LIBERTAD DE EXPRESION
“Pobre voz confinada a ser oída en la nada”
Voces encadenadas
a silencio tan cruento,
las almas condenadas,
el callar es tormento.
Obrar con libertad,
garantía majestad,
libertad de expresión,
sueño de mí Nación.
Obstruye el pensamiento
la maldita censura,
limita el intelecto,
es del diablo su hechura.
El miedo paraliza,
el cerebro agoniza,
pobres hombres silentes,
todos son insipientes.
Dictadura en la cumbre,
ya se hizo costumbre,
legislando se abraza
la pinche “ley mordaza”.
Prohibir información,
cegar puntos de vista,
la perversa intención
de “estadistas” fascistas.
Que la boca cerremos,
quieren esos cabrones,
que dientes apretemos,
“chitón” a las razones.
¿Expresarte? . . . ¡jamás!,
nada puedes decir,
tal vez se escuchen más
tus quejas al morir.
El yugo del bozal
llegó a la yugular,
si te impiden hablar
las ideas desangrar.
Más, el ser de conciencia
no lo permitirá,
pues perdiendo su esencia,
a servil llegará.
Un pueblo sometido
siempre será vencido,
represión del gobierno
¡mandémosla al averno!
Venturoso aquel día,
en que, sin cobardía,
usemos la palabra
sin censura macabra.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Dedicado a Brozo . . .
Registro SEP INDAUTOR 03-2008-101313351700-01
¿DONDE ESTAN LOS PERIODISTAS?
ResponderEliminar“De la verdad, . . . vanguardistas.”
¿Dónde están los periodistas,
de la información, artistas,
veraces, comprometidos
con su labor, decididos?
Leales, dignos heraldos,
éticos, prestos, no tardos,
amantes de la noticia,
la real, no subrepticia.
¿Dónde están seres de prensa,
de moralidad inmensa,
honestos, fieles, pensantes,
indagadores, como antes?
Que divulgaban los hechos,
con comentarios derechos,
cuyo honor era su dote,
que no recibían “chayote”.
¿Dónde están los periodistas,
de la nota, tratadistas,
qué, a Fox, Calderón y Peña,
me los traían de la greña?
Sin perdonarlos de nada,
de ninguna tarugada,
a su yugular colgados,
con la pluma despiadados.
Ácidos, de forma terca,
álgidos, con lupa en tecla,
privilegiando, en su son,
la libertad de expresión.
Dónde están seres de prensa,
que nos darían dicha inmensa,
honrando su profesión,
los premiaría la Nación.
Si, hoy, dijeran la verdad
de López, la realidad,
criticándole sus “cosas”
sus ocurrencias odiosas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a . . .
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)