MADRID // Tiene 25 años y ha estudiado Ingeniería Técnica de Obras Públicas e Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos. Jorge Arzuaga contactó por primera vez con Periodismo Dignopara hablarles de su intención de hacer una huelga de hambre con el fin de exigir la dimisión del actual Gobierno dado su carácter ilegítimo. “Después de años acudiendo a manifestaciones sin obtener nada, salvo indiferencia, creo que es el momento de ir más allá”, explicó. “Quiero que el pueblo reaccione y se una para recuperar nuestros derechos”. Una reivindicación que le llevó a dejar su Bilbao natal para viajar hasta la Puerta del Sol de Madrid, donde inició su protesta el pasado 12 de octubre, día de la fiesta nacional.
¿Qué motivos le han traído a Sol para iniciar una huelga de hambre?
La huelga es mi forma de expresar que me niego a seguir tragando con esta situación. Tenemos un Gobierno que ganó las elecciones con un programa electoral que ha incumplido. Dijeron que no iban a subir el IVA, que no recortarían en sanidad y educación que darían empleo… No sólo no han cumplido nada de lo prometido sino que, por ejemplo, han legislado para facilitar el despido y el paro ha aumentado en más de un millón de personas. Es necesario que tengan una responsabilidad política, que lo que han hecho tenga consecuencias. Si nuestra poca, o nula, democracia consiste en votar cada cuatro años a alguien que nos miente con su programa electoral, no nos queda nada.
¿Su objetivo, por tanto, es que dimita el Gobierno?
Mi objetivo fundamental es generar una reacción en la gente, que esto sirva como detonante social para que la gente despierte y diga que ya basta.
¿Y por qué cree que la gente no reacciona?
Es miedo, sobre todo miedo, pero también resignación. Creen que esto no se puede cambiar, que es el mensaje que cala gracias a los medios de comunicación más relevantes y del sistema en general. Nos hacen creer que somos pequeñitos, que no tenemos fuerza. Nos educan para aceptar lo establecido y no para cuestionarnos la realidad. Además de la manipulación. La gente, más que desinformada, está mal informada, manipulada al respecto de los asuntos básicos de la sociedad.
¿Por qué en Sol y no en Bilbao?
Básicamente porque el poder político está centralizado aquí. Está el Parlamento, La Moncloa, Zarzuela… Y además he querido estar en la Puerta del Sol porque, por decirlo de alguna manera, es el epicentro de los indignados en España, es el lugar donde tomó forma el 15-M y tiene una enorme simbología de protesta. Esta es la puerta del cambio que puede venir de un cambio de conciencia que se tiene que manifestar en un cambio político.
¿Qué tiene que pasar para que vuelva a comer?
Serán dos cosas las que me hagan abandonar la huelga. La primera, la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas. La segunda, que mi salud corra peligro.
Resulta algo complicado creer que el Gobierno vaya a dimitir…
No espero nada de ellos pero sí de la gente. Todos juntos tenemos capacidad para echarlos. Nuestra fuerza es directamente proporcional a nuestra unión. La lucha es el único camino para que nos devuelvan los derechos que ya nos han quitado. Por las buenas no va a suceder. Al revés. Van a seguir quitándonos derechos y vamos a ir a peor. Tenemos que luchar y, dentro de la lucha, tenemos que estar muy unidos. Dejar atrás la resignación, el miedo y seguir el camino de la rebeldía, de una rebeldía entendida no como el uso de la violencia, sino de la negativa a tragar con esta situación por más tiempo. Es nuestro deber.
Hay gente que sí plantea responder con violencia a la violencia pasiva que ejercen los poderes públicos tanto nacionales como supranacionales. Sin embargo, ante la dicotomía de la lucha violenta contra la pacífica se ha decantado por la segunda.
Es que creo en la resistencia pacífica. Creo que la sociedad puede cambiarse sin tener que recurrir a la violencia. Dicho esto, también entiendo que esta situación puede llevarte a ser violento. Con el tipo de sociedad que están creando nos están incitando a usar la violencia de alguna forma. Y aunque no apoyo este tipo de respuesta, es verdad que están agrediéndonos, de manera que si tú respondes proporcionalmente te estás defendiendo, no estás atacando. Hay gente que se está suicidando por desesperación, porque se queda en la calle con dos niños pequeños, o no tiene cómo dar de comer a sus hijos o no puede ir al médico… La violencia que se está ejerciendo sobre nosotros es brutal.
Ha dicho que esperaba que la gente reaccionara y se uniera a su protesta. ¿También a partir de una huelga de hambre o su presencia en Sol es suficiente?
No, no. No pretendo que nadie se una a la huelga de hambre. Es evidente que no sería lo mismo tener a una persona sin comer para que el Gobierno dimita que tener a 50 personas, la fuerza sería mucho mayor. Pero el llamamiento que hago es a la lucha, no ya desde la huelga de hambre, sino desde las calles, volviendo a empezar de cero con la lucha social.
¿Realmente cree que a este Gobierno le importaría que 50 personas murieran de hambre en la calle por una reivindicación popular?
A ellos no les importaría, seguro. De hecho creo que les haríamos un favor. El debate pasaría más por plantearse si se podrían permitir que eso sucediera, si podrían soportar el escándalo social que se derivaría de ello. No ya de que muriéramos, que no va a pasar, sino de tener a un grupo considerable de personas denunciando la ilegitimidad de su poder. Yo estoy convencido de que todos juntos, tarde o temprano, podemos cambiar las cosas.
¿Qué tal está? ¿Qué tal se encuentra después de dos días sin comer?
Muy bien, la verdad. Muy contento. Estoy rodeado de un grupo de personas maravillosas que me apoyan en todo momento, gente que se ha solidarizado conmigo y que me cuida, cualquier cosa que me falta, ellos están ahí. Además, la gente que se me acerca viene con un mensaje de apoyo, de ánimo o palabras que me dan mucha fuerza y es de lo que me estoy alimentando.
¿Está notando ya las consecuencias?
No, aún no. También es cierto que antes de iniciar la huelga me he preparado. Vengo haciendo ayunos, no he dejado de comer de golpe, por lo que mi organismo se está adaptando muy bien. No he tenido sensación de hambre, ni me ha dolido la tripa o situaciones similares.
¿Está bebiendo agua o toma algo más?
Agua, bebidas azucaradas y también tengo glucosa. Esto es lo que tomo fundamentalmente.
¿Su idea es vivir en la calle? ¿Acampar en Sol y pasar ahí las 24 horas del día?
No. He dormido en Sol las dos noches que llevo aquí, pero he decidido dormir en la casa de algún compañero que me ha ofrecido alojamiento y volver temprano por la mañana para protestar durante el resto del día. Supone mucho desgaste pasar aquí hora tras hora sin descanso. De hecho, ahora mismo estoy más afectado por la falta de sueño que por la falta de comida. Estoy haciendo huelga de hambre, no de descanso. Si no duermo bien puede complicarse mucho mi continuidad aquí. Para poder luchar en serio necesito estar lúcido.
Fuente: periodismo alternativo
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