Una investigación de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) demostró cómo la empresa agroquímica Syngenta utiliza a la comunicación como un intrumento de invisibilización de las estrategia empresariales, manipular mentes y cimentar el mito de la superpoblación en el mundo.
A pesar de que Syngenta aparenta ser una competidora de Monsanto, en reliadad comparten la mayoría de los accionistas, por lo que tienen los mismo dueños sionistas. Es una técnica de mercado, dónde el gigante Monsanto se roba todo el protagonismo negativo de lo -poco y nada- que aparece en los medios de comunicación. Mientras que, por lo bajo y disimuladamente, una empresa más pequeña, también líder agroquímica al fin, extiende las prácticas comercializando semillas transgénicas, monopolizando el mercado a nivel ciudades y haciendo lobbie para generar legislaciones favorables, como la patentación de semillas y células humanas.
Los resultados de la investigación
La investigación de la licenciada en Comunicación Social Andrea Paredes expuso como la organización, junto a su increible poder comunicativo, tiene la capacidad de ocultar sistemáticamente las denuncias en su contra y los efectos nocivos de los transgénicos y anular la realidad de que su implantación modifica las economicas regionales y las iniciativas cooperativistas.
Lo que sucedió en 2007, en Brasil, donde Syngenta contrató seguridad privada para desalojar al movimiento Trabajadores Sin Tierra y lo ocurrido con Monsanto, junto a la Uocra en Córdoba, no es pura coincidencia.
El estudio mostró cómo Syngenta crea su imagen a través de dos unidades de análisis: su publicidad audiovisual y gráfica, su página web y los talleres de formación que la empresa genera para profesionales.
“No apela a la veracidad ni a la transparencia de sus actos, sino a la persuación, el convencimiento y el control de las mentes, y por lo tanto las acciones y aptitudes de las personas”, dijo Paredes.
Capitalismo Ecologista
La empresa se autodenomina líder del agronegocio, a la vez que se considera comprometida con la agricultura sustentable. Resalta constantemente el concepto de protección y cuidado del medio ambiente. Esta técnica comunicacional es utilizada para generar una imagen positiva ocultando aquello que es más significativo: las consecuencias para la sociedad y la salud del uso de transgénicos. Emplean el “mensaje espectáculo”, que genera el monopolio de la apariencia y donde la positividad del mensaje no se discute, ni se puede acceder a él.
Adormecido el espíritu crítico de las poblaciones, nadie pone en duda que Syngenta es benéfica y cuida la naturaleza.
Soy la única esperanza
El mensaje connotado de las publicidades de Syngenta la autoposiciona como único mesias de la humanidad, la única que puede protegerla de la escasez de alimentos y de la destrucción de la naturaleza. Generan la falacia de que sólo la ultra tecnificación de la producción, en manos de corporaciones privadas internacionales, puede proteger al hombre.
El Mito de la Superpoblación
La concepción de un mundo superpoblado, donde sucederán guerras por los recursos naturales, creado por el demógrafo Thomas Malthus y retomado por Paul Ehrlich, Ted Turner y Henry Kissinger, es sucesivamente impulsado por la publicidad de Syngenta. A pesar de que se trata de un mito, que fue práctica y teóricamente refutado, en numerosas ocasiones.
Se trata del empleo de un dicurso alarmista y apocalíptico para legitimar las prácticas del Nuevo Orden Mundial Sionista, del que es parte Syngenta, produciendo el “fetichismo de la mercancía”, que crea falsas necesidades y crisis que tienen su única solución en la producción oligopolista.
Carlos Lopez
BWN Argentina
Fuente: la verdad nos hara libres
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