Muchos medios de comunicación independientes, aquellos comunmente considerados como “conspiranoicos”, han informado de que unos 28.000 pastores protestantes han sido reclutados en EEUU por dos agencias gubernamentales, concretamente FEMA (Agencia Federal para la Gestión de Emergencias) y DHS (Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos), como parte de un Equipo de Respuesta Religioso en situaciones de emergencia.
Entre estos medios “conspiranoicos” destaca “The Common Sense Show”, conducido por Dave Hodges, que sostiene haber contactado con uno de estos pastores y haber obtenido información valiosa sobre sus actividades.
El 9 de diciembre de 2014, Hodges mantuvo una entrevista telefónica con el Pastor Walt Mansfield, que fue de los primeros pastores reclutados para formar parte del Equipo de Respuesta Religioso.
El Pastor Mansfield fue reclutado para formar parte del Equipo de Respuesta que operaría bajo el control del DHS en el caso de que se produjeran situaciones de emergencia.
Las revelaciones de Mansfield sobre sus experiencias son impresionantes y preocupantes al mismo tiempo.
Según él mismo afirma, el Pastor Mansfield asistió a varias reuniones de información y apenas podía creer lo que escuchaba. Se enteró del plan del gobierno de EEUU de establecer la Ley Marcial en determinadas circunstancias, así como de poner en práctica reubicaciones forzadas de población. Mansfield destacó que cuando la Ley Marcial fuera promulgada, su aplicación sería inmediata. En otras palabras, los miembros de las familias serían separados unos de otros y parte de la misión del Equipo Religioso consistiría en consolar y calmar a los familiares separados.
El Pastor Mansfield hizo hincapié en que los simulacros de FEMA y DHS se basaban en la respuesta a supuestos actos de bioterrorismo.
Los pastores fueron entrenados para ir a aquellas casas donde las personas se negaran a ser reubicadas por las autoridades y su trabajo inmediato sería convencer a los más reacios para que voluntariamente aceptaran trasladarse a los campos de reasentamiento.
Posteriormente, Dave Hodges le preguntó a Mansfield si los campos FEMA (considerados como un bulo conspiranoico) eran reales y el Pastor declaró que gran parte de la formación de los Equipos de Respuesta Religiosos se centraba en saber cómo deberían actuar los pastores dentro de los centros de reubicación forzada.
Según Mansfield, el objetivo principal de un pastor asignado a un campo de reubicación, sería ayudar a poner orden, tranquilizar a los afectados y fomentar el cumplimiento de las órdenes del Departamento de Seguridad Nacional.
Dicho en otras palabras: ayudar a calmar al rebaño, un argumento que por lo visto, repitió a lo largo de la entrevista.
Mansfield afirma que los pastores fueron obligados a firmar un documento en el que se comprometían a no divulgar esta información. Supuestamente, a los pastores les está absolutamente prohibido hablar públicamente de cualquier aspecto del programa.
Para concluir, el Pastor Mansfield también declaró que los pastores serían utilizados como informantes. Esto violaría el privilegio de confidencialidad o confesión entre el pastor y el creyente, algo que en EEUU actualmente es reconocido por ley.
Según Mansfield, se estima que hay 28.000 pastores en EEUU que forman parte del programa FEMA.
Según él, los pastores de EEUU están siendo sutilmente coaccionados a participar en el programa, pues si se declarara algún tipo de Estado de Emergencia, ningún pastor que no tuviera el permiso correspondiente que confirmara que ha sido formado por FEMA o el DHS, tendría permiso para acceder a las zonas declaradas de “emergencia”.
Mucha gente, muy probablemente de forma acertada, considerará que todo lo referente a los Campos de Reubicación o a los ya conocidos como campos FEMA, forma parte de las teorías de la conspiración más exageradas o enloquecidas.
De todas formas, vale la pena repasar algunos aspectos legales de EEUU que sirven para situarlo todo en contexto:
El 31 de diciembre de 2011, el presidente Obama firmó la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) que, además de asignar de 662000 millones de dólares al Pentágono, también contiene una medida que permite que los ciudadanos estadounidenses puedan ser tomados bajo custodia y detenidos indefinidamente sin ser acusados de ningún delito.No sólo un ciudadano cualquiera puede ser considerado una amenaza para “intereses de seguridad nacional de Estados Unidos” sin tan solo ser sometido a juicio, sino que además establece que los militares serán los encargados de detener a esos ciudadanos.La Sección NDAA 1022, inciso c, permite: “(1) La detención en virtud de la ley de la guerra sin juicio hasta el final de las hostilidades autorizadas por la Autorización del Uso de Fuerza Militar”El Acta de Centros de Emergencia Nacional o HR 645, ordena el establecimiento de “centros de emergencia nacional” en instalaciones militares con el fin de proporcionar “vivienda temporal, y ayuda médica y humanitaria a las personas y familias desplazadas debido a una emergencia o desastre”, según el proyecto de ley.La legislación también establece que los campos se utilizarán para “proporcionar ubicaciones centralizadas para mejorar la coordinación de la preparación, respuesta y recuperación del gobierno, entidades privadas y sin fines de lucro y organizaciones basadas en la fe”El proyecto de ley también establece que los campos pueden ser utilizados para “satisfacer otras necesidades apropiadas”, según lo determine el Secretario de Seguridad Nacional.Este mandato podría significar la detención forzosa de ciudadanos estadounidenses en caso de disturbios generalizados después de una emergencia nacional o de un colapso económico total, tal y como temen muchos de los medios considerados “conspiranoicos”, lo que es comunmente conocido como “Campos FEMA”
Evidentemente, todas estas conclusiones deben ser consideradas con prudencia.
Como ya hemos indicado otras veces, Dave Hodges exagera enormemente en muchas de sus conclusiones y tiene una clara tendencia al sensacionalismo y la conspiranoia, todo ello bañado con una ideología extremadamente conservadora y ultrareligiosa.
De todas formas, la noticia tiene su interés y en todo caso, esperamos que el lector sea capaz de aplicar su propio criterio y no dejarse llevar por el sensacionalismo a la vez que es capaz de dejar un espacio prudencial para la duda a la espera de datos que confirmen o contradigan lo escuchado.
No sabemos que hay de cierto en todo esto, pero lo que no podemos negar es que muchos medios alternativos de EEUU llevan años hablando de los campos FEMA y de su posible uso futuro en un escenario de Ley Marcial y como vemos, siguen insistiendo en ello…
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