Para una mayor comprensión de la realidad en la que vivimos tenemos que ser capaces de ser lo más críticos con nosotros mismos, de esta forma, el análisis que formulemos sobre la sociedad en general y el sistema, sea el más acertado posible.
Sobre esta cuestión el artículo que voy a escribir intenta ser lo más holístico posible y abarcarlo en toda su dimensión.
La élite de poder utiliza varias estrategias para el control y dominio de la población, señalaré alguna de ellas para que podamos comprender el alcance y la finalidad de éstas.
Al Poder le interesa que la ciudadanía o el pueblo esté en una “guerra” o lucha permanente a todos los niveles, (en la familia, en el colegio, instituto, en el centro de trabajo) de todos contra todos (la sociedad hobbesiana clásica), para de este modo poder manipularnos y gobernarnos con la mayor eficacia posible, sin tener que recurrir por ejemplo a métodos demasiado expeditivos, que impliquen el uso de la violencia por parte del Estado, es decir, la policía o si se diera el caso el ejército si parte de la población se rebelara contra esta élite de poder (la mayor parte de ella se encuentra en el Estado y las multinacionales, es decir el Capital en general) que nos domina y subyuga en mayor o menor medida.
El Poder impregna a la gran mayoría por no decir a la inmensa mayoría de la sociedad con las normas, leyes que les impone, aparte de la propaganda que invade constantemente el espíritu humano condicionándolos al establecimiento de normas de conducta que sostengan el sistema , hay que acatar en la medida de lo posible las reglas de juego que dictan ellos.
El Poder también intenta por todos los medios potenciar el Ego, esta cuestión es determinante ya que se ejecuta desde la infancia en la escuela por medio de la competencia, que en esencia es violencia y después en los centros laborales.
En última instancia cuando las masas están pervertidas (y no sólo por el Poder, sino también por otras causas), el Poder tiene que actuar como agente para controlar la corrupción que se genera dentro de la sociedad, se valen de la degradación e irresponsabilidad del individuo para ejercer más control sobre ellas, con más leyes, normas, sanciones, etc, etc.
La violencia psicológica que se manifiesta a todos los niveles en la sociedad, es la principal arma que utiliza la élite de poder para manipularnos y dominarnos, esta violencia psicológica es fundamental y forma parte de nuestro condicionamiento hereditario y adquirido a la vez con lo cual es una de las principales bases en las que el Poder se asienta y define las estrategias de dominio sobre nosotros.
Albert A.H./ Revolución Espiritual
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