“Hay que mirar la situación ucraniana desde el contexto geopolítico. Es necesario mirar más allá de las relaciones ruso-ucranianas y de las relaciones Rusia-Ucrania-Europa. Es un modelo mucho más complejo, se trata de una guerra de continentes: Eurasia-Atlántico”, dijo el filósofo y geopolítico Alexander Dúgin, director del Centro de Estudios Conservadores de la Universidad Estatal de Moscú, en una entrevista con el diario ‘Vzglyad’ que reproduce Rusia Today.
“En esta lucha de continentes, en cierto sentido, los ucranianos no tienen nada que ver y solo son fichas de EE.UU., que está luchando porque su derecho a disponer del mundo sea ilimitado (…) Lo que ocurre en Ucrania es una lucha de un mundo unipolar encarnado en la hegemonía estadounidense contra Rusia y otros países que insisten en limitarle ese derecho y construir un mundo multipolar”, agregó.
Según el filósofo, la hegemonía de Washington se está desmoronando en un mundo globalizado, por lo que “está histérico ante la inminente pérdida del control de la economía mundial”. “EE.UU. está en vísperas de su ocaso y como cualquier imperio quiere extender su existencia. Ellos lo saben y por eso viven según el principio ‘muere hoy tú y yo mañana’”, sostuvo.
“EE.UU. está jugando a este juego y está dispuesto a sumergir a cualquier país del mundo que interfiera en sus planes en sangrientos conflictos como ya lo ha hecho en otras naciones. En Ucrania ya han iniciado una guerra civil y para Washington solo es una forma de posponer su propio colapso”.
De acuerdo con Dúgin, el Gobierno estadounidense tiene otro plan que no es la democracia para Kiev. Económicamente Ucrania no le es necesaria, lo que pretende es establecer un régimen nacionalista antiruso. Es la única forma de que la Ucrania occidental pueda controlar la región oriental del país, donde aún no están muy conscientes del riesgo que representa para ellos la guerra civil”.
Además, al controlar “con sus drásticas políticas a la Ucrania oriental, el régimen antiruso, bajo el mando norteamericano, exigirá la inmediata retirada de la Flota rusa de Sebastopol, en el mar Negro, amenazándola con una guerra nuclear”.
“Ya intentaron algo parecido en 2008 en Georgia con Saakashvili y pretenden hacer lo mismo en Ucrania, pero rectificando los errores cometidos en Osetia del Sur”.
Advierte también que, en caso de que falle la instalación de un régimen nacionalista en Ucrania, emprenderán el plan de desintegración de ese país. “Cualquiera que sea el escenario, pretenden arrastrar a Rusia hacia el caos ucraniano y luego tener excusas para futuras medidas”, finalizó.
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