La plataforma Gure Esku Dago (Está en nuestra mano) consigue unir las ciudades de Bilbao, Vitoria y Donostia gracias a la participación de unas 100 mil personas. Sus portavoces han adelantado que a lo largo de los próximos meses promoverán un “pacto de país”. En el trayecto ha habido representantes políticos vascos y catalanes.
Aroa Arrizubieta vino al mundo en 2002, el mismo año en el que el euro llegó a nuestros bolsillos. Paulo Muñoa nació bastante antes, en 1941, cuando la compra se pagaba con pesetas y la libertad, en caso de que te atrevieses a buscarla, con tu propia vida. Democracia y dictadura. Este domingo, Paulo y Aroa se encargaron de abrir y cerrar una multitudinaria cadena humana de 202 kilómetros de largo que ha pedido lo mismo que en 2002, e incluso que en 1941: reconocimiento y respeto del derecho a decidir, una formulación que chirría en Madrid y que abre nuevos consensos en Euskadi.
La última aventura de Gure Esku Dago (“Está en nuestra mano”), una plataforma ciudadana vasca que reivindica la celebración de una consulta soberanista, ha conseguido sacar a la calle a 175 mil personas. Han sido ellas las encargadas de unir por primera vez las ciudades de Donostia y Vitoria-Gasteiz, pasando por Bilbao. Ciudades, pueblos, carreteras… La cadena humana atravesó la geografía vasca y se convirtió en uno de los temas más comentados de las redes sociales gracias a hashtags como #BasqueDecides o #GizaKatea (Cadena Humana).
Ha habido miles de rostros anónimos, como Aroa y Paulo, pero también se han dejado ver algunas caras conocidas. Estaban, por ejemplo, Andoni Ortuzar y otros representantes del PNV como Joseba Egibar, parlamentario vasco, u otros miembros del órgano de dirección nacional de esta formación. Asimismo, frente a la sede de la Cámara Vasca ha estado su presidenta, Bakartxo Tejeria. En Elgoibar no faltó uno de sus vecinos más conocidos, Arnaldo Otegi, máximo responsable de EH Bildu, mientras que en Zarautz tomó parte Pili Zabala, parlamentaria de Elkarrekin Podemos y ex candidata a lehendakari por la formación morada. Su hermano Joxi fue asesinado por el terrorismo de estado en 1983.
Había políticas y políticos, y también alcaldes. Los más conocidos eran los responsables municipales de Bilbao, Vitoria y Donostia, todos ellos del PNV. Rostros vascos, y también catalanes. El diputado de ERC Gabriel Rufián ha tomado parte en el tramo de Donostia, mientras que Elisenda Paluzie, actual presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), ha estado en la Plaza Elíptica de Bilbao, donde se ha encontrado con la representante de la CUP Mireia Boya, con el integrante de Omnium Ignasi Termes y con Aurora Madaula, de Junts Per Catalunya.
La cadena humana ha empezado a las 12.00, pero el ambiente se palpaba desde primera hora de la mañana en prácticamente todo el territorio vasco. Según ha informado Gure Esku Dago, se han movilizado hasta mil autobuses, lo que ha provocado que se tuviesen que contratar vehículos de fuera de la Comunidad Autónoma Vasca. El despliegue ha contado con el apoyo y la colaboración de cinco mil voluntarios. El sol, tras una noche de tormentas, puso también su grano de arena.
Tenemos la necesidad de decidir. Tenemos miles y miles de razones que nos afectan en nuestro día a día. También lo hacemos para defender la democracia y nuestros derechos fundamentales, civiles y políticos. Un pacto con 2019 razones recogidas barrio a barrio a través de sesiones abiertas y participativas. Esperanzas para que en 2019 se den pasos significativos para avanzar en el derecho a decidir. Falta de capacidad para decidir, en el origen de las reivindicaciones. Queremos decidir aquí, es lo que une diferentes reivindicaciones. Lograr acuerdos amplios, contrastar modelos y opiniones. Por eso en los próximos meses promoverá espacio de consenso. Queremos dar el salto a un pacto de país. Decidir qué futuro queremos. Derecho a decidir será clave en el próximo ciclo. Solo queremos tomar la palabra profundizando en la democracia para decidir de forma soberana.
“Estamos abriendo un nuevo ciclo en este país” proclamaron frente al Parlamento Vasco Jone Amonarriz y Angel Oiarbide, portavoces de la organización. En euskera y castellano, reivindicaron la necesidad de alcanzar “un pacto de país” en torno al derecho a decidir, al que vincularon también con la “defensa de la democracia” y de los “derechos civiles y políticos”. “Sólo queremos tomar la palabra, profundizando en la democracia para decidir de forma soberana”, afirmaron. Como avance, presentaron un “Pacto Ciudadano” que recopila “2019 razones, escritas por las ciudadanas y ciudadanos, para querer decidir en diferentes ámbitos”. Este documento, explicaron, es el resultado de “numerosas sesiones participativas celebradas pueblo a pueblo y barrio a barrio”.
En ese preciso instante, las más de cien mil personas que portaban pañuelos blancos con el lema Gure Esku Dago ya estaban tomadas de la mano en el largo trayecto que a través de pueblos, ciudades y carreteras logró unir Vitoria-Gasteiz, Bilbao y Donostia. En el tramo hubo momentos especiales, como el vivido en el kilómetro 193: allí se hicieron presentes, entre aplausos, las madres y padres de los jóvenes de Altsasu condenados a penas de cárcel por una pelea de bar.
Tras la gigantesca movilización, los organizadores comparecieron ante los medios para realizar una primera valoración de la jornada. “Hoy hemos visto la capacidad de la sociedad vasca convertir días normales en días históricos”, dijo Oiarbide, quien reveló que habían sido más de 175 mil personas las que habían “participado activamente” en la jornada, lo que la convierte en “la mayor movilización a favor del derecho a decidir que se ha realizado en Euskal Herria”.
Críticas de PP y PSE
A quien no ha gustado tanto (o nada) la cadena humana ha sido al PP vasco. Coincidiendo con esta movilización, la formación conservadora ha difundido a través de Twitter un video de un minuto de duración en el que acusa a Gure Esku Dago de ser la “copia de Omnium y ANC” y de tener “los mismos objetivos” que las entidades catalanas, aunque “a distintos ritmos”. El partido liderado por el ex ministro Alfonso Alonso ha aprovechado también para cargar contra el PNV, al que ha acusado de “echarse en brazos de Bildu y Gure Esku Dago para reavivar la causa soberanista en Euskadi”.
Entre imágenes de recortes de prensa que adelantaban la participación de la presidenta del Parlamento Vasco en la cadena humana, el PP denunció que este acto ha tenido el apoyo de “instituciones públicas”. A su criterio, la multitudinaria movilización de este domingo busca en realidad “ruptura, enfrentamiento e inestabilidad”.
También se ha pronunciado el PSE. A través de un comunicado, el secretario de Organización de la formación socialista, Miguel Ángel Morales, aseguró que la movilización de este domingo “no responde a un sentir mayoritario”. “Claro que hay soberanistas en Euskadi, pero el conjunto de la sociedad vasca está muy lejos de pretender un escenario de confrontación como el que estamos viviendo con Cataluña”, subrayó.
Asimismo, Morales también tuvo palabras para sus socios del PNV por haber participado en este acto. “Los partidos son libres de impulsar o respaldar una actividad política que no forma parte de las preocupaciones de una inmensa mayoría, pero los responsables institucionales se deben a las tareas para las que han sido elegidos y, en su caso, a reivindicaciones útiles para mejorar la vida de todas y todos y no a movilizaciones de parte”, afirmó. En tal sentido, criticó la presencia de los alcaldes y diputados generales que acudieron a la cadena humana: “Creemos que es un papel que no les corresponde”, subrayó.
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