en libertad con cargos seis de los siete detenidos en el "rodea el congreso"

Uno de los detenidos en la manifestación contra la ley mordaza. FERNANDO SÁNCHEZ

MADRID // Siete detenidos y 23 heridos ha sido el saldo de la manifestación alrededor del Congreso convocada por la Coordinadora 25-S, que reunió a cerca de 2.000 personas para protestar contra la conocida como Ley Mordaza. La cita acabó con enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Tras las primeras cargas, en Neptuno, las refriegas se desplazaron por los alrededores hasta la calle Atocha.

Esta tarde han salido en libertad con cargos seis de los siete detenidos. La Coordinadora 25-S, pese a la modesta participación, ha resaltado en Twitter que “miles de personas” salieron a la calle “a pesar de un despliegue policial impropio de un Estado que se supone democrático”. Cerca de 1.500 antidisturbios formaron parte del dispositivo que la Delegación del Gobierno en Madrid había preparado para la ocasión.

En un comunicado previo a la manifestación, los organizadores denunciaron el carácter “fascista” de la Ley de Seguridad Ciudadana, que prevé grandes multas contra diferentes formas de protesta social. “Sufrimos todos los problemas que ya teníamos, a lo que se añade el ataque frontal y directo contra las posibilidades de manifestarse. Están dando un salto protofascista”, aseguraron en el texto.

Para acudir a la manifestación, la organización había preparado transportes desde varias ciudades del Estado, como Vigo, Segovia, Ciudad Real o Valladolid, y ha puesto a disposición de los asistentes un manual para “cuidarnos colectivamente”. En anteriores Rodea el Congreso se han producido algunas cargas policiales, como ocurrió el pasado abril.

Las convocatorias de la Coordinadora 25-S suelen ir precedidas de declaraciones de miembros del Gobierno que aseguran la asistencia de violentos. En la primera convocatoria de este tipo, en septiembre de 2012, María Dolores de Cospedal llegó a comparar la acción con la intentona de golpe de Estado el 23-F de 1981 y durante la misma se demostró la existencia de policías infiltrados. Una “criminalización” que llevan denunciando los organizadores desde hace meses.

Fuente: la marea