Si esperas encontrar en esta nota motivación para que sigas ahogándote en alcohol, olvídalo. Es decir, el punto es remarcar que el alcohol tiene muchas propiedades positivas para nuestro cuerpo, y en varios casos se puede usar para prevenir algunas enfermedades. No obstante, como ocurre con las medicinas, debe tomarse responsablemente y sin exagerar.
1. Paro cardiaco: La Universidad de Harvard corrió en los noventa un experimento que demostró que una cantidad moderada de vino tinto cotidianamente disminuye drásticamente la posibilidad de tener un ataque al corazón. En concreto, una copa diaria disminuye las posibilidades en un 40%.
2. Gripa común: Un estudio en la Gran Bretaña reunió a 400 bebedores frecuentes y a 400 abstemios. A todos se les contagió deliberadamente el virus de la gripe y se descubrió que beber poco más de una copa al día prevenía la gripe. Los bebedores tienen diez veces menos posibilidades de enfermarse.
3. Cáncer de mama: En Francia se llevó a cabo un estudio que involucró a varias mujeres con cáncer de mama y un grupo de control de mujeres sin esta enfermedad. Se descubrieron tres cosas interesantes: 1. el consumo de vino o alcohol no provoca la enfermedad ni es un factor de riesgo para ella, 2. las mujeres que beben vino todos los días tienen 40% menos de posibilidades de contraer esta enfermedad, y 3. este beneficio sólo ocurre con las mujeres que beben alrededor de una copa de vino todos los días, no aplica para las bebedoras ocasionales.
4. Diabetes: Un estudio que se llevó a cabo en Alemania con 370 mil pacientes de diabetes descubrió que con la ingesta de una copa de vino generosa diaria se reduce un tercio el riesgo de contraer esta terrible enfermedad. También se desbubrió que beber vino para prevenir la diabetes es más efectivo para mujeres que para hombres.
5. Artritis reumatoide: Dos estudios escandinavos independientes en 2009 concluyeron que las mujeres bebedoras tienen 40% menos de posibilidades de contraer la enfermedad. Por otra parte, en la Universidad de Sheffield concluyeron que los ya enfermos de artritis reumatoide sienten menos dolor si son consumidores frecuentes de alcohol. Este efecto no es sólo anestésico, sino que en realidad los desgastes de las articulaciones de hecho son menores en los bebedores.
6. Osteoporosis: Un grupo de mujeres bebedoras frecuentes, con riesgo de perder densidad en los huesos (es decir, post-menopaúsicas), asistieron a un estudio en la Universidad de Oregon. Se les pidió que dejaran la bebida durante un par de semanas y su densidad ósea bajó un 5%. Cuando volvieron a su rutina de una copa diaria recuperaron su condición ósea en tan sólo 24 horas.
7. Cáncer de estómago: Investigadores daneses llevaron a cabo un estudio entre 1964 a 1992 en el que consideraron los habitos de bebida de más de 30 mil personas. Concluyeron que beber se puede considerar una “protección” para este tipo de cáncer, pues tomar una botella de vino tinto o blanco a la semana previene este tipo de cáncer.
una buena comida , con un buen vino , con una compañia agradable y una buena conversación .. a eso lo llamo calidad de vida ... sin comerse mucho la cabeza
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