Mientras los precios de los servicios públicos y productos básicos siguen subiendo, los salarios y pensiones se congelan o reducen. De ese modo el capital y su gobierno siguen aprovechando la crisis, de la que son responsables, en su propio provecho.
Las tarifas de algunos servicios básicos como la luz, el billete de tren o los precios de las autopistas volverán a subir a partir del miércoles, a pesar de que España sigue inmersa en la crisis económica y de que las empresas y el Gobierno siguen apelando a la moderación y la congelación salarialcomo receta para hacer frente al ajuste. Precisamente, algunas de estas rentas, como el salario mínimo, no se toca el próximo año, y las pensiones tendrán una exigua subida que apenas le permitirá ganar poder de compra.
Polémica con el recibo de la luz
La subida más llamativa y polémica es la de la luz, cuyo incremento finalmente se ha fijado en el 2,3% por el Gobierno en un mecanismo transitorio después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) propusiera dos alternativas a la subasta invalidada el 19 de diciembre, y que hubiera supuesto un amento de la tarifa eléctrica del 11,5%. El mecanismo transitorio recoge una subida del 1,4% para el coste de la energía, a lo que se debe sumar el incremento del 0,9% correspondiente a la parte regulada, conocida como peajes, que aparece recogido en una orden ministerial.
Según el Ministerio de Industria, el incremento de la tarifa eléctrica de último recurso (TUR), que tiene unos 16 millones de consumidores (14,5 millones hogares y 1,5 millones pymes), esconde grandes variaciones entre colectivos y, según aseguran desde el Ministerio de Industria, el aumento medio para un familia tipo con dos hijos será en torno al 0,1% ó 0,2%, mientras que para una segunda residencia la subida asciende al 5%.
El tren sube más que la inflación
El servicio ferroviario de Cercanías y el de Media Distancia convencional (los trenes regionales), FEVE y Avant de Renfe de Renfe subirán un 1,9% a partir del 1 de enero, una cifra superior a la inflación, que mostraba un avance del 0,2% interanual a cierre del pasado mes de noviembre, pero por debajo de la subida del 3% que se aplicó a comienzos de 2013.
Para las Cercanías y los regionales, el incremento equivale a una subida media del billete de unos 5 céntimos, y para los Avant, de unos 10 céntimos.
En cuanto al AVE, Renfe congelará el precio de los billetes, dentro de la política de precios y descuentos puesta en marcha en 2013 para mejorar la ocupación de los trenes.
Los peajes, más caros
De la misma forma, el precio del peaje de las autopistas dependientes de la Administración General del Estadosubirá una media del 1,85% a partir del próximo 1 de enero de 2014. Este incremento es inferior al del 2,40% que se aplicó a comienzos de 2013 y constituye el menor aumento desde 2011.
La subida se aplicará a toda la red estatal de autopistas, esto es, a todas las vías, incluidas las que están en concurso de acreedores. Por contra, no afectará a las dependientes del Gobierno catalán, el túnel de Sóller de Palma de Mallorca, Autopistas de Navarra (Audenasa) y otras pequeñas vías de pago dependientes de los gobiernos de Galicia y País Vasco.
Tasas aéreas
En el sector aéreo, las tasas aeroportuarias, que suelen repercutirse en los billetes de avión, se incrementarán una media del 0,9 % en 2014 tras el acuerdo alcanzado entre Aena y las patronales de las compañías aéreas el pasado mes de mayo, que preveía una reducción de los incrementos previstos durante un periodo de cinco años.
Hasta 2018, Aena renuncia al incremento del IPC más cinco puntos porcentuales reconocido legalmente y aplicará una senda de incrementos del IPC más un punto este año; IPC más 3 puntos en 2015 y en los años tres ejercicios siguientes del IPC más 4 puntos.
El teléfono, el correo y el gas, congelados
Otros productos y servicios, en cambio, no sufrirán cambios en sus precios con el comienzo del nuevo año. Es el caso, por ejemplo de Telefónica, que pese a la resolución aprobada el año pasado por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) que le permite aumentar la cuota de abono hasta el IPC como máximo entre los años 2013 y 2016, la empresa ha optado por congelar sus precios en 2014.
De la misma forma, la tarifa de gas natural se mantendrá durante el primer semestre después de que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo haya decidido elevar en un 2,3% la parte regulada de la factura, conocida como peajes. Esta revisión es fruto tanto de una subida del 2,3% en la parte de los peajes como de un descenso del 3,2% en el otro principal componente de la tarifa, el correspondiente al coste de la energía.
En cuanto a la bombona de butano, que usan unos ocho millones de hogares, empezará 2014 en el mismo precio, 17,5 euros , ya que, de acuerdo con el nuevo mecanismo aprobado en mayo de este año por el Gobierno para fijar el coste de este combustible, no se revisa hasta el próximo mes de marzo.
Poco alivio a las hipotecas
Por su parte, el Euríbor, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas españolas, previsiblemente cerrará el año en el umbral del 0,54%, un nivel muy similar al que finalizó 2012, con lo que el alivio en los bolsillos de los hipotecados se notará menos que en los últimos años.
Las pensiones pierden poder de compra y el SMI no se toca
Y mientras los precios de los servicios públicos siguen subiendo o se mantienen congelados, las rentas de los ciudadanos se mantienen estancadas. Así, tanto las empresas como el propio Gobierno siguen pidiendo moderación salarial para superar la crisis.
De hecho, el Gobierno ha vuelto a optar por congelar el Salario Mínimo Profesional (SMI) y lo ha dejado en 645,30 euros mensuales para el año que viene; al igual que el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), utilizado para determinar el acceso a ayudas y subvenciones, que por cuarto año consecutivo se quedará en 532,51 euros mensuales. Del mismo modo, el salario de los empleados públicos seguirá congelado por cuarto ejercicio consecutivo en 2014 , aunque los funcionarios recuperarán un día de asuntos propios (los llamados moscosos), de tal forma que tendrán cuatro libranzas por este concepto el año próximo.
Por su parte, las pensiones se han elevado un 0,25% de forma general tras la entrada en vigor del nuevo índice para calcular el incremento de las pensiones, que no compensael incremento de la inflación, con lo que los jubilados seguirán perdiendo poder adquisitivo.
En el sector privado tampoco se esperan muchas mejoras. La recomendación para los salarios es que no suban más del 0,6%, según lo establecido en el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012-2014 suscrito por CEOE, CEPYME, UGT y CCOO.
Lo próximo, la ley de desindexación
En un futuro muy cercano, los precios y los servicios públicos no se actualizarán tomando como referencia el IPC como se hacía hasta ahora, gracias a la Ley de Desindexación que ha aprobado el Gobierno con el objetivo de desvincular los precios públicos de la inflación española. Así, la norma, que en breve iniciará su trámite parlamentario, deroga cualquier vinculación directa al IPC y vincula los aumentos exclusivamente a la evolución de los costes de la prestación del servicios.
Esta ley no afecta a pensiones, impuestos, instrumentos financieros ni a la negociación salarial, pero sí a transportes, telecomunicaciones, energía, servicios postales, agua, tasas, sanciones y los precios de los contratos públicos.
La nueva norma desarrolla un nuevo índice de referencia para los contratos del sector público y privado, llamado Índice de Garantía de Competitividad, que tiene en cuenta el diferencial de inflación de España con la zona euro corregido con la pérdida de competitividad acumulada desde la entrada en el euro (el deterioro acumulado del diferencial). Tendrá un tope del 2%, el el objetivo de inflación del Banco Central Europeo (BCE), y un suelo del 0%.
Fuente: Agencias
Fuente: kaos en la red
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