El sindicalista Cándido Méndez (UGT) ha admitido por primera vez en una entrevista con los periodistas Manuel V. Gómez y Javier Casqueirosobre el “caso de los ERE” que “si esta situación exige la asunción de responsabilidades a otro nivel,incluido el mío, eso necesariamente hay que contemplarlo”. Extremeño de nacimiento peroandaluz de Jaén desde los 4 años, nada se movía en la UGT de Andalucía sin que lo supiera “Cándido”, pues no en vano lleva 20 años en el cargo de secretario general de UGT nacional pero 10 años más como político andaluz, diputado andaluz en el Congreso, diputado autonómico y jefe provincial del sindicato en Jaén. Y si hay algo que le inquieta a Méndez, según propia confesión, es que le acusen de haberse hecho rico con el sindicato y la política: “¿Qué es lo que más te ha dolido?”, le preguntó la periodista Thaïs (La Sexta) y él respondió: “Me han pretendido endilgar un reloj Rolex”.
La polémica de los “rolex” o “trolex” de Méndez lleva más de un año pululando por Internet con voces a favor y en contra, pero, tras una exhaustiva investigación, el “Espía en el Congreso” está en condiciones de afirmar que es cierta: Cándido Méndez posee una colección de caros relojes por valor de al menos 25.000 euros, según atestiguan numerosas fotografías y vídeos que hemos podido comprobar que no han sido falsificados. Cuando se descubrió este suntuoso gusto por las joyas de muñeca, Méndez se apresuró a desmentirlo mostrando ante las cámaras de televisión otro reloj más barato que no se había puesto nunca y que desde entonces jamás se quita. Y es que el dirigente de UGT ha advertido a los 9 miembros de su ejecutiva, que “no creo que llegue ese momento en que se descubra que ha habido enriquecimiento personal de nadie en la UGT”, porque si se “descubre”, tendrá que dimitir.
Lo cierto es que según testimonian los diputados en el Congreso que coincidieron con él durante dos legislaturas, Cándido Méndez pasó de ser un diputado tosco y algo asilvestrado en el vestir, a transformarse en un caballero de gustos caros, asiduo al palco del Real Madrid y amigo de la “creme” madrileña de las finanzas que frecuentan aFlorentino Pérez. Solo así pudo “enchufar” a su hijo Cándido en la empresa Indra,según cuentan estos diputados: es conocida como la mejor industria paraestatal donde abrevan numerosos familiares de políticos a cambio de jugosos contratos y subvenciones públicas, desde el Ministerio de Defensa a muchos más.
La esposa de Cándido Méndez, también cobra un sueldo público: Encarna Gálvez es funcionaria en la Universidad de Alcalá y también miembro de la Ejecutiva de la UGT de ese centro universitario, lo que le confiere el privilegio del escaso trabajo y muchas horas como “liberada”.
José Luis López Serrano, 50 años como empleado del Real Madrid y despedido por Florentino Pérez, lo recuerda bien: “A principios de los años sesenta, Bernabéu vio que de las 32 personas que trabajábamos en la administración del club, había 18 que se dejaban la vida por un sueldo normalito. Y nos mandó una carta para reconocérnoslo. Ahora hay casi 50 directores con un altísimo sueldo. Y mire, gracias a Bernabéu fuimos el mejor club del siglo XX . “Floren-timo”, como le llama mucha gente, nos echó a los cuatro sin darnos opción a negociar. “Floren-timo”, sí. Así le llaman en muchos círculos. Supongo que por las relaciones que tenía, vía sus empresas, con un tal Cándido Méndez, organizó una falsificación de datos en el Comité de Empresa y se metieron, ignoro por qué, con nosotros”.
En los pasillos del Congreso se menciona también que Cándido Méndez ha perdido ya el favor de los “suyos” a causa del escándalo de los ERE en Andalucía. Y se cita al veterano periodista Carlos Elordi, que estuvo en “Triunfo”, “El País” o la SER, como un ejemplo de los medios que lo apoyaron mucho y ahora ya no creen en su honradez: “El escándalo creciente sobre la financiación de la UGT –y que a no mucho tardar podría afectar también aComisiones Obreras- podría ir bastante más allá de la eventual dimisión de Cándido Méndez. Porque lo que está saliendo a la luz –aunque, hasta ahora, a través de informaciones confusas, muchas veces sesgadas y no pocas interesadas- apunta cada vez más a las claras a que tal vez desde hace más de dos décadas los dos mayores sindicatos españoles han venido financiando una buena parte de de sus gastos, posiblemente la mayoritaria, mediante la utilización para sus propios fines orgánicos, y sin que ninguna norma les permitiera hacerlo, de un porcentaje significativo de las ingentes subvenciones que reciben del Estado para atender a otras actividades”, señala Elordi.
De ahí las dudas sobre su honestidad, porque si UGT engaña no sería extraño que Cándido Méndez se hubiera enriquecido con ello. La controversia sobre su exquisita colección de relojes tiene su origen en una denuncia del periodista Fernando Díaz Villanueva, que se tomó la molestia de recopilar al menos 5 fotografías de comparecencias públicas del sindicalista donde asomaban tras su bocamanga cinco relojes distintos. Los periodistas que cubren la información sindical se habían apercibido de ello pero no se atrevían a preguntarle sobre tan elitista distinción y cuando por fin lo hicieron, el sindicalista frunció el ceño y no respondió. Entonces comenzaron a sospechar.
El precedente no era baladí: uno de ellos, Antonio Tortosa, desvela que un colega le había preguntado antes aFernández Toxo (CC.OO) como le había tocado un ático de protección oficial teniendo un sueldo de 114.000 euros anuales (ambos son sindicatos que se financian con subvenciones públicas) y por qué le gustaban tanto los cruceros de lujo, a los que tan aficionado era junto a su esposa. Pero éste le respondió groseramente: “¿Y a ti que te importa? No tengo que dar explicaciones sobre mi vida privada”.
Méndez también se ha ido esta semana de vacaciones, según le ha confesado aGómez y Casqueiro, porque “está agobiado”, y por ello “le ha prometido a su mujer irse de puente y cumplirá su palabra, aunque previamente quiere “dar la cara antes de que se la partan”. Porque sabe que los signos exteriores de riqueza, en un país hoy golpeado por el paro, el exilio laboral, el hambre física (desconocida desde la posguerra civil), la miseria y el colapso económico a causa de la corrupción de los partidos y los sindicatos estatales, es algo que enfurece a los ciudadanos:
“Conozco la cultura de mi organización. Si eso fuera así, para mí sería undesgarro personal muy importante. Creo que no va a llegar ese momento. [En el caso de los ERE] aquí hubo una persona, que es Juan Lanzas, que pretendió enriquecerse y se desvinculó de la UGT. Se mantuvo como afiliado de base y cuando se conocieron sus actividades, en 2011, se le abrió expediente y fue expulsado. En ese aspecto, lo digo con absoluto convencimiento, no creo que llegue ese momento en que se descubra que ha habido enriquecimiento personal de nadie en la UGT. No lo creo”.
Pero el escepticismo crece y crece. «De todas estas cosas que os dicen: vagos, sindicalistos, paletos en coche oficial…, ¿qué es lo que más te ha dolido?», le pregunta Thaïs en su entrevista. YCándido Méndez, desabrochándose el reloj de su muñeca y enseñándolo, contesta: «Hay un episodio particularmente curioso. Me han pretendido endilgar un reloj Rolex, que podría tenerlo y no habría ningún problema. Pero este relojito, que tiene más de 25 años, pone en la esfera que es del sindicato italiano UIL. Me lo dieron en una escuela de formación que se dedica a trabajos subacuáticos, soldaduras debajo del agua…».
Sin embargo, las fotografías y los vídeos son concluyentes: Cándido Méndez, tras 30 años sin bajarse del coche oficial como sindicalista y político del PSOE, se ha enriquecido. Sólo ha trabajado una vez, según su propio curriculum, pero gusta de restaurantes de lujo, según confirma uno de los “maitres” que le sirve –y que tampoco tiene por qué mentir-. También es asiduo del palco del Bernabeu, donde se reune con la élite de las finanzas y la política española, desde José María Aznar a Rubalcaba, lo que le ha refinado sus costumbres y sus amistades, según quienes lo conocen bien.
Ahora frecuenta la exclusiva urbanización Monte Claro de Pozuelo de Alarcón (Madrid), muy cerca de “La Finca”, residencia de lujo de millonarios como el futbolista Cristiano Ronaldo. La lustrosa urbanización fue construida por Luis García Cereceda, el constructor cuya amistad con Felipe González era sobradamente conocida en la Villa y Corte, pues ambos almorzaban públicamente y se dejaban ver en los restaurantes más caros de Madrid. Cándido también se deja ver por los bares del Retiro con José María Fidalgo, ex-dirigente de CC.OO que fichó por la FAES de Aznar.
El maître del restaurante Villa Magna le confirmó a la periodista Rosalina Moreno que “Cándido Méndez es cliente de la casa desde hace años. Viene con bastante frecuencia. La última vez que estuvo aquí fue hace un par de semanas. Celebróun evento familiar, creo que un cumpleaños, y se reunieron cerca de 20 personas”. En este restaurante Méndez toma el Gourmet Buffet, formado por especialidades frías como crustáceos, mariscos, sushi, ensaladas, cremas o quesos y platos calientes a base de carnes y pescados. Cuando en vez de comer acude a cenar, elige entre la amplia variedad de platos clásicos con un toque del siglo XXI que conforman la carta. Si a Cándido Méndez le apetece tomar comida cantonesa acude al restaurante Tse Yang, que al igual que el Villa Magna se encuentra en la Planta Noble de este hotel y es el preferido de otras parejas como Iker Casillas y Sara Carbonero o Javier Bardem y Penélope Cruz. Otro de los locales que frecuenta es el exclusivo “El Torreón”, un clásico de la cocina de Castilla y León, en Tordesillas (Valladolid). “Viene aquí cada vez que tiene algún acto oficial por el norte de España. Eso es cada dos o tres meses”, explica el propietario del asador turresilano, Jeremías de Lozar.
“Yo en el hotel Villa Magna no he estado nunca. Es más, de hecho, incluso me enteré que había siete maîtres, porque tenemos representación sindical, y dijeron que no me habían visto nunca por allí. Y a mí me gustan los callos, no la cocina cantonesa” le desmintió a la periodista Thais. Pero ¿miente Cándido Méndez como en el caso de los relojes o lo hacen los “maitres” y propietarios de los restaurantes que frecuenta? Ahora son los ciudadanos los que tienen la palabra.
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