Para concienciar sobre el poder de destrucción de las armas nucleares, Alex Wellerstein, un profesor del Instituto Tecnológico de Hoboken, en Nueva Jersey (EEUU), ha desarrollado una curiosa aplicación para tirar una bomba nuclear en la localización que más te guste (o disguste…)
«Toda persona capaz de pensar teme la guerra nuclear, y todo estado tecnológico la está planeando. Cada cual sabe que es una locura, y cada nación tiene una excusa» Carl Sagan
La guerra nuclear la piensa cada humano como una quimera, pero la anhela cada estado como una oscura pasión. La Federación de Científicos Americanos (FAS) estima que EEUU posee alrededor de 8.500 cabezas nucleares, tan solo por detrás de Rusia, que cuenta con cerca de 11.000. El ‘Tratado de no proliferación nuclear’ (NPT), firmado en 1968, concedió a cinco estados la capacidad para poseer armas nucleares. EEUU, Rusia, Reino Unido, China y Francia, además de ser miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU (tienen derecho a veto), también son los únicos estados reconocidos para contar con armamento nuclear entre sus arsenales.
Pero la realidad es bien distinta. A día de hoy, se estima que al menos cuatro países más (India, Pakistán, Israel y Corea del Norte), poseen armamento nuclear. Irán queda en el limbo como un estado sospechoso de contar con cabezas nucleares. Así pues, ¿es ahora la guerra nuclear más cercana que hace 40 años, en plena Guerra Fría? La respuesta es sí. Y lo peor (lo mejor) de todo es que se puede comprobar, gracias a un profesor estadounidense y a su pequeña creación, el Nukemap.
Pulsar o no el botón ‘Detonar’
Alex Wellerstein es profesor en el Instituto de Tecnología de Hoboken, en Nueva Jersey (EEUU). Su pasión por las armas nucleares derivó en el desarrollo de una página web que, usando la tecnología Google Maps, escenifica lo que ocurriría si se detonase una bomba nuclear en una parte X del mundo.
«Originalmente, desarrollé la primera versión del Nukemap para ayudarme con la docencia», confiesa Alex. Pero pronto se dio cuenta de que sus alumnos poco o nada sabían acerca del destrozo que pueden llegar a causar las armas nucleares: «Usando un mapa, se vuelve mucho más fácil entender la magnitud que tendría [una explosión] en un sitio que conocen, como en una ciudad en la que ya han estado».
El Nukemap es un programa meticuloso, con un alto nivel de detalle. No todos los días se tiene la oportunidad de comprobar cuáles serían los efectos de tirar una ‘Little boy’ como la que asoló Hiroshima en el parque de la Ciutadella de Barcelona, por ejemplo. La bomba más potente creada por el hombre, la ‘Tsar’ rusa, tiene 100 megatones. Detonando la bomba a 15.000 metros de altitud y maximizando los efectos de una explosión en el centro de Madrid, se crearía una bola de fuego de 117 kilómetros cuadrados. El aire ardería en un radio de 4.330 kilómetros a la redonda y la radiación infectaría un área de algo más de 1.700 hectáreas (unos 1.700 campos de fútbol). Un humano sufriría quemaduras de tercer grado sin sentirlas, porque los nervios del dolor estarían destruidos mucho antes.
Al apretar el botón ‘Detonate’ se muestran los radios de acción de la bomba. Dependiendo del tipo, algunas darían una oportunidad de sobrevivir a la explosión inicial: «Habrá personas que pensarán que los datos significan que no debería de haber más armas nucleares, otros lo entenderán como la razón por la que existen», cuenta Alex. El Nukemap, además, describe los tipos de lesiones que se producirían al encontrarse en un rango u otro respecto del epicentro de la explosión.
La guerra nuclear: ¿amenaza real o hipotética?
El programa desarrollado por Wellerstein incluye más de 30 tipos de armas nucleares. Están los misiles soviéticos R-12 con los que apuntó Cuba a EEUU en 1962. La mayor bomba fabricada por Pakistán en toda su historia. Y todas las armas probadas por Corea del Norte desde 2006 hasta 2013. «No he hablado con ningún gobierno de ningún país. Haberlo hecho habría significado hablar con gente que tiene información secreta, lo que me habría llevado a guardar esos secretos», confiesa Alex. «He basado toda mi obra en información de dominio público».
La bomba que estalló sobre Hiroshima contenía 15 kilotones. La bomba más potente probada por EEUU posee 15 megatones, 15.000 veces más cantidad de trinitrotolueno que la ‘Little Boy’. En menos de un siglo, el ser humano ha desarrollado la capacidad para borrar del mapa de una tacada Ávila, Segovia y parte de Madrid.
«Hay pros y contras en un mundo con armas nucleares, al igual que hay pros y contras en un mundo sin ellas», asegura Alex. «Quiero darle a la gente la capacidad para poder mantener un debate bien formado en internet acerca de las armas nucleares, aun a pesar de que no sean matemáticos o científicos». El Nukemap, según su creador, no persigue un único objetivo.
A diferencia de lo que se pueda pensar, Alex Wellerstein no es ningún tipo de lunático belicista: «El objetivo final, por supuesto, es que las armas nucleares no sean usadas nunca más. Pero hay muchos puntos de vista diferentes en cuanto a la mejor manera de lograr ese resultado». Aunque advierte, «la historia nos ha enseñado que a veces pasan cosas terribles incluso cuando la gente no quiere que pasen. Así que no creo que sea imposible [una guerra nuclear], ya que siempre existe un riesgo».
El escenario no es del todo apocalíptico. En palabras de Wellerstein, «hay problemas mucho más grandes en el mundo ahora mismo. La guerra nuclear es una amenaza hipotética, algo que podría pasar si las cosas van muy mal». Porque en un tablero en el que las fuerzas están bien definidas, donde la geopolítica ocupa un lugar fundamental y los satélites están perfectamente identificados, ¿quién iba a querer volarse su propia cabeza disparando a la del otro?
El escenario no es del todo apocalíptico. En palabras de Wellerstein, «hay problemas mucho más grandes en el mundo ahora mismo. La guerra nuclear es una amenaza hipotética, algo que podría pasar si las cosas van muy mal». Porque en un tablero en el que las fuerzas están bien definidas, donde la geopolítica ocupa un lugar fundamental y los satélites están perfectamente identificados, ¿quién iba a querer volarse su propia cabeza disparando a la del otro?
Prueba aquí Nukemap
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