabras 'Hiroshima' y 'Nagasaki', ciudades devastadas tras ataques nucleares?", pregunta Todhunter.
"Pero ahí es donde podríamos acabar muy pronto si Washington continúa con su locura", escribe.
El analista señala además que la Unión Soviética retiró los misiles de Cuba en los años 60 porque sabía que EE.UU. no cedería, dado que Cuba está en el umbral de su casa.
"Esta vez, será Rusia la que no dé marcha atrás con lo que está sucediendo a la puerta de su casa", asevera.
¿Quién es el agresor?
EE.UU. y la OTAN están enviando personal y mercenarios al Gobierno de Ucrania y dando consejo a Kiev para que "mate a quienes reclaman autonomía del régimen títere de EE.UU.", escribe Todhunter.A su juicio, el país norteamericano y sus fuerzas aliadas están llevando a cabo una "limpieza étnica" de las autodefensas del este de país. Sin embargo, es Washington quien acusa a Rusia de invadir Ucrania y de estar implicada en el derribo del MH17, el avión de Malaysia Airlines, basándose en pruebas endebles o falsas evidencias.
"Como resultado de esta agresión invisible, Washington ha impuesto sanciones a Moscú, que están perjudicando a Europa", indica el autor del artículo que subraya, sin embargo, que precisamente de eso se trata.
Lo que desea EE.UU. indica, "es desvincular la economía europea de Rusia en términos de comercio y energía, y debilitar a Europa para asegurarse así de que esta siga dependiendo de Washington".
China, otra seria amenaza
EE.UU. continúa instalando sistemas de misiles dirigidos a Rusia, ha rodeado Irak con bases militares y está desestabilizando Pakistán y países del continente africano con el fin de debilitar los vínculos comerciales con China.Según Todhunter, Washington pretende cercar militarmente a China para darle algún día "el tipo de atención que Rusia está recibiendo actualmente".
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/139432-eeuu-rusia-ucrania-potencia-nuclear
LA INTRANSIGENCIA DE CHINA Y EEUU HARIA INEVITABLE UN CONFLICTO BELICO
Un peligroso episodio ocurrido en agosto entre un avión espía estadounidense y un caza chino sobre el mar de China Oriental y otros incidentes llevan a varios analistas a pensar que ambos Estados avanzan hacia la guerra.
En palabras del Pentágono, el episodio "no estuvo en consonancia con las relaciones" que mantienen los militares de ambos países y que Estados Unidos busca establecer con China. Sin embargo, las relaciones políticas entre las dos potencias tampoco son muy robustas.
Muchos analistas, tanto en EE.UU. como en China, han advertido sobre el "punto de inflexión" en el que se encuentran las relaciones entre China y Estados Unidos, así como sobre la inevitabilidad de un conflicto armado, por lo cual ambas potencias han comenzado a prepararse, apunta en su artículo para el rotativo 'Japan Times' Mark J. Valencia, analista naval y político.
Pero más allá de este punto de inflexión, la mentalidad nacional y las decisiones políticas inexorablemente se inclinan hacia el conflicto.
Tal choque de titanes no sería un fenómeno nuevo. Según la teoría realista clásica, las potencias establecidas se esfuerzan por mantener el statu quo que asegura su posición en la parte superior de la jerarquía de los Estados y ven las potencias emergentes como una amenaza potencial, apunta Valencia.
Por su parte, los países emergentes temen que las potencias dominantes traten de hundirlos antes de que se convirtieran en una amenaza existencial para ellos.
Tucídides describió este proceso de "natural", con respecto a Atenas y Esparta, como una combinación de "ascenso" y miedo, una mezcla que inevitablemente lleva a la guerra. ¿Serán capaces China y EE.UU. de evitar este desenlace?
El predominio ideológico, político, cultural y económico de Estados Unidos en la palestra inevitablemente se vería erosionado y reemplazado por el de China. América ya no sería el único país "excepcional" y envidiable del mundo, si es que realmente lo es. Incluso el modo de vida estadounidense será desacreditado a ojos de todo el mundo.
"En resumen, podemos estar presenciando un fracaso estrepitoso de la política exterior de Estados Unidos en Asia del Este. EE.UU. no ha sido capaz de unificar los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático contra China, no ha podido detener la asertividad de China y ni siguiera mejorar la estabilidad en el mar de China Meridional", aseguró el analista.
El cacareado nuevo enfoque de la política de EE.UU. en la región asiática del Pacífico (la estrategia llamada 'pivote' asiática) ha convertido esta área en la más inestable y en manzana de discordia entre EE.UU. y China.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Martin Dempsey, cree que el riesgo de guerra en Asia aumentará en los próximos 10 años a medida que disminuya la superioridad militar de Estados Unidos sobre China.
Una muestra evidente de este cambio de mentalidad es el despliegue en Guam, por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, de más bombarderos furtivos B-2 y bombarderos estratégicos B-52H actualizados.
En una clara alusión a China, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, lanzó una advertencia a aquellos que violan la integridad territorial de las naciones por "la fuerza, la coacción y la intimidación".
Mientras tanto, China busca una imagen diferente y a largo plazo. En su opinión, las placas tectónicas del sistema político internacional global están cambiando inexorablemente, y EE.UU. y China se encuentran en lados opuestos de la brecha y, tal vez, de la historia.
Los líderes chinos creen que China representa el futuro, no solo en lo referente a la fuerza militar, sino también en la economía, la cultura y los valores. De hecho, los líderes chinos creen que el destino de China es recuperar su protagonismo (si no la preeminencia) en la región y tal vez, con el tiempo, en el mundo entero.
Solo una demostración de "flexibilidad" estratégica por ambas partes podría evitar el peor escenario. Los dos Estados tienen diferencias fundamentales e intereses nacionales contradictorios, y no parece probable que ni EE.UU. ni China estés dispuestos a ceder en nada.
"Tal vez ya se haya alcanzado el punto de inflexión. De ser es así, los analistas políticos y los propios políticos no estarían haciendo más que 'reordenar las sillas en la cubierta del Titanic'", concluye el analista.
Muchos analistas, tanto en EE.UU. como en China, han advertido sobre el "punto de inflexión" en el que se encuentran las relaciones entre China y Estados Unidos, así como sobre la inevitabilidad de un conflicto armado, por lo cual ambas potencias han comenzado a prepararse, apunta en su artículo para el rotativo 'Japan Times' Mark J. Valencia, analista naval y político.
Pero más allá de este punto de inflexión, la mentalidad nacional y las decisiones políticas inexorablemente se inclinan hacia el conflicto.
Tal choque de titanes no sería un fenómeno nuevo. Según la teoría realista clásica, las potencias establecidas se esfuerzan por mantener el statu quo que asegura su posición en la parte superior de la jerarquía de los Estados y ven las potencias emergentes como una amenaza potencial, apunta Valencia.
Por su parte, los países emergentes temen que las potencias dominantes traten de hundirlos antes de que se convirtieran en una amenaza existencial para ellos.
Tucídides describió este proceso de "natural", con respecto a Atenas y Esparta, como una combinación de "ascenso" y miedo, una mezcla que inevitablemente lleva a la guerra. ¿Serán capaces China y EE.UU. de evitar este desenlace?
Los políticos y analistas "reordenan sillas en la cubierta de Titanic"
El predominio ideológico, político, cultural y económico de Estados Unidos en la palestra inevitablemente se vería erosionado y reemplazado por el de China. América ya no sería el único país "excepcional" y envidiable del mundo, si es que realmente lo es. Incluso el modo de vida estadounidense será desacreditado a ojos de todo el mundo.
"En resumen, podemos estar presenciando un fracaso estrepitoso de la política exterior de Estados Unidos en Asia del Este. EE.UU. no ha sido capaz de unificar los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático contra China, no ha podido detener la asertividad de China y ni siguiera mejorar la estabilidad en el mar de China Meridional", aseguró el analista.
El cacareado nuevo enfoque de la política de EE.UU. en la región asiática del Pacífico (la estrategia llamada 'pivote' asiática) ha convertido esta área en la más inestable y en manzana de discordia entre EE.UU. y China.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Martin Dempsey, cree que el riesgo de guerra en Asia aumentará en los próximos 10 años a medida que disminuya la superioridad militar de Estados Unidos sobre China.
Una muestra evidente de este cambio de mentalidad es el despliegue en Guam, por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, de más bombarderos furtivos B-2 y bombarderos estratégicos B-52H actualizados.
En una clara alusión a China, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, lanzó una advertencia a aquellos que violan la integridad territorial de las naciones por "la fuerza, la coacción y la intimidación".
Mientras tanto, China busca una imagen diferente y a largo plazo. En su opinión, las placas tectónicas del sistema político internacional global están cambiando inexorablemente, y EE.UU. y China se encuentran en lados opuestos de la brecha y, tal vez, de la historia.
Los líderes chinos creen que China representa el futuro, no solo en lo referente a la fuerza militar, sino también en la economía, la cultura y los valores. De hecho, los líderes chinos creen que el destino de China es recuperar su protagonismo (si no la preeminencia) en la región y tal vez, con el tiempo, en el mundo entero.
Solo una demostración de "flexibilidad" estratégica por ambas partes podría evitar el peor escenario. Los dos Estados tienen diferencias fundamentales e intereses nacionales contradictorios, y no parece probable que ni EE.UU. ni China estés dispuestos a ceder en nada.
"Tal vez ya se haya alcanzado el punto de inflexión. De ser es así, los analistas políticos y los propios políticos no estarían haciendo más que 'reordenar las sillas en la cubierta del Titanic'", concluye el analista.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/139382-china-eeuu-guerra-inevitable
Tercera guerra mundial rusia, china contra estados unidos
Fuente: RT/chingochistesokey1
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