Nuestra mente está siendo manipulada.
Más o menos, todos lo sabemos ya.
Manipulada constantemente por los grandes medios de comunicación de masas y por las industrias del entretenimiento, que se encargan principalmente de moldear nuestra fantasía.
De ello se encargan, básicamente, las industrias cinematográfica, discográfica y cada vez con mayor preponderancia la de los videojuegos.
Modelan a su antojo nuestra imaginación y nuestros deseos, nuestros impulsos y nuestros sueños vitales.
Más o menos, todos lo sabemos ya.
Manipulada constantemente por los grandes medios de comunicación de masas y por las industrias del entretenimiento, que se encargan principalmente de moldear nuestra fantasía.
De ello se encargan, básicamente, las industrias cinematográfica, discográfica y cada vez con mayor preponderancia la de los videojuegos.
Modelan a su antojo nuestra imaginación y nuestros deseos, nuestros impulsos y nuestros sueños vitales.
Pero si bien esto parece cada vez más evidente para un mayor número de gente, parece que muy pocos de nosotros tomamos conciencia de otro tipo de manipulación mental de extrema importancia, que se producen con especial intensidad justo en estos momentos de crisis del Sistema.
Se trata de un tipo de manipulación sutil y extremadamente hábil, orientada no a una inmensa mayoría de la población, sino a una selecta minoría: Aquellos que pretenden ver más allá.
Aquellos que necesitan ver más allá, para dar sentido a sus vidas.
Aquellos que pretenden ver lo que hay al otro lado del muro y están dispuestos a escalarlo.
Se trata de un tipo de manipulación sutil y extremadamente hábil, orientada no a una inmensa mayoría de la población, sino a una selecta minoría: Aquellos que pretenden ver más allá.
Aquellos que necesitan ver más allá, para dar sentido a sus vidas.
Aquellos que pretenden ver lo que hay al otro lado del muro y están dispuestos a escalarlo.
Para ellos se han construido coloristas decorados de fantasía, con el fin de que cuando saquen la nariz por encima del muro, sigan sin observar la auténtica realidad y vean solamente una ficción, creada precisamente, por los mismos que levantaron ese muro.
Para esta minoría se han diseñado manipulaciones que no encontramos representadas en la televisión de masas, sino en la red de redes, en Internet.
Auténticas obras de ingeniería de guión, fantasiosos artefactos narrativos y argumentales hábilmente creados con la única intención de confundir y desorientar a aquellos que pretenden hallar la verdad que nos ocultan los medios de propaganda oficiales.
Se trata de fabulaciones fantasiosas e irreales que ocultan en sus entrañas verdades parciales que las legitiman, o bien certezas aparentemente indiscutibles, infectadas con el virus de la más malintencionada y absurda falsedad, como una saludable manzana cargada de veneno.
Auténticas obras de ingeniería de guión, fantasiosos artefactos narrativos y argumentales hábilmente creados con la única intención de confundir y desorientar a aquellos que pretenden hallar la verdad que nos ocultan los medios de propaganda oficiales.
Se trata de fabulaciones fantasiosas e irreales que ocultan en sus entrañas verdades parciales que las legitiman, o bien certezas aparentemente indiscutibles, infectadas con el virus de la más malintencionada y absurda falsedad, como una saludable manzana cargada de veneno.
Esta es la triste realidad que inunda Internet en estos momentos.
Ya no podemos confiar en la veracidad de nada ni de nadie.
Solo en la perspicacia de nuestro propio criterio individual como única luz y guía de nuestro tránsito hacia la verdad.
Ya no podemos confiar en la veracidad de nada ni de nadie.
Solo en la perspicacia de nuestro propio criterio individual como única luz y guía de nuestro tránsito hacia la verdad.
Y es que todos aquellos que pretendemos encontrar la verdad, todos aquellos a los que de forma peyorativa nos califican de conspiranoicos, también estamos siendo manipulados.
Y alguien tiene que decirlo alto y claro.
Y alguien tiene que decirlo alto y claro.
En estos momentos, la red está atestada de supuesta información secreta.
De presuntas verdades ocultas que empiezan a salir a la luz.
De presuntas verdades ocultas que empiezan a salir a la luz.
Y curiosamente, y a pesar de que nadie sabe exactamente de dónde ha salido toda esa información, todos tenemos acceso a ella fácilmente.
Con un solo y milagroso clic de ratón.
Con una facilidad extremadamente sospechosa.
Con un solo y milagroso clic de ratón.
Con una facilidad extremadamente sospechosa.
Así es como todo el mundo habla de Conspiraciones Ovni, Hums, Crop Circles, Profecías Mayas, Haarps, Reptilianos, Confederaciones Galácticas, Chemtrails, Bluebeams, Iluminatis y Sociedades del Dragon Blanco, por poner solo algunos ejemplos de entre tantos y tantos centenares de teorías y fabulaciones que infectan la red.
Y como decíamos, todas ellas tienen una parte de veracidad y una parte de engaño, tan indistinguibles entre sí que es imposible deducir dónde comienza la fantasía y dónde la realidad.
Tan fascinantes y pegajosas como una telaraña hábilmente tejida, en la que van cayendo, uno tras otro, todos aquellos que anhelan la verdad.
Y todo ello bañado con la luz del New Age por un lado y por la visión ultrareligiosa Cristiana más fanatizada por el otro, a veces enfrentadas entre sí y otras en perfecta simbiosis, hasta crear un inextricable caleidoscopio de la confusión y el caos absoluto.
Y como decíamos, todas ellas tienen una parte de veracidad y una parte de engaño, tan indistinguibles entre sí que es imposible deducir dónde comienza la fantasía y dónde la realidad.
Tan fascinantes y pegajosas como una telaraña hábilmente tejida, en la que van cayendo, uno tras otro, todos aquellos que anhelan la verdad.
Y todo ello bañado con la luz del New Age por un lado y por la visión ultrareligiosa Cristiana más fanatizada por el otro, a veces enfrentadas entre sí y otras en perfecta simbiosis, hasta crear un inextricable caleidoscopio de la confusión y el caos absoluto.
Una situación que ha alcanzado su culmen estos dos o tres últimos años, hasta llevarnos a todos al límite del paroxismo.
Pero llegados aquí, quizás deberíamos analizar cuáles son las características principales de estas teorías que inundan Internet, con el fin de intentar deducir cuáles son sus mecanismos de funcionamiento.
A-NARRACIÓN PSEUDO-CINEMATOGRÁFICA
Una de las características más destacables de estas teorías es su carácter casi cinematográfico.
Todas ellas están cargadas de misterio y emoción, de oscuros secretos, fantasía y ciertas pizcas de aventura en la que podemos vernos inmersos en cualquier momento.
Es decir, todo aquello que podemos anhelar en nuestras propias vidas y esperar de una ficción entretenida.
Jamás encontraremos una teoría de la conspiración aburrida, pesada y farragosa, con la que no podamos sentirnos vinculados de una manera u otra.
En todas ellas hallamos siempre un cierto tono épico, de lucha entre el bien y el mal absolutos, sin escalas de grises ni opciones al relativismo moral, al más puro estilo del entretenimiento hollywoodiense.
Y para otorgarles cuerpo y profundidad, vienen siempre acompañadas de montañas de información al respecto, creíble, bien estructurada y con multitud de personajes y escenarios.
Se trata de auténticos proyectos de manipulación transmedia, en los que a veces hasta parece intuirse la mano de un guionista profesional.
Una de las características más destacables de estas teorías es su carácter casi cinematográfico.
Todas ellas están cargadas de misterio y emoción, de oscuros secretos, fantasía y ciertas pizcas de aventura en la que podemos vernos inmersos en cualquier momento.
Es decir, todo aquello que podemos anhelar en nuestras propias vidas y esperar de una ficción entretenida.
Jamás encontraremos una teoría de la conspiración aburrida, pesada y farragosa, con la que no podamos sentirnos vinculados de una manera u otra.
En todas ellas hallamos siempre un cierto tono épico, de lucha entre el bien y el mal absolutos, sin escalas de grises ni opciones al relativismo moral, al más puro estilo del entretenimiento hollywoodiense.
Y para otorgarles cuerpo y profundidad, vienen siempre acompañadas de montañas de información al respecto, creíble, bien estructurada y con multitud de personajes y escenarios.
Se trata de auténticos proyectos de manipulación transmedia, en los que a veces hasta parece intuirse la mano de un guionista profesional.
2-IMAGEN DE MARCA
Si las observamos con atención, encontraremos en ellas elementos de puro marketing publicitario.
¿O es que acaso el ojo panóptico en la cúspide de la pirámide no parece un concepto creado por un publicista, por poner un ejemplo?
Si las observamos con atención, encontraremos en ellas elementos de puro marketing publicitario.
¿O es que acaso el ojo panóptico en la cúspide de la pirámide no parece un concepto creado por un publicista, por poner un ejemplo?
Prácticamente se ha convertido en una imagen corporativa, al más puro estilo de un logo de marca comercial.
De hecho, para mucha gente se ha convertido en una suerte de “imagen corporativa del mal”, asociada además a un nombre fácilmente recordable y reproducible: los Iluminati, una sociedad secreta desaparecida hace más de 200 años y que por lo tanto puede utilizarse a voluntad del guionista como un espectro amenazante que aceche desde cualquier rincón.
De hecho, para mucha gente se ha convertido en una suerte de “imagen corporativa del mal”, asociada además a un nombre fácilmente recordable y reproducible: los Iluminati, una sociedad secreta desaparecida hace más de 200 años y que por lo tanto puede utilizarse a voluntad del guionista como un espectro amenazante que aceche desde cualquier rincón.
Que quede claro que no pretendemos discutir acerca de la veracidad o no de las teorías conspirativas, ni alrededor de los Iluminati, ni de ninguna otra, sino que tan solo analizamos las características narrativas y publicitarias con las que nos son presentadas.
Pues lo cierto es que se trata de teorías con nombres y logos fácilmente recordables e identificables, como los de cualquier marca comercial que se precie.
Diseño de logo y naming, puro y duro.
Algo que debería resultarnos bastante sospechoso cuando hablamos de sociedades ultrasecretas que pretenden apoderarse del mundo, ¿no?
Pues lo cierto es que se trata de teorías con nombres y logos fácilmente recordables e identificables, como los de cualquier marca comercial que se precie.
Diseño de logo y naming, puro y duro.
Algo que debería resultarnos bastante sospechoso cuando hablamos de sociedades ultrasecretas que pretenden apoderarse del mundo, ¿no?
Y es que misteriosamente, incluso conocemos públicamente el atractivo nombre de algunos de los organismos de control utilizados por los malos de la película: Club de Roma, Club Bilderberg, Council of Foreign Relations, Bohemian Club, Skull and Bones…
No se trata precisamente de instituciones secretas de cuya existencia se pueda dudar.
Se reúnen ante nuestras narices y se ríen literalmente en nuestras caras, como hacen con las frecuentes reuniones del Club Bilderberg…de hecho, se comportan como los malos de las antiguas películas de James Bond.
Son como Spectra, solo les falta acariciar el gato blanco.
Se reúnen ante nuestras narices y se ríen literalmente en nuestras caras, como hacen con las frecuentes reuniones del Club Bilderberg…de hecho, se comportan como los malos de las antiguas películas de James Bond.
Son como Spectra, solo les falta acariciar el gato blanco.
Y todos deberíamos preguntarnos por qué razón estas élites, foco central de la mayoría de estas teorías conspirativas, actúan con tanto descaro y cinismo.
Sin apenas esconderse.
Y la respuesta no puede ser más desalentadora.
Sin apenas esconderse.
Y la respuesta no puede ser más desalentadora.
C-INTEGRACIÓN EN EL SISTEMA
Porque lo más triste en estos momentos es que las teorías de la conspiración y el pensamiento alternativo se han convertido, por mucho que nos pese, en un producto de consumo más, completamente digerido y asimilado por la implacable maquinaria del sistema, como lo es cualquier entretenimiento televisivo, cinematográfico o literario.
Así, cualquier denuncia, noticia o reflexión que se publique, por dura y demoledora que pueda parecer, es consumida y olvidada en unas horas, como lo es un capítulo de Bob Esponja, un partido de fútbol o la noticia sobre un huracán devastador en la otra punta del mundo.
Algo así como lo que nos mostraban en el tercer capítulo de la visionaria mini-serie británica Black Mirror.
Así pues, llegados a este estado mental de la población, los conspiradores, aunque solo lo sean presuntamente, no tienen ninguna necesidad de ocultarse, pues inconscientemente son percibidos por la ciudadanía (incluidos los más conspiranoicos), como personajes de una ficción cinematográfica, a pesar de que sus decisiones comporten consecuencias muy reales y tangibles.
Porque lo más triste en estos momentos es que las teorías de la conspiración y el pensamiento alternativo se han convertido, por mucho que nos pese, en un producto de consumo más, completamente digerido y asimilado por la implacable maquinaria del sistema, como lo es cualquier entretenimiento televisivo, cinematográfico o literario.
Así, cualquier denuncia, noticia o reflexión que se publique, por dura y demoledora que pueda parecer, es consumida y olvidada en unas horas, como lo es un capítulo de Bob Esponja, un partido de fútbol o la noticia sobre un huracán devastador en la otra punta del mundo.
Algo así como lo que nos mostraban en el tercer capítulo de la visionaria mini-serie británica Black Mirror.
Así pues, llegados a este estado mental de la población, los conspiradores, aunque solo lo sean presuntamente, no tienen ninguna necesidad de ocultarse, pues inconscientemente son percibidos por la ciudadanía (incluidos los más conspiranoicos), como personajes de una ficción cinematográfica, a pesar de que sus decisiones comporten consecuencias muy reales y tangibles.
Y para completar el mecanismo de manipulación psicológica, solo queda otorgar un papel y una función al “espectador”.
D-IMPLICACIÓN PSICOLÓGICA DEL ESPECTADOR
Porque lo cierto es que la mayoría de personas que dan aliento y difusión a estas informaciones y teorías conspirativas, lo hacen de corazón, convencidas de que luchan por la verdad y la justicia.
De alguna forma se creen héroes de su propia película.
Y es que los resortes psicológicos que se activan en este proceso son tan antiguos como la propia humanidad:
1-Anhelo de trascendencia
El primer resorte psicológico que se activa es la imperiosa necesidad de evadirnos de una realidad vacía de contenido.
La necesidad de huir de la programación mental del sistema, de la esclavitud de esa vida programada y pre-fabricada por la sociedad que nos oprime a todos como individuos.
Esa sociedad que convierte la vida humana en una cadena perpetua de convenciones sociales sin sentido ni sustancia, donde todos estamos programados para formar familias, producir, consumir y pagar hipotecas hasta el día de nuestra muerte, en que somos retirados de la cadena de producción como piezas inservibles.
Ese vacío existencial al que nos aboca el Sistema, despierta en muchas personas la necesidad de buscarle un sentido nuevo a su vida.
La necesidad de encontrar una misión trascendente que cumplir.
Y es aprovechando este anhelo, muchas veces desesperado, que estas teorías, por muy descabelladas que sean, consiguen infiltrarse en la mente de los individuos, que se agarran a ellas como a una tabla de salvación que los salve de tanta rutina.
Porque lo cierto es que la mayoría de personas que dan aliento y difusión a estas informaciones y teorías conspirativas, lo hacen de corazón, convencidas de que luchan por la verdad y la justicia.
De alguna forma se creen héroes de su propia película.
Y es que los resortes psicológicos que se activan en este proceso son tan antiguos como la propia humanidad:
1-Anhelo de trascendencia
El primer resorte psicológico que se activa es la imperiosa necesidad de evadirnos de una realidad vacía de contenido.
La necesidad de huir de la programación mental del sistema, de la esclavitud de esa vida programada y pre-fabricada por la sociedad que nos oprime a todos como individuos.
Esa sociedad que convierte la vida humana en una cadena perpetua de convenciones sociales sin sentido ni sustancia, donde todos estamos programados para formar familias, producir, consumir y pagar hipotecas hasta el día de nuestra muerte, en que somos retirados de la cadena de producción como piezas inservibles.
Ese vacío existencial al que nos aboca el Sistema, despierta en muchas personas la necesidad de buscarle un sentido nuevo a su vida.
La necesidad de encontrar una misión trascendente que cumplir.
Y es aprovechando este anhelo, muchas veces desesperado, que estas teorías, por muy descabelladas que sean, consiguen infiltrarse en la mente de los individuos, que se agarran a ellas como a una tabla de salvación que los salve de tanta rutina.
2-Orgullo y Vanidad
Una vez cruzado ese umbral psicológico del descubrimiento de lo secreto y lo oculto, entran en juego el orgullo y la vanidad, esos gusanos que todos albergamos en nuestro interior y que jamás descansan, siempre al acecho como están por manifestarse con cualquiera de sus múltiples caras.
Porque una vez hemos escalado el muro y nos hemos asomado al otro lado, es cuando echamos la vista atrás y vemos a nuestros pies a la masa sumisa y ciega, que como un rebaño sigue el camino que le han dictado.
Y entonces es cuando nos sentimos superiores a los demás y nos calificamos a nosotros mismos de “despiertos”, de “avanzadilla” dentro del género humano, casi como si fuéramos los líderes de un nuevo mundo.
Y es aquí, justo en este momento, cuando caemos definitivamente en la trampa.
El momento en que nos convertimos en seres fácilmente manipulables.
Porque una vez instalada, nuestra arrogancia ya no nos permite volver atrás, no nos permite ser críticos con nuestros errores de apreciación.
Ese orgullo nos impedirá aceptar que, a pesar de haber escalado el muro, hemos sido engañados y solo estamos viendo un decorado.
Preferimos auto engañarnos y seguir fabulando, auto calificarnos pomposamente como “despiertos”, como aquellos que “hemos abandonado la matrix” (nótese de nuevo la referencia cinematográfica hábilmente inoculada)
Queremos sentirnos como pequeños Neo, especiales, elegidos, superiores a la media.
Mecanismos sutiles que juegan con nuestro ego, con nuestro orgullo y con nuestra soberbia.
Pura vanidad.
Un demonio tan antiguo como nuestra mente.
Y tan efectivo como siempre lo ha sido.
Esta vez al servicio de la mentira y la manipulación.
Una vez cruzado ese umbral psicológico del descubrimiento de lo secreto y lo oculto, entran en juego el orgullo y la vanidad, esos gusanos que todos albergamos en nuestro interior y que jamás descansan, siempre al acecho como están por manifestarse con cualquiera de sus múltiples caras.
Porque una vez hemos escalado el muro y nos hemos asomado al otro lado, es cuando echamos la vista atrás y vemos a nuestros pies a la masa sumisa y ciega, que como un rebaño sigue el camino que le han dictado.
Y entonces es cuando nos sentimos superiores a los demás y nos calificamos a nosotros mismos de “despiertos”, de “avanzadilla” dentro del género humano, casi como si fuéramos los líderes de un nuevo mundo.
Y es aquí, justo en este momento, cuando caemos definitivamente en la trampa.
El momento en que nos convertimos en seres fácilmente manipulables.
Porque una vez instalada, nuestra arrogancia ya no nos permite volver atrás, no nos permite ser críticos con nuestros errores de apreciación.
Ese orgullo nos impedirá aceptar que, a pesar de haber escalado el muro, hemos sido engañados y solo estamos viendo un decorado.
Preferimos auto engañarnos y seguir fabulando, auto calificarnos pomposamente como “despiertos”, como aquellos que “hemos abandonado la matrix” (nótese de nuevo la referencia cinematográfica hábilmente inoculada)
Queremos sentirnos como pequeños Neo, especiales, elegidos, superiores a la media.
Mecanismos sutiles que juegan con nuestro ego, con nuestro orgullo y con nuestra soberbia.
Pura vanidad.
Un demonio tan antiguo como nuestra mente.
Y tan efectivo como siempre lo ha sido.
Esta vez al servicio de la mentira y la manipulación.
Así pues, resumiendo, éstas son las características principales de las teorías de la conspiración más sospechosas:
·Su carácter cinematográfico
·Su sólida imagen de marca
·Su integración en el sistema como producto
·Su relación con el seguidor
·Y su intrínseca naturaleza confusa que hace indistinguibles los elementos verdaderos de los falsos
·Su carácter cinematográfico
·Su sólida imagen de marca
·Su integración en el sistema como producto
·Su relación con el seguidor
·Y su intrínseca naturaleza confusa que hace indistinguibles los elementos verdaderos de los falsos
Y una vez construido este edificio formal, una vez puestas en circulación estas teorías, solo cabe aplicar sobre ellas una de las leyes de manipulación más demoledoras que existen.
LA LEY DE LA AMENAZA
Su aplicación es constante tanto en el mundo de la política como en el mundo mediático, pero sin duda es en el mundo alternativo de Internet donde alcanza sus mayores cotas de efectividad.
Para definir en qué consiste, pongamos un ejemplo gráfico y algo bruto:
Supongamos que un grupo de hombres malvados te amenazan con que van a matarte y despedazarte.
Tú, temeroso, te preparas para lo peor y cuando llega el momento, ese grupo de hombres se limitan a pegarte una paliza y romperte un brazo.
Acabas magullado y dolorido, con el brazo roto, pero crees, aliviado, que has salvado la vida, porque esos hombres habían amenazado con matarte y mutilarte sin compasión.
De hecho lo consideras casi una victoria por tu parte.
Pero aunque tú no lo sepas, resulta que ellos siempre habían tenido la intención de tan solo pegarte una paliza.
Y aquí es donde reside la gran maniobra de manipulación.
Porque con su amenaza incumplida, alcanzan tres objetivos:
Su aplicación es constante tanto en el mundo de la política como en el mundo mediático, pero sin duda es en el mundo alternativo de Internet donde alcanza sus mayores cotas de efectividad.
Para definir en qué consiste, pongamos un ejemplo gráfico y algo bruto:
Supongamos que un grupo de hombres malvados te amenazan con que van a matarte y despedazarte.
Tú, temeroso, te preparas para lo peor y cuando llega el momento, ese grupo de hombres se limitan a pegarte una paliza y romperte un brazo.
Acabas magullado y dolorido, con el brazo roto, pero crees, aliviado, que has salvado la vida, porque esos hombres habían amenazado con matarte y mutilarte sin compasión.
De hecho lo consideras casi una victoria por tu parte.
Pero aunque tú no lo sepas, resulta que ellos siempre habían tenido la intención de tan solo pegarte una paliza.
Y aquí es donde reside la gran maniobra de manipulación.
Porque con su amenaza incumplida, alcanzan tres objetivos:
-Primero, desactivar tu posible respuesta
De alguna manera olvidas que te han roto el brazo y lo aceptas como un mal menor, porqué creías, convencido, que ibas a morir.
Es decir, te resignas, en lugar de rebelarte.
De alguna manera olvidas que te han roto el brazo y lo aceptas como un mal menor, porqué creías, convencido, que ibas a morir.
Es decir, te resignas, en lugar de rebelarte.
-Segundo, destruir tu credibilidad
Si cuando recibes la amenaza le cuentas a otras personas que un grupo de hombres quiere matarte y después resulta que solo te rompen un brazo, tu credibilidad queda afectada y tú quedas a ojos de los demás como un paranoico.
Incluso te ves a ti mismo como a un paranoico.
Si cuando recibes la amenaza le cuentas a otras personas que un grupo de hombres quiere matarte y después resulta que solo te rompen un brazo, tu credibilidad queda afectada y tú quedas a ojos de los demás como un paranoico.
Incluso te ves a ti mismo como a un paranoico.
-Tercero, aceptar a tus agresores
Al final acabas pensando: “solo me han roto un brazo…en el fondo no son tan malvados, podrían haberme matado pero me han perdonado la vida…”
Al final acabas pensando: “solo me han roto un brazo…en el fondo no son tan malvados, podrían haberme matado pero me han perdonado la vida…”
La ley de la amenaza se reproduce constantemente, de una manera u otra, en todas las teorías de conspiración fantasiosas que inundan la red en estos momentos.
Su objetivo es, simplemente, hacer quedar a aquellos que creen en ellas y que las difunden, aquellos que escalan el muro, como a unos locos paranoicos que no saben lo que dicen y que solo creen en fantasías, mentiras y fabulaciones, con el fin de impedir que nadie más intente trepar por el muro y ante todo, que los que lo han hecho bajen de él decepcionados, confundidos y humillados, para que nunca más vuelvan a intentarlo.
Su objetivo es, simplemente, hacer quedar a aquellos que creen en ellas y que las difunden, aquellos que escalan el muro, como a unos locos paranoicos que no saben lo que dicen y que solo creen en fantasías, mentiras y fabulaciones, con el fin de impedir que nadie más intente trepar por el muro y ante todo, que los que lo han hecho bajen de él decepcionados, confundidos y humillados, para que nunca más vuelvan a intentarlo.
Preguntaos:
¿Cuántas veces se ha aplicado la ley de la amenaza en estos últimos años, con amenazas apocalípticas de toda índole que no se han cumplido?
Echad cuentas vosotros mismos.
Incluso la guerra de Siria y el posible ataque norteamericano a Iran encajan en este mecanismo de manipulación.
Y no se trata precisamente de temáticas fantasiosas.
¿Cuántas veces se ha aplicado la ley de la amenaza en estos últimos años, con amenazas apocalípticas de toda índole que no se han cumplido?
Echad cuentas vosotros mismos.
Incluso la guerra de Siria y el posible ataque norteamericano a Iran encajan en este mecanismo de manipulación.
Y no se trata precisamente de temáticas fantasiosas.
Concluyendo, debemos aceptar la realidad de las cosas.
Aunque resulte triste y desalentadora.
Los que queremos ver más allá estamos atrapados entre, por un lado, la falsaria “versión oficial” de los grandes medios, con sus perros servidores que nos tildan de paranoicos y por el otro, por un enjambre de teorías inventadas y fantásticas, creadas y controladas por no se sabe quién y desde no se sabe dónde.
Teorías promovidas por un nutrido grupo de desinformadores profesionales y sustentadas por una auténtica legión de desinformadores involuntarios que colaboran en la expansión por la red de estas teorías.
Los que queremos ver más allá estamos atrapados entre, por un lado, la falsaria “versión oficial” de los grandes medios, con sus perros servidores que nos tildan de paranoicos y por el otro, por un enjambre de teorías inventadas y fantásticas, creadas y controladas por no se sabe quién y desde no se sabe dónde.
Teorías promovidas por un nutrido grupo de desinformadores profesionales y sustentadas por una auténtica legión de desinformadores involuntarios que colaboran en la expansión por la red de estas teorías.
Y es que estamos sufriendo una devastadora ofensiva a nivel psíquico.
A la mayoría de la población la mantienen dormida, anestesiada y dominada a través de los mass media.
Y a la gente que busca respuestas alternativas, consiguen manipularla a través del caos informativo inherente al propio Internet.
A la mayoría de la población la mantienen dormida, anestesiada y dominada a través de los mass media.
Y a la gente que busca respuestas alternativas, consiguen manipularla a través del caos informativo inherente al propio Internet.
Y es que quizás no deberíamos perder tanto tiempo intentando escalar el muro para ver lo que hay al otro lado.
Quizás deberíamos centrar todas nuestras energías en derribarlo hasta que no quede piedra sobre piedra, hasta que quede reducido a polvo.
Quizás deberíamos centrar todas nuestras energías en derribarlo hasta que no quede piedra sobre piedra, hasta que quede reducido a polvo.
Y después ya veremos lo que hay más allá.
Fuente: la gazzetta del apocalisis
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