Los propagandistas del miedo islamófobo están de enhorabuena. Sus sicarios han realizado otro “trabajito” siniestro en Europa, esta vez en Francia, para seguir implementando su doctrina guerrera-criminal y demonizadora contra el islam. Lo venían “adviertiendo” desde hacía un tiempo los perpetradores de crímenes contra la humanidad: el peligro islámico en Europa está al acecho, Occidente está, de nuevo, en el punto de mira de los “islamistas”. Vamos, que no hace falta ser demasiado listo para saber que estaban cantando por soleás otra criminal falsa bandera. Y, qué casualidad hombre…que no hayan evitado, una vez más, un atentado indiscriminado “islámico”, a pesar de que sus “prodigiosos” servicios de espionaje escrutan todo lo inescrutable. Han preparado el terreno para otra nueva farsa terrorista europea y lo saben. La masacre en suelo francés contra periodistas del semanario satírico islamófobo Charlie Hebdo tiene un denominador común ya conocido, una huella indubitada de la inteligencia occidental, con la más que previsible complicidad de los servicios secretos franceses.
Porque todo, en esta nueva orgía criminal a la búsqueda permanente de enemigos, responde a los mismos patrones de falsas banderas anteriores: el mismo tongo oficial, la misma mecánica profesional de los ejecutantes, la captura casi inmediata de terroristas (esta vez prescindieron de los “Inmolados”), la misma deleznable propaganda mediática con su ceremonioso y preparado teatro para sodomizar a la opinión pública y hacerla partícipe de la estafa terrorista oficial, el desfile de borreguitos en las calles clamando contra el “islamismo”, por la tolerancia y contra el terror…..sin desperezar su jodida mente de manipulados por los mass mierda para intentar poner contra las cuerdas la desvergonzada maquinaria de mentiras del complejo gubernamental-mediático.
La operación militar (“false-flag”, a todos los efectos) llevada a cabo contra el semanario francés es un entramado más de las cloacas de los Estados capitalistas, sustentadores de un artificio genocida llamado “guerra contra el terror” cuya esponsorización parte del terrorismo moderno (léase Estado Islámico, Alqaeda y franquicias afines) creado años atrás por ellos mismos. La factoría del terrorismo islámico, hay que repetirlo las veces que haga falta, tiene largas y sucias conexiones con los brazos terroristas que dirigen sus operaciones: CIA y Mossad, fundamentalmente (más otras sucursales de inteligencia como el MI5 británico, el BND alemán, o el CNI español, etc- que colaboran estrechamente con aquéllos) sin olvidarnos de aliados como Arabia Saudí, Turquía o Pakistán, regímenes tiránicos aliados de USAEuropa, que actúan de cooperadores necesarios en la financiación y entrenamiento de terroristas para que EEUU, Israel y Europa los utilicen a su antojo (desestabilización de países y territorios o como coartada para las “false flag” de turno).
Los discursos anti-islámicos, perfectamente guionizados en Falsimedia, actúan a modo acompasado de las falsas banderas, formando a una opinión pública que se encuentra totalmente mediatizada y manipulada, perfecta para los objetivos y estrategias de los perpetradores de crímenes como el 11-s, 11-m o este último de París. Entre ese pensamiento dócil y acrítico se encuentra también el de determinados personajes que juegan a la estrategia de la confusión como agentes desinformadores (por desconocimiento, básicamente) como es el caso del siempre polémico y no menos mediático Willi Toledoquien ha dicho, más o menos, que los islámicos “nos atacan ahora porque nosotros les atacamos previamente”. Una argumentación tan pueril como alejada de las verdaderas motivaciones de la crueldad terrorista de Estado que ha asolado Europa en los últimos cincuenta años. No se sostiene hoy día, al margen de que exista una localizada y legítima resistencia anti-imperialista en determinadas naciones en contra del sionismo y del imperialismo, como respuesta a las agresiones de la OTAN y el Pentágono. Las falsas banderas en territorio europeo de los últimos quince años nada tienen que ver con “venganzas” islámicas, sino que forman parte de una misma estrategia orquestada desde “adentro” del pudridero capitalista, por lo que la opinión de Toledo simplemente es bazofia desinformativa que contribuye a dar aire a la engañifa oficial. Mientras, la carnaza mediática otánica saca partido con este tipo de declaraciones para validar su circo conspiraoficialnoico.
Y…España, como ya habrían planeado de antemano, nos dicen que está elevando el nivel de alerta “antiterrorista”, un poco para que el sangriento sainete francés tenga continuidad y la “alarma” española goce de consistencia “lógico-islámica”. A ver cuál es la próxima encerrona terrorista que nos tienen preparada los canallas.
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