cerdos, vacas, pollos y humanos contra el sistema

INICIATIVAS QUE NO SIRVEN

Lo mismo que le pasa a todo el mundo, me llegan continuamente propuestas y también alguna consulta de qué hacer para liberarnos de esta tiranía o al menos para poner en marcha algo que pueda funcionar. Una de las fórmulas más recientes es una propuesta de denunciar al PP al tribunal de La Haya o al de Estrasburgo. Hace poco me preguntaron si era viable y la respuesta es no. Ese tipo de incoativas solamente demuestran que los señoritos abogados, los señoritos profesores, los señoritos jueces o los señoritos fiscales, en resumen, los señoritos que deberían de aportar su conocimiento a la sociedad en la que viven y a la que se deben, pues no lo hacen y de esta manera los ciudadanos, totalmente desesperados, proponen iniciativas inviables.

UNA CONSTITUCIÓN BLOQUEADA

Veamos pues. Antes de navidad me senté a pensar a ver de qué manera se podía sacar pecho y colarnos por alguna grieta del sistema. Me puse a estudiar la posibilidad de una iniciativa legislativa popular para incorporar a una ley, no a la Constitución (por su dificultad), esa parte del manifiesto 2012 que dice que las cuentas de los partidos políticos deberá estar siempre disponibles para los ciudadanos. Claro está que con esto nos ahorraríamos el 99% de la basura que estamos viendo en los informativos y claro está que todo el mundo firmaría y apoyaría, pero la Constitución no lo permite. Los que la hicieron la hicieron a conciencia para que los ciudadanos fuéramos súbditos con mucha retórica de ciudadanos, pero súbditos. Y lo digo porque el desarrollo de los derechos fundamentales de la persona está excluido de la iniciativa legislativa popular. Paradójico pero cierto: Aquello que más preocupa y afecta a los ciudadanos, como son sus propios derechos y libertades, no puede ser objeto de iniciativa legislativa de esos mismos ciudadanos. Podrán éstos proponer otras de naturaleza distinta, como por ejemplo las condiciones del cultivo de leguminosas o la protección de las aves rapaces, pero en lo que se refiere a la protección de los humanos, no se puede. Ya nos protegen esos señores tan agradables que entran y salen de los juzgados continuamente.

¿EL SISTEMA TIENE GRIETAS?

Pues bien: Incluso así, sigue siendo cierto que el sistema tiene grietas y que haya que intentar meterse por ellas sigue siendo una directriz buena. Veréis, no es posible mantener desde allá arriba tanta y tanta y tantísima retórica democrática sin que en alguna parte de la extensa pantalla ficticia la democracia sea verdadera o pueda serlo. Y eso es lo que sucede con la iniciativa ciudadana  europea.

Algo que la gente normalmente no sabe es que hace ya años que estamos viviendo en un marco jurídico que se caracteriza por la total preeminencia del derecho de la Unión Europea sobre el derecho de los Estados miembros. Quiere esto decir que un simple reglamento de Bruselas tiene mayor jerarquía normativa incluso que la Constitución española o la de cualquier otro país miembro. Esto da mucho que pensar en cuanto a los dudosos niveles de democracia que se manejan en Europa, puesto que por ejemplo a la Comisión Europea no podemos elegirla los ciudadanos, pero esta parte la dejamos para otro día. Lo importante es que cuando llegan las elecciones europeas y dicen los políticos que hay que votar porque lo importante se decide en Bruselas, es cierto.

VACAS, CERDOS Y POLLOS

La cuestión es que la UE tiene enormes competencias en materia, entre otras, agropecuaria. Y la materia agropecuaria no nos resulta indiferente, sino que nos afecta mucho.

En noviembre de 2006, en una conferencia que di en el palacio de Congresos de Castellón, dije que si las vacas comieran hierba, la leche contendría omega 3. Imagino que conocéis las cualidades de los ácidos grasos omega 3: Son buenos para la piel, para el sistema cardiovascular y para el cerebro. Una ingesta adecuada de omega 3 puede incrementar el coeficiente intelectual. Si, así, como suena. Pedes ser más listo de lo que eres ahora sólo por alimentarte bien. Y de tus hijos estudiantes ni hablemos.

En otoño leí un extraordinario libro de la periodista francesa Isabelle Saporta, llamado COMER PUEDE MATAR. El libro analiza en detalle el penosísimo funcionamiento de la ganadería en Francia y no me cabe duda de que por extensión en el resto de Europa. Se centra en el problema de la ganadería estabulada (que, como sabéis, consiste en que la vaca, el cerdo y demás congéneres, se pasan la vida metidos dentro de una jaula en la que apenas se pueden mover).

Para ir al grano (y nunca mejor dicho): Al ganado se le alimenta a base de maíz y soja. El maíz es una planta tropical que requiere mucha agua. Francia no es un país tropical y las extraordinarias necesidades de agua producen problemas medioambientales obvios. En cuanto a la soja, ni que decir tiene que su cultivo está en el origen de la destrucción de la selva del Amazonas, además de que se trata en su mayor parte de soja transgénica.

GRASA BUENA, GRASA MALA Y GRASA REGULAR

Bien, bien… tanto la soja como el maíz son granos ricos en ácidos grasos omega 6. El omega 6 es necesario para nuestro organismo, pero dentro de ciertos límites. Nuestro cuerpo ha de recibir el complejo omega completo (omega 3, 6 y 9) en unas proporciones debidas. Necesitamos, según dicen, aproximadamente cuatro veces más omega 6 que omega 3, pero nuestro modo de alimentación conduce a que nos metamos mucho más omega 6 del debido. Según el libro, en Francia la proporción es de 15 omega 6 por 1 omega 3 y en Estados Unidos de 40 omega 6 por 1 omega 3.

La relación que tiene esto con la salud humana es simple:  Los ácidos grasos omega 6 promueven la inflamación mientras que los omega 3 son antiinflamatorios por naturaleza. La inflamación crónica está en la base del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares, entre otras. La obesidad trasngeneracional también está relacionada con la ingesta masiva de omega 6.

Dice Isabelle Saporta que esta deficiente situación se podría resolver alimentando a los animales de granja con lino. No es necesario (aunque deberíamos) soltar a las vacas y demás cuadrúpedos por colinas verdes mientras Heidi aparece en el horizonte llamando a su abuelito. Para que todo mejorase mucho, sería suficiente con darles de comer lino en vez de soja y maíz. La razón es que el lino es un grano muy rico en omega 3.

Claro que esto comporta un problema, porque el lino es más caro que la soja y el maíz ¿Cuánto más caro? Pues… Según nos cuenta la autora, nada más y nada menos que un céntimo de euro por kilo de carne.

Sí…. habéis leído bien. Un céntimo de euro por kilo de carne. Parece una risa, pero esto se lo toman muy en serio los ejecutivos de las empresas cárnicas y de distribución de alimentos, porque ellos no manejan un céntimo, sino muchos millones de céntimos, si me entendéis.

Ahora bien, parece ser que las grandes superficies cargan al consumidor el 100% del precio de coste de la cosa. Es decir, que si a Carrefopur (Isabelle Saporta nombra directamente a esta empresa) le cuesta 3 euros el kilo de lo que sea, lo venderá a 6 euros. Por lo que dice el libro, a los productores ya los tienen totalmente atosigados y ganan lo justo para mantener el negocio en pie, por lo que habría que pedirle justamente a las grandes superficies que hicieran el favor de renunciar a ese céntimo.

EN QUÉ CONSISTE LA INICIATIVA

Si fuera por mí, acabaría ahora mismo con la ganadería estabulada, pero como tenemos que llegar a un compromiso con la realidad, la propuesta es lograr una norma de la UE que obligue a alimentar a los animales de granja con lino y a desechar la soja y el maíz. Ventajas: Paramos o frenamos la desaparición de la selva amazónica (y por tanto mantenemos los niveles de oxígeno en el aire, por si alguien no se ha enterado) y contribuimos a frenar la epidemia de lesiones cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades degenerativas contemporáneas, además de pegarle un buen palo a Monsanto.

Los políticos sólo obedecen a los lobbies. Y los lobbies se imponen porque los ciudadanos vamos de paquete. Todo el mundo da por hecho que los ciudadanos vamos de paquete. Todos los negocios y los cálculos se hacen en el sobreentendido de que los ciudadanos no vamos a intervenir, quejarnos, plantear alternativas, reclamar o criticar  de forma constructiva y elaborada las medidas que ellos toman. Todos dan por hecho que los ciudadanos somos en esos procesos como pedruscos inertes. Lo único que tenemos que hacer es dejar de dormitar en el sofá, dejar de darle al puto me gusta del FB y de paso dejar de convocar manifestaciones de queja por todo sin dar soluciones para nada. Tengo ganas de ver una manifestación en la que se pida algo. Vamos, que se diga sí a algo en vez de decir no a todo.

CÓMO SE HACE ESTO

Una iniciativa ciudadana europea consiste en la puesta en marcha ante los órganos reguladores de la UE de un proyecto de norma avalado por al menos un millón de firmas. Esto parece que está chupado, porque en Europa somos muchos, pero no lo es tanto, porque el proceso está bastante intervenido e incluye una serie de requisitos que lo complican, entre ellos:

-La iniciativa debe ser presentada por un comité de ciudadanos formado por al menos siete  personas, residente cada una de ellas en un país distinto de la UE (digo residente, no nacional. Son cosas distintas).

-El comité de ciudadanos responderá de los daños que pueda generar la campaña de recogida de firmas.

-Los votos no pueden proceder de un sólo país. De hecho, se necesita un porcentaje mínimo de ellos en cada uno de los Estados miembros.

-El plazo para recoger las firmas es de un año.

Parece claro que una iniciativa de este tipo requiere un sólido trabajo organizativo previo, estructurando, agrupando y preparando todo el aparato para que cuando se inicie la campaña se puedan conseguir los objetivos en un año. Esto requiere trabajo en equipo, sacrificio, generosidad, responsabilidad y muchas cosas más, pero sobre todo eso: TRABAJO.

Por lo que he mirado por ahí, hasta ahora se han planteado unas pocas iniciativas de este tipo, que han sido todas rechazadas, pero no he visto ninguna que fuera contundente. Por ejemplo, una de ellas proponía que el himno de la UE se cantara en esperanto. Con todo el respeto, lo que propongo aquí es mucho más útil. Parece increíble que se pueda dar un paso de gigante en la salud del planeta y en la de los humanos que vivimos en él sólo con darle a los animales de granja lino en lugar de lo otro, pero parece que es así.

¿Y ESTO VA A SALIR O NO?

En el comité de ciudadanos de esta iniciativa europea ya tenemos a un residente en España que soy yo, con perdón. Lo primero que se requiere es que surjan los otros seis. Si aparecen, hablamos y si no, como dicen en Valencia, nos hacemos una paella.

Pero una cosa quisiera deciros: No es cierto que no se pueda hacer nada. No es cierto que la falsa democracia no tenga determinados resortes que se pueden usar. No es cierto que estemos condenados a llorar amargamente por lo malos que son los tiranos. Nosotros aún tenemos que demostrar lo buenos que somos. Buenos no lo somos sólo por ser víctimas o esclavos. Para demostrarnos que somos buenos tenemos que demostrarnos que somos capaces de hacer cosas buenas, valientes y sacrificadas. Y sobre todo a mí me gustaría horrores que toda la energía que produce el descontento pudiera converger en un punto en vez de dispersarse.

He empleado a menudo un símil no muy bonito, pero muy gráfico, para explicar la reacción de los ciudadanos ante lo que pasa, tal como la veo yo. Es como una multitud de moscas encerrada en un tarro de cristal, moviéndose continuamente sin ir a ningún sitio. Ustedes disculpen, yo también me incluyo para que nadie se ofenda. Sólo que no le tengo afición a esta ahí dentro y hacer eso. Y, sobre todo, sé que si la energía se concentrara en un punto, tendríamos éxito.

¿Qué… ? ¿Alguien se apunta o seguimos llorando?

José Ortega

http://www.costasmaritimas.es

CERDOS, VACAS, POLLOS Y HUMANOS CONTRA EL SISTEMA (UNA PROPUESTA DE INICIATIVA CIUDADANA EUROPEA PARA METERLE UN GOL A ESTOS DESGRACIADOS)
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Fuente: R-evolucion